VALÈNCIA. El patronato de la Fundación Bancaja, presidido por Rafael Alcón, ha aprobado en su reunión de esta tarde el plan de actuación para 2018, que contempla la programación principal en sus dos áreas estratégicas de acción social y cultura. En el área cultural, durante el próximo año se desarrollarán exposiciones que tendrán como protagonistas a Ignacio Zuloaga, Pablo Picasso, Joaquín Sorolla, Miquel Navarro, Andreu Alfaro, Uiso Alemany y la generación de artistas valencianos de los años 60 a los 80.
Durante el primer semestre del año, se llevará a cabo una exposición centrada en Ignacio Zuloaga, que será la primera muestra monográfica del artista que se realiza en Valencia. Contará con una selección de más de 70 lienzos procedentes de una treintena de colecciones públicas y privadas nacionales e internacionales que recorrerán las primeras obras del pintor, en las que se aprecia su interés por el costumbrismo, sus primeros acercamientos a la vanguardia y su búsqueda de una respuesta plástica al paisaje que le rodea. En el primer semestre también se podrá ver en la sede de la Plaza Tetuán una exposición del escultor Miquel Navarro, especializado en la elaboración de paisajes escultóricos, ciudades, instalaciones y montajes de pequeños elementos variables que conjugan escultura y arquitectura. El recorrido por la muestra dejará ver su trabajo con distintos materiales como barro, plomo, zinc, vidrio, piedra, yeso y acero corten. La Fundación Bancaja ofrecerá también una muestra de Joaquín Sorolla con una selección de obra de temática sacra. La programación del primer semestre se completa con Espais d’Art, una exposición colectiva del trabajo de artistas valencianos pertenecientes a las generaciones de 1960 a 1980.
Durante el segundo semestre del año, la programación contará con una exposición que, con casi un centenar de piezas procedentes de diferentes instituciones, pretende plasmar la alegría de vivir que acompañó a Picasso a lo largo de su vida y que así trasladó a numerosas obras durante su trayectoria artística. Además, se ofrecerá una retrospectiva que recorre la producción de Andreu Alfaro desde sus comienzos en 1958 hasta su fallecimiento en 2012. Más de medio centenar de obras que se centran en la escultura de formato pequeño y mediano tratando de acercar al espectador al taller del artista como laboratorio de investigación y experimentación. También en la segunda parte del año, tendrá lugar una exposición sobre la obra de Uiso Alemany, haciendo hincapié en la última producción del artista.
Junto a las exposiciones, se desarrollarán otras actividades culturales como el ciclo Concerts a la Fundació, por el que el año pasado pasaron más de 6.200 personas. Además, se desarrollarán acciones culturales de arraigo como la Ronda a la Mare de Déu o los conciertos del Retaule de Nadal.
En el área de acción social, una de las líneas principales de actuación se dirigirá al apoyo a las asociaciones sin ánimo de lucro de la Comunidad Valenciana a través de convocatorias de ayudas para proyectos que se dirijan a los colectivos de personas en riesgo de exclusión social y personas con discapacidad. Con el objetivo de acercar el arte a toda la sociedad, la Fundación Bancaja ofrecerá talleres vinculados a sus exposiciones con una didáctica específica para los colectivos de personas mayores, escolares, personas con discapacidad y personas en riesgo de exclusión social. Además, se realizarán programas y actividades para público infantil y familiar, así como acciones de sensibilización social.
Junto con la labor social y cultural, la Fundación Bancaja continuará impulsando la actividad del Monte de Piedad en sus oficinas de Valencia, Alicante, Castellón y Murcia, que ofrecen una financiación alternativa, inmediata y sin avales con la aportación de joyas como única garantía.
El patronato ha aprobado también en su reunión de esta tarde el presupuesto de 2018, que asciende a 6,1 millones de euros, importe que proviene principalmente de los ingresos aportados por la actividad del Monte de Piedad.
El Año Sorolla clausura sus actividades en València con una gran exposición en Fundación Bancaja en la que la emoción une el trazo del pintor y el relato de Manuel Vicent