Fotos: Eva MáñezLa NAU Social presenta un proyecto de intervención socioeducativa y comunitaria para la inclusión social a través del arte y la cultura
VALENCIA. El arte inclusivo es una realidad muy consolidada en Europa desde hace varias décadas y España ha sido partícipe de ello. La evolución de este fenómeno en Valencia ha sido un poco más lenta, pero desde el Vicerrectorado de Cultura e Igualdad de la Universidad de Valencia creen que existen motivos suficientes para desarrollar el proyecto INCLU.SI.VES, un trabajo artístico donde se destaca el esfuerzo y el optimismo. “Los modelos inclusivos contemplan los plenos derechos de las personas en todos los ámbitos sociales, incluido el cultural", asegura Elizabet Catalá, la coordinadora del proyecto.
Un nuevo nombre que conviene guardar en la memoria: INCLU.SI.VES. El título de la exposición alude a tres dimensiones de la cultura inclusiva que el proyecto pretende destacar. INCLU: inclusión, accesibilidad y participación; SI: enfoque constructivo y normalizador; VES: visibilización de la diversidad y del potencial del arte como vehículo de transformación personal y social. Un proyecto de expresión artística que llevan trabajando desde el mes de septiembre y y que cuenta con la participación de casi 100 personas. "La finalidad del proyecto es poner en valor el papel del arte como herramienta de integración social y de educación", asegura Elizabet, que destaca que las actividades han generado que se desarrolle también el diálogo y el enriquecimiento personal y comunitario entre todos.
El objetivo de esta exposición es mostrar el trabajo de los participantes resultante de varios talleres de expresión creativa y resaltar la capacidad y dignidad de todas las personas. Este proyecto también hace hincapié en sensibilidad al público sobre la importancia de la igualdad entre las personas dentro de la cultura. Una exposición que te lleva a un viaje diferente, donde los valores de la sociedad, el papel de la mujer y la pobreza forman un conjunto de emociones que se acaban retratando en varios mosaicos. "Es una apuesta por un concepto integrador donde la mayoría de los participantes han fomentado su identidad, la pertenencia y la presencia dentro de un grupo", afirma Elizabet.
La creación artística tiene la capacidad de convertirse en una potente arma para romper las barreras que separan a las personas. Todo depende de la forma en la que se utilice, y en INCLU.SI.VES lo consiguen a través del arte. Con las artes escénicas, la pintura y la fotografía los participantes consiguen despertar su creatividad, incluso de las personas que tienen una discapacidad intelectual o psíquica. "Las fotos de la exposición pretender trasladar esa experiencia de los participantes al publico que visite el proyecto. El mayor reto es trasladar a una sala algo vivencial, la cultura como una experiencia transformadora", confiesa la fotógrafa de la exposición Eva Máñez, que ha estado capturando todos los momentos que han vivido durante los ensayos y las clases.
El tratamiento a cada uno en un principio fue "individual", para que poco a poco se familiarizasen ellos mismos con las diferentes técnicas expresivas en las que se ha dividido está exposición, y con el resto de sus compañeros. "Se han dividido en cuatro grupos donde ha denominado la fotografía, las artes escénicas, la música y la pintura", dice Elizabet. Los ámbitos de actuación del proyecto han sido igualdad de género, salud mental, accesibilidad cognitiva, convivencia escolar y sin hogar. "Los participantes de esta exposición son personas del entorno vecinal de la Nau como la Fundación RAIS, Centro Municipal de la Mujer CMIO-Valencia, Unitat de Salut Mental Trinitat, el Centro de Rehabilitación Biopsicosocial Museo y el IES Barrio del Carmen", explica Elizabet.
