VALÈNCIA. Parecía la solución lógica y la reestructuración del grupo municipal València en Comú lo ha aprobado: las competencias escénicas y el ámbito cultural de Las Naves va a parar a Acció Cultural, concejalía comandada desde el inicio de legislatura por María Oliver y que remunicipalizó el Teatre el Musical. Así, dos de los tres teatros públicos de la ciudad de València pasan a estar bajo un mismo techo político, después de que la separación de competencias dentro del grupo político hubiera mantenido separada a Las Naves de esa gestión.
Esta ha sido la reestructuración de competencias tras la marcha de Peris
El equipo de Acció Cultural y Oliver, que en la reestructuración asume la portavocía del grupo, pasarán así a coordinar ambos teatros públicos, quedando solo fuera de su control el Espai Rambleta (de gestión privada). Tal y como ha podido saber este diario, los ámbitos e implicaciones culturales de Las Naves, que desde el cambio de estrategia impulsado por su ahora exdirector, Rafael Monterde, había generado algunas dudas entre los agentes culturales, pasan a funcionar de manera independiente a la Fundación Inndea, que pasará a estar liderada junto a la concejalía de Innovación por el edil Berto Jaramillo.
La mesa de coordinación de València en Comú ha tomado una decisión que pone en tela de juicio la estrategia de Monterde que impulsó junto a Jordi Peris, hasta hace tan solo unos días responsable de la concejalía de Innovación que gestionaba las fundaciones municipales Inndea, sobre Cambio Climático y Crea, de donde era originaria Las Naves. Oliver, que ostentará la coordinación del área de Educación, Juventud y Deporte, además de Gestión de Patrimonio Municipal y Vivienda, podrá poner en marcha así su plan de legislatura de que exista un coordinador general para los teatros públicos municipales que eviten duplicidades y competición en el mercado.
Esta sincronización de competencias también prevé la generación de algunas duplicidades. Mientras que llega un nuevo director para la Fundación InnDea (algo que se espera resolver entre septiembre y octubre, según ha apuntado fuentes del grupo a Valencia Plaza), por el momento València en Comú deberá unificar recursos tanto de programación como de líneas de apoyo al desarrollo de artes escénicas, musicales y visuales. Por ejemplo, en ambas se han desarrollado residencias escénicas y ayudas a la producción que ahora estarían llamadas a unificarse en la convocatoria de 2018 de Acció Cultural. De esta manera y a falta de que el plan se detalle, los agentes de estas disciplinas tendrán una ventanilla clara en la concejalía de Oliver.
La idea original de la ahora portavoz de València en Comú y de su equipo tiene mucho que ver con 'escuchar' a ambos espacios y a su entorno para decidir cuáles son las líneas a desarrollar. El número de butacas, de servicios añadidos y los distritos en los que se enclavan deberían determinar líneas diferenciadas de programación y ayudas. En este caso, no obstante, quedaría saber qué papel podría jugar el Espai Rambleta a criterio de Acció Cultural. Si nada cambia, la gestión privada del contenedor cultural del Bulevar Sur seguirá su curso con los compromisos ya concertados con el Ayuntamiento, mientras que el Musical y Las Naves estarían llamados a confluir en recursos de ahora en adelante.
La reestructuración de competencias llega tras la dimisión de Jordi Peris. València en Comú ha redistribuido funciones y, en ese nuevo organigrama, Las Naves queda dividida con dos objetivos: por un lado seguir siendo la casa habitual para las escénicas y las actividades derivadas de su origen cultural; por otro, ser el espacio de trabajo y desarrollo de proyectos de los objetivos impulsados por las fundaciones Inndea y del Cambio Climático. Un espacio de operaciones conjunto que viene funcionando así desde que hace poco más de medio año el ahora ex director de las fundaciones, Rafael Monterde, decidiera que el espacio de la avenida de Juan Verdeguer cobijara a todos los grupos de trabajo que pasaban a pertenecer a un mismo organismo municipal.