Los creadores responsables de Honest Greens son Christopher Fuchs, de origen norteamericano, Rasmus B., de origen danés y Benjamin Bensoussan, francés.
Estos tres emprendedores, con una larga trayectoria que va desde trabajar en las cocinas de los mejores restaurantes con estrella Michelin, a fundar empresas tecnológicas, ser camareros y, sobre todo, amantes de la gastronomía, han unido sus experiencias de vida para crear Honest Greens.
Su búsqueda se basa en «queremos un lugar que tenga comida saludable, burbujeante, que te gratifique sin medida y que además sea asequible, que sea rápida —que no chatarra— en un ambiente acogedor actual». En realidad más que un restaurante han creado un concepto basado en comida real.
La primera vez que escuché hablar de Honest Greens, ni siquiera me sentí atraída por conocerlo. Sigo una alimentación basada en plantas y con la nueva tendencia «green» he visto abrir una procesión de restaurantes «sanos» con una imagen corporativa que recordaba a la cabaña del tío Tom, y que luego eran solo humo, el «green washing». Pero paso habitualmente por la calle Pascual y Genís de camino al gimnasio y siempre veo esas colas interminables que parece que regalaran algo, y decidí darle una oportunidad.
Con el primer bol que probé, el «latin lover», con arroz integral, frijoles negros, kale, maíz, cilantro, aguacate, pepino, que además lleva jalapeños encurtidos y horneados, con una untuosa salsa blanca vegana, me he dado cuenta que el viaje que han emprendido Cristofer, Ramus y Benjamin creando este restaurante tiene un verdadero sentido. Se siente la comida real.
La creación del primer restaurante les ha llevado tres años. Se han empeñado en visitar agricultores locales hasta encontrar materia prima del entorno y técnicas culinarias tradicionales de diferentes regiones, para adaptar el menú a cada temporada y así aprovechar al máximo los ingredientes de estación. Han evitado todos los ultra procesados y los azúcares refinados. El proyecto, con su estilo «fine casual», pone el foco donde se debe poner cuando se trata de comer.
La comida refleja el compromiso por promover e inspirar hábitos saludables, apostar por el agricultor local y los productos de proximidad. El resultado, según ellos, es «democratizar la alimentación sana». Siempre he pensado que comida es todo lo que crece o se mueve, lo demás son comestibles, y en este lugar se reza esta oración, con cualquier tendencia basada en plantas o con cualquier otra dieta y con un presupuesto muy razonable tienes un homenaje a una comida equilibrada.
Los restaurantes verdes son una tendencia positiva que refleja una creciente conciencia sobre la sostenibilidad ambiental y la responsabilidad social. Este enfoque abarca una variedad de prácticas que no solo benefician al medio ambiente, sino también a la economía local y a los comensales interesados en opciones más saludables y éticas, pero rara vez se cumplen estos principios. En general con toda la narrativa del cambio climático y la propuesta del reciclaje hay un oportunismo con una desfachatez alarmante. Es muy grato ver, oler y sentir cuando un restaurante es honesto.
Y desde mi punto de vista en estos proyectos para que sean lo que predican ser, debe haber coherencia, respetar no solo los alimentos, también todos los elementos y a sus trabajadores. En este caso, el ambiente y mobiliario del restaurante es otro de sus valores diferenciales. El equipo artesanal de Honest Lab continúa con la política de la empresa en su apuesta por el cuidado del medioambiente, utilizando materiales reciclados bajo un concepto de diseño crudo, natural, con la opción de sentarte cómodamente en un sofá o un sillón, a distenderte en el tiempo o en la barra para hacer una comida rápida siempre nutritiva.
Se me iban los ojos viendo las maneras de los chefs que están a la vista en una maravillosa y enorme cocina abierta, y me flipaba que a pesar de tener precios súper razonables las técnicas que se utilizan son similares a las que se encuentran en un restaurante con estrella Michelin. Se les nota el ADN de alta cocina. También puedes ver la frescura de los productos. Me cuentan que la mayoría se los traen a diario. Me ha gustado mucho ver como se asan las verduras, tubérculos y demás alimentos en hornos Josper, es como «que nivel Maribel…»
El menú es muy plural, igual te encuentras platos mediterráneos como platos tradicionales asiáticos y de otras etnias. Lo que a mí más me seduce es la temporalidad estacional de los productos con que cocinan y la adaptación de la cocina a cada estación con los mejores productos estacionales, ahí es donde yo encuentro la clave de un restaurante que se ufana de ser «green y healthy».
