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El tripartito aprueba impulsar la "autonomía" del Museu de Belles Arts

2/12/2022 - 

VALÈNCIA. El Museo de Bellas Artes de València encara un 2023 con no pocas cuestiones en el tintero, entre ellas dos bien importantes en el ámbito expositivo: la celebración del Año Sorolla, que salpicará su próxima programación, y la recepción de la Colección Lladró tras su adquisición por parte de la Generalitat, obras que recalaran en el museo valenciano tras una primera parada en el antiguo edificio de Correos, donde se expondrá en su totalidad. Pero no todos los proyectos pasan por el ámbito expositivo, también por la no menos importante arquitectura interna del centro, un museo que lleva años reivindicando la necesidad de mayores recursos. “Somos pocos y sin demasiado dinero”, incidía hace apenas unos días el director, Pablo González Tornel, durante la presentación de la nueva sala de las esculturas.

De titularidad estatal y gestión autonómica, la compleja estructura administrativa del museo torpedea en gran medida la gestión del mismo, un problema que está sobre la mesa desde hace años -varias legislaturas atrás- y sobre la que no se ha llegado a una solución definitiva. Esta pasaría necesariamente por llegar a un acuerdo entre Generalitat y Ministerio de Cultura, que en última instancia debe aprobar cualquier cambio en su naturaleza jurídica. En este sentido se han puesto sobre la mesa, sin éxito, fórmulas como la creación de un consorcio o fundación, mecanismos rechazados a la postre que tienen por objetivo lograr una mayor “autonomía” para el centro, un objetivo que vuelve a estar sobre la mesa en 2023 con la inclusión en la Ley de Acompañamiento de una enmienda –impulsada por los tres partidos del Botànic- que lo marca como objetivo inmediato.

Esta enmienda fue aprobada este mismo jueves, por lo que será incluida en la mencionada norma, una enmienda que dice: “Para realizar las gestiones encomendadas en régimen de descentralización funcional, se podrá crear una Entidad de Derecho Público del Museo de Bellas Artes de València, que tendrá personalidad jurídica propia, autonomía funcional y de gestión”. Será, pues, este año de elecciones el que la Conselleria de Cultura marca como clave para avanzar en la autonomía de la pinacoteca, un proyecto que, a pesar de la aprobación del texto, tiene más de un reto por delante. 

Y es que la gestión de la enmienda no ha sido sencilla. Si bien el texto plantea una fórmula más que concreta para el futuro del museo, desde la Conselleria de Cultura matizaban una vez presentaba la enmienda el mismo contenido. Preguntados por este diario al respecto, desde el departamento de Raquel Tamarit aclaraban que todavía no hay todavía acuerdo con el Ministerio de Cultura sobre la fórmula que seguirá la pinacoteca valenciana y que la Entidad de Derecho Público es solo una de las que se plantean. En este sentido, y teniendo en cuenta que el texto incluido en la Ley de Acompañamiento solo menciona esta, apuntaban a uno de los verbos –“se podrá crear”- como clave para entender la propuesta como posibilidad y no como certeza, un verbo que apuntan como “condicional” (aunque en realidad no lo es). En cualquier caso, será 2023 cuando, ahora sí, Cultura espera despejar una incógnita que lleva años sin ser resuelta. 

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