La filoxera es un insecto introducido en Europa a mediados/finales del siglo XIX a través de plantas americanas. Provocó una epidemia que destruyó prácticamente la totalidad de los viñedos. En esta época -curiosamente- también llegaron dos de las enfermedades más comunes en la viña, las cuales también vinieron con las variedades americanas: el oídio y el mildiu.
La solución, con respecto a la filoxera, pasó por sustituir las vides europeas por americanas. Así, de golpe y porrazo, se cambiaron todos los patrones (lo que está bajo la tierra) y se prohibió plantar la variedad directamente (pie franco). Es decir, causaron el problema, pero (¡qué casualidad!) ellos mismos tenían la solución. Me recuerda a nuestra era: al virus, la vacuna…
No estoy vacunado. No soy antivacunas ni negacionista. Tampoco egoísta, más bien todo lo contrario. Si lo fuera, me habría vacunado para poder ir a los restaurantes cuando se nos prohibió y poder viajar por todo el mundo sin mayor problema. Pero no voy a hacerlo solo por este motivo, por este chantaje al que hemos sido sometidos. No sé si las vacunas son buenas o no, pero creo que esta última se ha realizado en tiempo récord. Y esto sí que me da mucho miedo. Muchos como yo, se han sentido invadidos, prisioneros, solitarios. Han tratado de enfrentar y dividir a las personas.
Y, todo esto, me vuelve a llevar a la filoxera (y al mildiu y al oídio). Enfermedades que cambiaron de forma negativa los viñedos, trayéndonos de su mano todos los productos químicos que se empezaron a añadir en las viñas: fungicidas, herbicidas, cobre, azufre… El que trajo el problema, ya tenía el remedio. Y parece claro que, desde entonces, alguien se está enriqueciendo con estos venenos.
Respeto yo siento para el que piensa distinto
Respeto yo siento para el que lo hace distinto
Primer día del reclutamiento (15 de marzo de 2020). Salí a comprarle huevos al Chacho. Huevos normales: de gallinas, patos y pavos criados en libertad. Un policía me detuvo en la rotonda:
“¿Dónde vas?”
“A comprarle huevos al Chacho”
“No se puede. ¿No sabes que hay confinamiento y las multas por salir pueden llegar hasta los 25.000 €?
“No tenía ni idea señor agente, no tengo televisión ni internet. Pero entonces, ¿no podemos salir de casa ni siquiera para comprar comida?”
“Solo se puede salir para ir a la farmacia y al Mercadona”, me respondió el policía.
Caso real. Me puse a temblar.
¿Qué empresas han ganado en este tiempo? Amazon -sin duda-, Mercadona y los chorizos que se enriquecieron con la llegada de mascarillas. Y los bancos, evidentemente, ellos siempre ganan. Mucho más con las desgracias de la gente.
Vacunar a los vacunados
vacunar a la intolerancia
y a la orgullosa ignorancia.
Vacunar a los convencidos
vacunarse convencidos.
Vacunarte a ti avaricia,
vacunarme ante la vuelta,
ante la ansiedad de no tenerte,
ante la soledad y ante la muerte.
Soy viticultor y elaborador de vinos naturales: sin aditivos. No tengo internet. ¿Radical?