VALÈNCIA. Enrique Bañuelos ha sustituido al frente de la presidencia ejecutiva de Inzile a Håkan Örtenholm tras la renuncia de este último a finales del mes pasado. Algo lógico, por otro lado, porque más de la mitad del capital de la cotizada sueca está controlada por QEV Electromobility -anteriormente eFashion Championship (eFC)-, propiedad del conocido empresario saguntino. Tal y como publicó este diario en febrero de este año, su hija Gloria ocupa un sillón en el consejo de administración de la nórdica.
Enrique Bañuelos llega a la presidencia con una Inzile 'tocada', tanto en lo que se refiere a sus últimos resultados como a su evolución bursátil. Así, el fabricante de vehículos eléctricos inteligentes perdió 6,12 millones de euros al cambio entre enero y junio de este año. O lo que es lo mismo: más que quintuplicar los 'números rojos' de 1,10 millones del primer semestre de 2021. Por su parte, las ventas ascendieron a cerca de 700.000 euros.
Las acciones de Inzile se dejan este año un 15,5% -tomando el cierre de ayer miércoles- frente a la caída de casi el 70% de todo 2021. Y no solo eso sino que el pasado 30 de agosto marcó mínimos históricos como se observa en el gráfico de YahooFinance. Tomando la referencia del 22 de junio de 2021, cuando el fundador de la extinta Astroc anunció su intención de hacerse con la sueca, la pérdida es del 68%. De este modo, la capitalización se ha reducido por debajo de los 74 millones de euros, lo que la convierte en una 'small cap' o empresa de pequeña capitalización propia del mercado donde cotiza: el Nasdaq First North Growth Market del Nasdaq Nordic, lo que vendría a ser el BME Growth español.
Pese al mal tono actual, Inzile cuenta a su favor con el hecho de que participa activamente en el hub de Descarbonización de Barcelona (D–Hub), a través de QEV Technologies de la que controla el 19,6%, situado en los terrenos que ocupaba anteriormente la multinacional Nissan. De ahí que pueda utilizar dichas instalaciones para el diseño y producción a escala de sus nuevos vehículos previstos; mientras prevé poder comenzar a sacar partido dentro de un año.
QEV Technologies lidera junto a Barcelona Technical Center (BTech) este proyecto de descarbonización de la cadena de valor del vehículo eléctrico conectado. Lo hacen junto a una veintena de firmas, que van a acometer una inversión de unos 305 millones de euros. Su objetivo no es otro que ser un revulsivo para la automoción de España; además de atraer inversiones de calado y transformar la movilidad en clave sostenible.
Buena parte de dichos recursos serán destinados a la reindustrialización de las plantas de Nissan en Barcelona y, con ello, fomentarán la creación de un ecosistema de compañías que integren nuevos proyectos y modelos de negocio entorno a la electromovilidad. Por lo pronto el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha adjudicado a D-Hub 105,1 millones de euros, es decir, casi el 15% de los 702,7 millones asignados por el Gobierno al Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC).
Lo que ya es una realidad es la nueva plataforma de coches eléctricos (EVI) monovolúmenes de la nórdica. "Con ella pretendemos cambiar la movilidad en su conjunto. A través de ella revolucionamos la forma de producir y enviar nuestros vehículos eléctricos. Toda la tecnología esencial está integrada en la plataforma, lo que tiene un gran impacto en la posible personalización de los vehículos futuros", informó el pasado lunes Inzile a través de un comunicado.
De momento el primer producto ha sido un camión ligero eléctrico para servicios de transporte en el centro de las ciudades y sus alrededores."El proceso de montaje y el servicio de vehículos en los sitios de ensamblaje locales están optimizados para escalar y entregar servicios de alta calidad a clientes de todo el mundo", apunta Klas Åhgren, gerente del Área de Negocios de la cotizada. "Se trata de una solución llave en mano'.
Por su parte, Måns Sjöstedt, consejero delegado de Inzile, manifiesta que "estamos reduciendo drásticamente las emisiones relacionadas con el transporte y creando puestos de trabajo, ya que el montaje y el servicio se pueden llevar a cabo localmente. Nuestro modelo de negocio crea un nuevo ecosistema con la sostenibilidad en su núcleo. Reutilazamos piezas siempre que nos sea posible, reciclando el resto y teniendo un impacto social mientras lo hacemos".