VALENCIA. En siete días se inicia la trigésimo primera edición de Cinema Jove, el Festival Internacional de Cine de Valencia que depende -y se nutre- orgánicamente de la Generalitat Valenciana. Con su programación (todavía no disponible por días o sedes en su web), el público podrá disfrutar de 10 largometrajes, 58 cortos y 20 webseries internacionales a través de sus secciones oficiales, esta última como novedad absoluta. Además, podrá acudir a la retrospectiva del cineasta franco-camboyano Rithy Panh, que visitará la ciudad pare recoger el Premio Luna de Valencia, así como una selección de películas estrenadas en el Sarajevo Film Festival o las tradicionales sesiones de cine nocturno en los Jardines de Viveros, este año en dedicadas a Alfred Hitchcock y François Truffaut. Es solo una parte significativa de los ocho días de proyecciones, del 17 al 24 de junio, que dan forma a una edición que enciende el proyector nuevamente entre urgencias. Si cabe, más al límite que nunca.
Hace apenas 40 días, un Tribunal Administrativo paralizaba la adjudicación de su organización tal y como avanzó Valencia Plaza. Abel Guarinos acababa de aterrizar en su despacho como director de CulturArts, y aun sin saber todavía cómo salvarían el match ball pero con la energía con la que irrumpió en su nuevo cargo, ya aseguró que el festival saldría adelante "como sea". Y así, la celebración de un certamen internacional llamado a captar el talento de cineastas de todo el mundo para que estrenen sus largometrajes o presenten sus cortos o webseries en Valencia, abría oficina hace un par de semanas.
No significa que hasta esa fecha su director, el único empleado del festival que trabaja durante todo el año, no hubiera preparado sus variables, lanzado sus redes, avanzado las retrospectivas de Panh o del festival de Sarajevo, no, pero su brazo operativo, quien por logística, viajes, estructura, protocolo, comunicación, etcétera, debía convertir todo lo previsto en realidad, se sumía -y allí sigue- en la fabricación de un festival plagado de esfuerzos y soluciones de última hora. Por repetición de la partida ("como el año pasado o peor", apunta una fuente de la organización), si cabe peor.
No es el modelo. Lo dejó claro su director, Rafa Maluenda, cuando el pasado mes de diciembre se arropó de los testimonios de Javier Angulo, director del Festival Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), y José Luis Cienfuegos, director del Festival de Cine Europeo de Sevilla, para proclamar en La Nau de la Universitat de València que la idea de sostener un festival de ámbito e interés global operando apenas un trimestre al año (o dos meses en el presente y el pasado ejercicio) no tenía sentido. "No son las condiciones para ser un festival. La actual situación tiene que ser forzosamente una excepcionalidad. No se puede convertir en norma y estoy tranquilo una vez que esto se ha asumido", declara el propio director de Cinema Jove a este diario en referencia al nuevo Gobierno autonómico.
La incertidumbre no tiene que ver con la continuidad del certamen ni con la implicación por parte de la Administración. Tal y como ayer expuso en su presentación el secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, Cinema Jove es "una referencia europea como festival internacional de cine" y "cuenta con una identidad consolidada y mantenida coherentemente a lo largo de su historia, que debe servirle para apostar cada vez más por los jóvenes profesionales del cine y el audiovisual con el fin de descubrir nuevos talentos". Como con otras estructuras que, quizá, hubieran podido parecer en cuestión tras el cambio de Gobierno (como el Palau de Les Arts, Sagunt a Escena...), la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, ha optado por reforzar los grandes proyectos ya existentes y potenciarlos.
De hecho, tras años de recortes, el festival vio un aumento de su presupuesto al inicio de este año. Un aumento, precisamente, para la licitación del concurso que por primera vez en su historia se ha paralizado. Quienes encontraron irregularidades en el proceso, empresas que se presentaron al concurso y no resultaron ganadoras, ensalzan en conversación con este diario que un tribunal haya paralizado el concurso por sospechas ante la adjudicación a Solventa, Solucions Bàsiques per Entitats i Ciutadans, S.L. (empresa adjudicataria de la pasada edición y que lo iba a ser de la 31ª y 32ª). Estas fuentes aseguran que están mirando "con lupa" el proceso de contratos menores para la celebración del presente certamen. En el momento de la edición de este artículo, el portal de transparencia de CulturArts cuenta con dos contratos 'subidos' que apenas alcanzan los 30.000 euros de los 250.000 que aproximadamente estaban licitados. Se ha contado con más de 20 empresas, hay un centenar de personas trabajando en el festival, la programación y la producción están cerradas, pero los contratos todavía no aparecen en el sitio web.
