VALENCIA. No hace falta irse muy lejos para pasar unas navidades con encanto. Luces de navidad en cada rincón, olor a castañas asadas, venta de lotería en cada esquina, escaparates decorados con adornos navideños y la dulce estampa de parejas enamoradas disfrutando del ambiente. Esto es Madrid en diciembre, mágica pero caótica a la vez. Y no importa que haga frío, la ciudad se ha engalanado y está tan bonita que no puedes dejar de mirarla y pasear por sus calles. ‘’Allá donde se cruzan los caminos, donde el mar no se puede concebir, donde regresa siempre el fugitivo, pongamos que hablo de Madrid’’ canta Sabina. Esa es la verdad, con excusas, sin excusas y hasta sin premeditación, a esta ciudad se vuelve.
Muchos dicen que es imposible entender una navidad en Madrid sin la Plaza Mayor. La cuna de las luces navideñas y el mercadillo de las generaciones familiares por excelencia. Este año podrás sentir la magia de la navidad con casetas de colores que levitan y un gran abeto de quince metros que preside el lugar. Además, el mercadillo está formado por 104 puestos en los que puedes adquirir adornos, dulces, artesanía y artículos de broma. Que no te extrañe si te encuentras a alguien con un sombrero o una divertida peluca, porque la navidad es tiempo de nostalgia pero también de felicidad. ¿Pero qué es la Plaza Mayor sin un chocolate con churros en las calles de alrededor? ¿Y sin el tiovivo para los más pequeños? Y para las familias más dicharacheras, hay un divertido pasacalles teatral. ¡Una experiencia para todos los sentidos!
‘’Abre la puerta del jardín de los secretos y adéntrate en el reino de sueños, magia y fantasía. Donde todos tus deseos se disfrazan de sabores, olores y texturas. Ven y atrévete a soñar la magia de otros mundos. Hemos creado un país de cuento pensando en ti, en tu paladar y en tus sueños’’. Así te invitan a entrar en su puerta azul, porque en navidad también queremos hacer un hueco para tomarnos una infusión acompañada de algún dulce. Y más aún si es en un café-restaurante tan mágico y encantador. Muchos llegan a decir que es como si entrases en un sueño.
También están aquellos que quieren alejarse del frío y de la navidad. Pues para ellos hay un pequeño rincón en Madrid en el que siempre es verano situado en el barrio de Malasaña. ‘Ojalá’, un restaurante ambientado en una playa chill out con el suelo cubierto de arena de Almería y una barra de chiringuito con lámparas de colores. “Ojalá está pensado como un paisaje. Como el porche de una casa construida en la misma arena de una playa” cuenta Andrés Jaque, el diseñador del lugar. Y si prefieres no mancharte de arena, puedes subir al ‘’invernadero’’, una terraza interior con tonos aguamarina en las paredes y macetas-lámpara que transmiten un ambiente fresco. Es como la casa del playero o el surfista. Pero aquí no acaba todo, el baño esta decorado como un homenaje al disco Smile de los Beach Boys donde el techo está lleno de collages de fotos. Descálzate y saborea la comida mientras sientes la arena bajo tus pies.
Es más que un jardín, es ese lugar que todo madrileño te aconsejaría visitar. Para los amantes de la moda y de la decoración interior, Federica & Co ha abierto de nuevo sus puertas en la calle Nuñez de Balboa. Aquí podrás encontrar los muebles más antiguos pero con más encanto de la capital: sillas de terraza de los sesenta, muebles franceses del siglo XIX, lámparas preciosas… Si hay algo que nos muestra la diseñadora es su capacidad para convertir cualquier rincón en algo mágico. Las plantas y las flores reinan el lugar y transmiten la sensación de estar paseando por un bosque invernal. Además, aquí puedes encontrar muchas propuestas para tu decoración navideña como adornos de madera para el árbol. Esta tienda cuenta cada vez con más firmas y diseñadores que se suman al movimiento slow. Y si después de comprar tienes hambre, este encantador jardín cuenta con una trattoria italiana decorada con velas y materiales reciclados. Apunta este plan en tu agenda y seguro que no te arrepentirás.
“Ese cielo de Madrid [...] es el que guarda los sueños de todos los madrileños y de quienes, sin ser de aquí, cada día llegan a esta ciudad para conquistar el cielo. No el que nos cubre, sino el que debajo de él todos tenemos. Porque a Madrid, al contrario que a otras ciudades, la gente viene para conquistar el cielo.” escribía Julio Llamazares. Y es que no hay mejor época que la navidad para ver toda la capital desde lo más alto. El Círculo de Bellas Artes es un lugar único en el que tan solo por tres euros puedes subir ‘al cielo de Madrid’ y contemplar sus edificios y barrios. Aquí se han inspirado poetas, escritores y pintores ya que se puede experimentar uno de los atardeceres más bonitos de España. Además, abajo a la derecha hay una zona chill out con camas para sorprenderse con las vistas; en la zona de enfrente, un rincón de luces con mesas; y al otro lado, un restaurante para deleitar a tu paladar mientras admiras la ciudad. Horario: todos los días de 11:00 a 15:00 y de 16:00 a 21:00.
¿Qué es la navidad sin unas buenas compras? Uno de los grandes placeres de la capital es el shopping. Para aquellos que desean comprar los regalos de los Reyes Magos en Madrid, pueden hacerlo en la Gran Vía, una de las zonas más populares de la ciudad y en la que puedes encontrar ambiente casi a cualquier hora del día. Además, en la Galería de Loewe -situada en Gran Vía 8-puedes hacer un recorrido por la historia de la firma.
Pero si lo que buscas es exclusividad y lujo, puedes ir de compraspor la Calle Serrano, ubicada en el Barrio Salamanca. Si paseas por estas calles, tienes que visitar la tienda de Adolfo Domínguez y tomarte algo en su cafetería mientras escuchas la música clásica de un pianista. Ya no solo vas a ir a comprar, la firma también intenta venderte experiencias en su prestigiosa tienda.
Y para los más curiosos está El Rastro, puedes visitarlo los domingos y festivos y es donde se venden objetos antiguos al mejor precio. Aquí puedes ver artículos que no se encuentran en otros lugares. ¡Y lleva ya 400 años! ¿Por qué no te paseas por aquí y te dejas sorprender?