Buen producto
Barrafina desembarcó en la ciudad amparada por las credenciales de la familia Arribas y, enseguida, demostró que no le hace falta presumir de hermano mayor (Q Tomas). Porque Barrafina tiene muy clara su personalidad, cimentada en un producto insuperable que aquí se presenta para compartir y con cierto aire informal. Me sigue sorprendiendo cómo de esa cocina minúscula puede salir una carta tan amplia y una ejecución tan perfecta. Julia Martínez dirige el local y domina la sala evidenciando que el éxito del restaurante recae en gran parte sobre ella. Se agradece que entre el mar de franquicias que invade el centro, alguien decida apostar por algo tan de verdad.
Plato destacado: El montadito de atún rojo.
El montadito de atún rojo