Con todo, la incertidumbre pasa por concretar, una vez clara está la identidad del festival, su bagaje y potencialidad, qué papel cumple el festival en el escenario internacional. Con algo más de 500.000 euros de inversión para las arcas públicas (el dato exacto variará "según las necesidades", apuntó Guarinos ante la prensa en la presentación), el encuentro ha acusado como pocos la explosión y crecimiento de festivales en Europa y en España y los recortes (llegó a tener casi el doble de su actual presupuesto hace apenas unos años). Con la duda de si, finalmente, el puesto de Maluenda saldrá a concurso a medio plazo, lo que la edición experimental sí podría dejar de poso podría ser un cambio de modelo en la búsqueda de una gran empresa adjudicataria. Los representantes de la Conselleria señalan que se seguirá trabajando con personal propio, pero también habrá que contratar algunos servicios a empresas, puesto que, entre otras cosas, la Ley de racionalización del sector público no permite realizar nuevas contrataciones. En todo caso, Albert Girona ha abogado por analizar con calma cuál es el mejor método de gestión para que se aplique de manera permanente. "Sería lo ideal", ha comentado.
Un festival que se renueva con su refrescante incorporación de la sección de webseries o del primer Film Camp Jove, una experiencia formativa en la que 17 jóvenes realizan un cortometraje con profesionales como Enrique Urbizu o Paco Belda, pero también un festival apocado por sus circunstancias operativas. En la convocatoria de 2016, Cinema Jove ha incluido en su Sección Oficial de Largometrajes 10 películas a competición, como siempre, primicias en España. Los títulos, que tienen en común estar realizados por autores "inquietos e inconformistas", se suman a la flamante Sección Oficial de Cortometrajes -con un "altísimo nivel", ha subrayado Maluenda- que contará con 58 trabajos, mientras que la ya citada nueva Sección Oficial de Webseries congregará a 20 proyectos, 3 de ellas de ámbito internacional. Además de los reconocimientos a Panh y el festival de Sarajevo, "un referente" para Cinema Jove, según Maluenda, el encuentro valenciano concederá el premio Un Futuro de Cine a los actores Ingrid García-Jonsson y Daniel Grao.
Cinema Jove acogerá un año más O!pla Across the Borders, el festival de cine de animación polaco que exhibe las películas del citado certamen en Valencia. Destacarán, también la mencionadas proyecciones de lo Jardines de Viveros con el ciclo de Hitchcock/Truffaut: 50 aniversario, que coincide con el que ya estaba programado en la Filmoteca. De hecho, fuentes del Institut Valencià del Audiovisual i la Cinematografia, el IVAC, han asegurado a este diario que la propuesta de Cinema Jove llegó una vez programado el ciclo A propósito de Hitchcok en la Filmoteca de Valencia. Sea como fuere el solapamiento, coincidencia y final sincronización, la propia Filmoteca acogerá la proyección del imprescindible documental Hitchcok/Truffaut (Kent Jones, 2015) y hasta las noches de cine a la fresca llegarán los títulos La noche americana, Viamente el domingo, Fahrenheit 451, Crimen perfecto, Con la muerte en los talones, Los pájaros, El último metro, Psicosis y Extraños en un tren.
Esta no es toda la programación, sino algunos de sus destacados. El detalle completo se podrá consultar en su web o pormenorizar en el punto de información del festival. Eso sí, para encontrarlo habrá que llegar hasta el pasillo de la primera planta del Hotel Astoria. Aunque no es la primera vez que hay un punto de información en este enclave, no cabe dejar de preguntarse si el hall de la propia Filmoteca o cualquier otro espacio público y propio de la Administración no hubiera sido más visible y efectivo para fomentar la participación del público. El festival perdió 2.500 espectadores el pasado año (de 24.000 a 20.500) con respecto a 2014, tal y como avanzó Valencia Plaza, aunque ninguno de sus impulsores haga referencia a ello.