Sokolov - 'Señoras que fuman': provocando en la buena dirección

VALENCIA. A estas alturas, las perversas inquietudes temáticas de Sokolov están claras. En ese estómago poético que filtra clichés cotidianos para hacer flotar en superficie lo bizarro, el último álbum del dúo compuesto por Mireia Pérez y Assad Kassab resulta más lúcido que toda la producción anterior. Quizá ha sido, precisamente, el estómago del oyente el que se ha acostumbrado a la imaginería, pero lo cierto es que un disco de larga duración como Señoras que fuman (Autoeditado, 2016) si que ayuda a conceptualizar el proyecto musical a través de ideas punk, fórmulas pop y guitarras de rock.

Hayan leído o no Lo bello y lo siniestro, el imprescindible ensayo de Eugenio Trias, lo cierto es que tras álbumes, EP's y singles, la visión soez de los personajes cotidianos parece haberse enfocado mucho más en su último trabajo. Depurado si lo prefieren, aprovechándose de un marchamo que -en su caso- ha sentado bien. Utilizando el lema de campaña del Partido Popular para redundar en la estridencia, una decena de canciones en la buena dirección. De nuevo con Uve Martínez (Pandemonium Studios) a los mandos de la producción, masterizado por José María Rosillo, son definitivamente las ideas truculentas la principal arma de Sokolov, cuando la música juega a ser en exclusiva un colchón -ahora sí, mucho más correcto en su idea formal-.

Contra la pedantería ('Erudito'), contra el clientelismo de la 'industria' musical en España ('Escenario principal'), y contra todas aquellas personas que por motivos dispares nos generan intolerancia ('Que asco me das' o 'La pájaro'). El nuevo manual de posiciones beligerantes mantiene un discurso sonoro y vocal más redondo que nunca en su carrera. 'Scalextric' o 'Estocolmo', canciones aparentemente que caminan hacia la nada, oxigenan un final del disco que ciertamente se deja caer escaleras abajo entre las luces del álbum.

En este trabajo hay lugar para golpeos más agresivos -que tanto gustan a su productor- hacía compases de cante flamenco('Triplete siamés'), aunque con una voz más propia en 'Dinosaurios'. En esta penúltima entrega del disco,con una punzada lírica soft, el grupo es capaz de resumir toda la amalgama de bondades que ha acumulado en lo que va de década: cajas de ritmo como punto de partida, progresiones jondas, dúo armonizado de voces entrelazándose como en un cortejo de ideas, guitarras eléctricas desnudas de rock. Sin embargo, es entre sus primeras cinco canciones donde encontramos no solo los mejores pasajes del disco, sino de la carrera de Sokolov (no confundir con Grigory). 

La tercera de ellas, acompañada de un recomendable vídeo que conecta con el ambicioso arte del disco, con fotografía del propio Josep Escuin y Angela Eppe como icónica heroína (en la imagen lateral).