El arte, tal y como hemos observado desarrolla la creatividad, la técnica, la expresión y éstos pueden ser admirados en la obra del autor, así como las características propias del creador. Cada obra de este proyecto ofrece al público las características físicas y psíquicas de sus autores. El arte es una vía eficaz para este fin, ya que la creación permite a los participantes expresarse y esta comunicación le permite pensar que son capaces de construir, de permitirse un proyecto vital diferente, ya que ellos mismos acaban valorándose. "Los menores del IES Barrio del Carmen son los que han utilizado la técnica plástica para jugar con su propia identidad, sin complejos y con optimismo", destaca Elizabet.
La música posee multitud de propiedades: curativas, lúdicas, afectivas, ocio, de identidad social y por supuesto educativas. Los participantes son los únicos creadores, ellos parten de cero y escriben frases, componen la música, atienden a la iluminación, practican con instrumentos. A través de este proyecto se desarrollan cognitiva, social y emocionalmente. "Los participantes que presentan su música en esta exposición son los que provienen de la Unitat de Salut Mental Trinitat, del Plena Inclusión CV y del Centro de Rehabilitación Biopsicosocial Museo", anuncia Elizabet.
Sara Navarro es una de las participantes que ofrecerá su música al publico. La música posee cualidades, creativas, estructurales y emocionales que facilitan el contacto, la interacción, la conciencia de sí, el aprendizaje, la expresión, el desarrollo personal y la comunicación en una relación terapéutica. "Nuestro objetivo es reivindicar que todas las personas podemos trabajar a través de la cultura", indica Sara, que destaca que ha sido una experiencia muy divertida y que la relación con sus compañeras ha sido muy buena.
La danza trata de aprovechar la expresividad de cada cuerpo, en su singularidad, para repensarse. De esta manera vemos representadas diferentes subjetividades, que aportan una nueva visión de la misma. "Desde el Centro Municipal de la Mujer CMIO-Valencia las participantes han trabajado en técnicas escénicas y danza para trabajar con su cuerpo sin miedos", destaca Elizabet.
A través de este modelo se desarrolla sus habilidades sociales, su autoestima y su autonomía personal, desarrollando su equilibrio, la disociación entre partes del cuerpo. Elena Guseva es una de las participantes de este centro que más ha disfrutado intentando descubrir la belleza de cada persona. "Cada persona es un mundo, un universo y a través de INCLU.SI.VES nos hemos asombrado al ver que todos somos iguales pero con matices diferentes", confiesa Elena, que asegura que la experiencia ha sido increíble y volvería a repetirla. "Cada persona somos un color y juntos acabamos formando un arcoíris", sentencia.
Captar la esencia del momento, mostrar lo que nos interesa, resaltar la belleza de lo que nos rodea o mostrar una realidad es lo se consigue a través de la fotografía, una técnica que ha aportado a los participantes un crecimiento creativo y la capacidad de mostrar un poco de ellos, lo que a simple vista es invisible. "Las personas sin hogar de la Fundación RAIS son los que han trabajado con la fotografía. Les dimos una cámara y han estado haciendo fotos en su día a día en la calle", indica Elizabet.
Las técnicas que propone la fotografía tienen que ver con la comunicación emocional, por lo que que ha sido especialmente interesante para personas con dificultades de comunicación verbal debido a razones físicas, psicológicas y emocionales, así como situaciones de exclusión social."Con la imagen podemos contar ciertas cosas y llegar donde las palabras no llegan", asegura Paco Valero, miembro sin hogar de la Fundación RAIS. "Mis fotografías son un reflejo de mi personalidad y espero que se cumpla nuestro objetivo, que nos miren, que se den cuentan que existimos y que tenemos voz", confiesa Paco.
"Guardad la imagen de esta pequeña exposición.
Para cuando un concierto pesadísimo nos aburra, para cuando no logremos leer un capítulo entero de El Quijote, ni soportar a señores engolando la voz mientras dicen que recitan a Shakespeare. Entonces recordad esta pequeña exposición", Miguel A. Hoyos Alarte, periodista colaborador en el proyecto Nau Social.
