Amstel ‘Hecha en Valencia’ se une a la iniciativa de Heineken® para seguir apoyando a los bares. Once son los bares de la ciudad en los que la cervecera ha intervenido sus cierres y persianas para llenarlos con frases motivadoras
VALÊNCIA. Cuando los paseos por las calles de València se han convertido, en demasiadas ocasiones, en un desmoralizador desfile ante persianas bajadas, Amstel ha aprovechado para llenar las de algunos de los bares de la ciudad con mensajes motivadores como “Hacerlo bien es levantarse siempre” o “Cogiendo fuerzas para poneros todas las pendientes”. Se trata de Shutter Ads, una iniciativa liderada por Heineken® a nivel nacional, dentro del movimiento #FUERZABAR, en la que también suma esfuerzos Amstel ‘Hecha en Valencia’.
Once son los locales que participan: La Fragua, Vinisimo & Beer, Danubio Alameda, El Garaje Foodie, La Pascuala, Puerta del Mar, Vaqueta, Boatella, Taberna Germanías, Homenaje y Restaurante Augusto. Este primer listado incluye desde espacios de gran tradición a otros nacidos recientemente. Diversas propuestas, que podrían verse como una muestra del variado abanico de estilos que conforma el panorama hostelero de la ciudad.
Todos ellos, a cambio de ceder sus persianas para lanzar estos mensajes de ánimo, han recibido el apoyo de Amstel ‘Hecha en Valencia’ para sostener su actividad. “Desde el inicio de la pandemia, hemos estado al lado de un sector que es fundamental para la sociedad y economía valencianas”, señala Marta García, directora de Marketing de HEINEKEN España, recordando que Amstel es la única gran cerveza que elabora sus productos en la Comunitat, con el consiguiente arraigo al territorio y creación de empleo, directo e indirecto.
Un compromiso que caracteriza al movimiento #FUERZABAR, con el que se han aportado más de 15 millones de cañas a los bares y restaurantes españoles. Además, han conseguido la colaboración de otras marcas de alimentación y bebidas para recaudar más de 21 millones de productos con los que apoyar a los restauradores en su reapertura tras el confinamiento.
Sin embargo, el compromiso de este movimiento impulsado por HEINEKEN España, con la fuerza de sus enseñas Amstel, Cruzcampo y Heineken®, no se ha limitado a aquella primera fase de la crisis sanitaria, sino que ha permanecido activo ininterrumpidamente, con una inversión superior a los 150 millones de euros para apoyar a la hostelería en planes de formación, asesoramiento, ayudas directas o iniciativas como Shutter Ads.
Igual que bajar la persiana tiene un significado muy claro para quienes se han visto abocados a hacerlo en los últimos tiempos, levantarla es todo un reto en el que Amstel quiere mostrar su apoyo a los baristas. “Lo bonito de esta acción es que pone en el centro un elemento que es muy significativo para los profesionales de la hostelería. Y lo usamos no sólo para darles ánimo a ellos, también a sus clientes, a los vecinos, a los ciudadanos que pasan por delante de esas persianas, que quieren animarnos a seguir adelante y a volver a los bares, cuando llegue el momento, con una sociabilización responsable”, comenta la directora de marketing de HEINEKEN España sobre Shutter Ads, invitando a unirse a otras marcas.
Jesús Mínguez, propietario de Danubio Alameda, destaca que está encontrando un apoyo entre la gente mucho mayor de lo que esperaba, sobre todo desde que ha puesto en marcha su servicio de comida para llevar, algo que le permite mantener abierto el local y a sus trabajadores. Heredó de su padre este restaurante tradicional, que cumple 40 años en 2021. Y participa en esta iniciativa concienciado de que “es una época en que todos necesitamos ánimos, la hostelería no es el único sector afectado y seguro que en cada casa hay motivos de preocupación”. Mínguez está feliz por poder aportar aliento con un gesto tan sencillo.
Desde La Pascuala creen que es necesario mostrar el compromiso de lucha que tienen los bares para salir de esta situación y han visto en Shutter Ads una vía para hacerlo. Conocido como uno de los templos de l’esmorzaret valencià y ganadores del Premi Cacau d’Or 2015 (un galardón otorgado por Amstel y la comunidad virtual #Cultura del Almuerzo), este local con historia centenaria no tiene miedo a actualizarse y ha encontrado en las redes sociales una manera de facilitar el control de aforo que requiere la pandemia, implementando un sistema de reserva previa que le permite cumplir escrupulosamente la normativa sin perder ningún cliente, organizar mejor el trabajo y agilizar el servicio.
Quien también apuesta por la innovación y la ha convertido en seña de identidad es Robert Signes, propietario de El Garaje Foodie. En octubre inauguró esta original propuesta que ha transformado un antiguo parking en un mercado culinario donde seis foodtrucks aportan una variada oferta para el paladar. Organizador de citas gastronómicas multitudinarias como Sol Market o Amstel Valencia Market y propietario de Nº5 Burger, la llegada de la pandemia hizo cambiar todos sus planes. Le era imposible seguir con los eventos y su hamburguesería era demasiado pequeña para resistir las restricciones horarias y de aforo. “Me podría haber ido a casa a esperar tiempos mejores, pero preferí tirar adelante, con el apoyo de mi equipo y de Amstel, que siempre ha estado conmigo. Así montamos este local, que solo en su primer mes recibió 20.000 visitas”, explica Signes, quien siente que Shutter Ads ha convertido su persiana en toda una declaración de intenciones: “Yo no me rindo, me levanto siempre. Y creo que es la manera de pensar que necesitamos ahora”.
Otro apasionado de su trabajo es Juan Martínez, propietario del mítico Boatella, un enclave frente al Mercat Central de València por el que han pasado comensales de prácticamente todos los rincones del mundo. “Tengo clientes de que cogían un AVE desde Madrid para venir a almorzar aquí. Pero ahora, con el turismo parado, hemos tenido ocasión de estar más en contacto con los vecinos de la ciudad y es muy bonito sentir esa cercanía”, asegura Martínez, quien se siente muy feliz cuando, al volver de Mercavalencia, sobre las siete de la mañana, ya ve a su equipo levantando la persiana y empezando a preparar los desayunos. Una persiana que desde hoy sirve para lanzar un mensaje de esperanza. Está deseando volver a tener contacto con los clientes, lo que más le apasiona de este trabajo, y aprovecha este parón provisional para remodelar la cocina de su negocio porque apuesta por la hostelería.
“Es un sector que tiene futuro y esto, como todo, acabará pasando”, sentencia convencido de que es cuestión de resistir hasta que lleguen tiempos mejores. Un espíritu de lucha al que se suma Amstel ‘Hecha en Valencia’ con esta iniciativa.