A pesar de la complejidad de la cocina, el modelo de servicio es ágil y eficiente, los clientes piden y pagan en la caja o a través de la aplicación, acelerando los procesos. Y aquí es donde viene el misterioso «fine casual»: fusionar la calidad gastronómica de la alta cocina con la comodidad de un servicio rápido.
El restaurante realmente es verde, lo ves nada más entrar, te entra por los ojos y te entra en cada plato. Más del 90% de los productos que utilizan en sus preparaciones son vegetales, pero también ofrecen proteínas animales de origen ético, servidas en raciones equilibradas y acompañadas de abundantes verduras frescas. Todas las tendencias saludables tienen cabida y esto permite a cada cual personalizar su plato según sus gustos y preferencias, adaptándose a una amplia variedad de estilos de alimentación, como vegetarianos, plant-based, sin gluten, paleo o macrobiótico.
Bueno y ahora que te he abierto boca y sin más preámbulo te llevo a la extensa carta, es una travesía larga, porque este lugar esta abierto para desayunar, almorzar, comer, merendar, cenar y resopar!!! Empiezo por los desayunos, que fue donde más disfruté, no me podía creer que los porridge de Klear Labs de Golborne Road de London los encontraría a la vuelta de la esquina, por cierto nada que envidiarles.No lo he dicho, pero la creatividad es pura fantasía convertida en comida, para todos los paladares.
Mirad este bowl Protein power overnight oats. Porridge de avena y quínoa tricolor remojado durante un día en leche vegetal, canela, granola casera de frutos secos, yogourt de coco, plátano caramelizado, mantequilla de almendra, frambuesa, arándano, naranja y sumak, al final le quieres meter la lengua al cuenco.
El Yogurt with fresh fruit sorprende, quizá por el almíbar de remolacha o por la frescura de la menta con frutas y compota afrutada, va servido con mantequilla de almendra, granola de frutos secos, pistacho, granada, pera en almíbar de remolacha y hojas de menta.El Pudding de chía hecho en casa con leche de coco, keto granola con nueces pecanas, compota de frutas y frambuesa puede ser un desayuno light o un delicioso postre.
Pero aquí empiezan los desayunos, una extensa variedad de tostadas con panes artesanales con y sin gluten, pa amb tomaca a su propio estilo, tostada de aguacate, de semillas, con spirulina, con setas, con muchos etc.
Al medio día sigue la función con los Garden Bowls, los market plates, los entrantes para compartir y la esquina del vicio Sweet corner, una barra repleta de los postres más inverosímiles y delirantes, Coliflower mocha Brownie, con caramelo salado de tahini y nueces caramelizadas o la macadamia miso cheesecake, con Macadamias, frambuesa y caramelo de miso , este me dejó los ojos bizcos, el sabor umami en el postre pero con sabor a miel, una locura. También tienen los clásicos banana bread, chocolate row y de nuevo etc, etc, etc, ∞.
La barra de bebidas es de una riqueza y una generosidad única, las limonadas de frutas las tienes a tu disposición para beber cuanto te plazca, ¡endless! y a la altura del vegan más trendy de NY o LDN. Tienes una variedad de kombuchas de fermentación natural, zumos prensados en frío, licuados protéicos, variedad de bebidas detox y shots para todas las condiciones.
Te podría seguir narrando la carta con detalle y seguro que no termino, lo mejor es que te pases para probarlo, el restaurante se encuentra en C/ Pascual i Genís, 15 de València. También puedes pedir a domicilio sin ningún coste, directamente o través de la aplicación.
A mí me ha puesto muy contenta este proyecto. Es como que se avecina una revolución verde, una revolución sana.