VALENCIA. Aproximadamente dos meses después de que se hiciera pública la intención del Ayuntamiento de Valencia de externalizar la comunicación con los barrios de Orriols, Nazaret y Benimaclet, el gobierno municipal ha puesto el freno a este proyecto, formulado en tres contratos distintos, retrasando la adjudicación de los mismos hasta después del periodo vacacional. Aunque se desconocen los motivos por los que la concejalía de Participación Ciudadana, liderada por el portavoz de València en Comú Jordi Peris, ha tomado esta decisión,lo cierto es que la gestión del proceso de selección, interno pues al tratarse de tres contratos menores no han de salir a concurso público, fue criticado incluso por algunas de las empresas que disponían del pliego.
El retraso afecta a la contratación y, en consecuencia, a la puesta en marcha de un plan que tenían bien definida la fecha de inicio. El pliego para la contratación de las tres empresas especifican claramente los plazos de ejecución y cronograma del proceso. Así las cosas, el proyecto debía haberse iniciado el pasado mes de junio con una duración de 26 semanas, mientras que la fecha prevista para la entrega del documento final de la estrategia integral participativa se situaba en el 21 de diciembre, documento que, de cara al próximo año, había de incluir un nuevo calendario con las acciones a desarrollar programadas.
El presupuesto para la elaboración de la estrategia es de 18.000 euros (IVA no incluido) por cada unos de ellos, un total de 54.000 euros (IVA no incluido) para los planes de Orriols, Nazaret y Benimaclet. La misión de las tres empresas contratadas es la de definir necesidades de cada barrio, realizar distintos encuentros con los actores representativos de cada zona para dar a conocer el proyecto e involucrarlos en el mismo y, al final de esta primera fase, conocer las temáticas y forma de organizar el proceso. En segundo lugar, la empresa contratada ha de gestionar un “autodiagnóstico” que en última instancia sirva al gobierno municipal para detectar problemas y priorizarlos.
A partir de este análisis se desarrollará la estrategia de trabajo participativo en forma de talleres, entrevistas o grupos de discusión cuyo resultado será público. Tras las propuestas y consensos se definirá la estrategia integral participativa,punto en el que acaba la labora ha desarrollar por las empresas contratadas,pues la ejecución de los problemas no está contemplado en el plan. El encargo es, en resumidas cuentas, la interlocución con los diferentes agentes sociales del barrio pues, una vez definidas las propuestas depende del presupuesto del consistorio que se puedan ejecutar e incluir en los mismos.