Una de las novedades del mes en Valencia nos sirve para divertirnos a la hora de comer con poco tiempo y por muy poco
VALENCIA. Aunque la cocina de Karak es tan creativa como sólida, la semana pasada nos encorsetamos en estos 12,90 euros para prepararnos un Fit&Walk a su antojo. Cierto: sucumbimos a lo healthy del momento, quizá sobrepasados por la idea de que el verano llega y este año tampoco cumpliremos con las expectativas del canon estético autoimpuesto.
Quizá por eso, quizá porque ha sido una semana lluviosa, el margen que va del hambre hasta los 12,90 euros -el límite que nos fijamos para esta sección que quiere comerse Valencia cada viernes- nos lo vamos a gastar en un capricho inmediato. En la Calle Moratín 13 ha abierto Picsa, la pizzería argentina del grupo Sudestada que tan popular se ha hecho en Madrid durante los últimos años. Allí también se han hecho populares con el restaurante que lleva su nombre, pero también con el asiático Chifa, un must de la capital.
Pero en Valencia, a pie de calle -y en la parte trasera de la Filmoteca para los que la visitamos con asiduidad- se abre la propuesta más directa de las que poseen: pizzas argentinas, tamizadas con el producto local y horneadas a leña. Ideadas por el jefe de cocina Mariano Gargiulo, la masa de estas pizzas es el primero de sus puntos clave. Esponjosa, generosa, su receta argentina ya es un bocado más que interesante junto a la mezcla de tres quesos que conforma su base.
Aunque su cocina es al estilo -cada vez más extendido- non stop kitchen, vamos a suponer que es la hora de la comida, que no está siendo nuestro mejor día, que algo ha de suceder para volvamos a recuperar el mejor de nuestros humores y que, por si fuera poco, nos apetece rockanrolear un rato con algún compañero. Pues bien, aunque en Picsa se puede desayunar, almorzar o cenar, nuestra comida para cumplir con los 12,90 euros va a ser tan sencilla con dos porciones de pizza, una cerveza y un café. La pizza, calabresa, porque sin prescindir de esa masa generosa de harinas y queso, el chorizo ibérico y las piparras nos agitan con un bocado picante que acristala los ojos de sabor; la cerveza, La Virgen Jamonera, artesana madrileña del propio grupo, que siendo idónea para cualquier bocata, potencia la travesura calabresa; el café, para seguir rodando en nuestra jornada de actividad.
Esta semana, por si fuera poco, nos quedamos en torno a los 9 euros.
Para los que no tengan tanto atrevimiento, Picsa tiene un menú de 11 euros completo: un mezze que bien puede ser el Vitel Toné (carne de aguja con salsa provolone, anchoas y ventresca), el escabeche de berenjena, el porotos en vinagreta (biológicos, con cebolla, pimiento, zanahoria y laurel), su selección de quesos 'Mon de ger' y 'Braojos' o la mortadela trufada. A nosotros nos mueve bastante el escabeche de berenjena, si es que hay que elegir. Se acompaña con dos porciones de pizza, entre las que nosotros -además de la calabresa- destacamos la de higo blanco y pato. La bebida y el helado casero o café, también caben en el precio.
Lo que a mediodía se incluye en esta horquilla, a la noche puede ascender hasta los 15 o 20 euros. No obstante, no es cualquier asunto la selección de vinos que se propone el restaurante, con sudamericanos y españoles, tinos, blancos y ecológicos por copas a un precio muy atractivo.
La semana pasada ya hablamos de la fugazza, y hay otras pizzas como la de pato e higos que no están nada mal. No obstante, tal y como ya hablamos con su chef madrileño, Estanis Carenzo, el gran valor de Picsa llegará cuando los productos locales se integren definitivamente en su carta. Él mismo es un apasionado del Mercado Central, el cual visita siempre que pasa a echarle un ojo a la nueva sede valenciana del grupo.
FICHA TÉCNICA
Nombre: Picsa
Zona: San Francesc - Centro
Teléfono de reservas: 963 21 11 73
Precio: en nuestro itinerario ágil de mediodía, 9 euros; menú a mediodía , 11 euros; ticket medio habitual, entre 15 y 20 euros
Dónde está: Calle Moratín, 13
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