VALÈNCIA. A pocos días de cerrar el año 2024, Culturplaza hace repaso al curso con las noticias más leídas de este curso. Tanto la actualidad política, en un año más que agitado tras la salida de Vox del gobierno autonómico y reorganización del área de Cultura de la Generalitat, ahora liderada por José Antonio Rovira, como los efectos de la fatídica Dana en los sectores artísticos han marcado la agenda de estos últimos doce meses y ocupan algunos de los artículos que más han interesado a nuestros lectores.
Pero no solo, en este listado también cabe la reflexión sobre los cambios que se están sucediendo en la ciudad, la mirada musical o el aterrizaje de rodajes internacionales a la Comunitat, que se ha convertido en plató para producciones como Kaos o The Walking Dead.
Visita fallera a l'Exposició del Ninot, desenes de cartells explicatius escrits en castellà, cada volta en són més. Impensable fa només uns anys en una festa que va nàixer en valencià des de les classes populars.
Finalmente no hubo recital de Bertín Osborne en los Conciertos de Viveros. Tras los primeros rumores de una posible cancelación, el cantante lo confirmó alegando "problema vocales" por las secuelas “post-covid”, aunque la noticia llegó tras la publicación de la desastrosa venta de entradas que estaba teniendo su concierto en València.
Acostumbrados a observar el arte desde las salas de museos como el IVAM o el Centre del Carme, pocos visitantes quizá se imaginaban que uno de los espacios clave del patrimonio artístico valenciano se encontraba en el polígono industrial El Oliveral de Riba-roja de Túria. Allí custodiaba la Conselleria de Cultura una buena parte de la colección de arte del IVAM y también su colección de arte contemporáneo, un espacio que quedó inundado tras la dana.
Cuando se ejecutaba la salida de Vox del gobierno autonómico también se cumplía un año desde que el torero Vicente Barrera recibiera la cartera de la Vicepresidencia Primera y Conselleria de Cultura y Deporte, un curso marcado por la batalla por controlar el relato, las polémicas salidas de gestores culturales y con un plan estratégico en el cajón.
La Fundación Disenso, el think tank de Vox, eligió València para la puesta de largo de su Instituto de Cultura, una manera de formalizar su apuesta por dar la “batalla cultural” con el vicepresidente Barrera como ‘padrino’.
Desde que los Beatles existen, el pop y el rock pueden ser la misma cosa, es decir, pueden convivir en el mismo disco o en el repertorio de una banda. Ahora, rizando el rizo, se apela a la etiqueta indie como si fuese otro estilo más que añadir al saco. Como si el indie que se hace en España no fuese más que el pop-rock de toda la vida.
Con la salida de Vox del gobierno autonómico, la que fuera Directora General de Patrimonio Cultural, Pilar Tébar, pasaba a ser secretaria autonómica. El movimiento no resultó extraño pues, aunque llegó como parte del equipo de Barrera, nunca se entendió como un ‘fichaje’ del partido de Santiago Abascal.
Apenas unas horas antes del concierto de Julieta y The Tyets, la Policia Local precintó la Sala Repvblicca como medida cautelar tras detectar que habían vendido más entradas de las que tenía permitida la sala como aforo en su licencia de actividad, abocando a la sala a meses de inactividad.
Más nombramientos. Tras las salida de Vox del gobierno autonómico, también hubo cambios en los nombres de las direcciones generales, siendo Marta Alonso, que durante los años 2011 y 2015 fue directora general de Cultura de la Generalitat, y Miquel Nadal, quienes asumen desde entonces la dirección general de Patrimonio Cultural y la director general de Cultura respectivamente.
No todos los rodajes valencianos se acercan al futurismo de la Ciutat de Les Arts i Les Ciències. Valencia tiene otras muchas postales y, en esta ocasión, se puso en el mapa el brutalismo de la Universidad Laboral de Cheste, que se ha convertido en el escenario de un moderno inframundo en Kaos, una serie creada por la guionista y actriz Charlie Covell para Netflix.
Probablemente para entender cómo funcionan los centros de las ciudades no hay mejor indicador que atender a la hoja de ruta de los comercios de moda rápida. Los movimientos de Inditex sobre el centro de València tienen resonancia tectónica.
Las postales del litoral valenciano de los setenta avivan la evocación de una época con múltiples edificios entre la utopía y la improvisación.
A pesar de reivindicarse como urbes de 15 minutos, territorios como València asisten sin saber cómo reaccionar a un nuevo rumbo: la conversión de bajos comerciales en viviendas turísticas.
Tras el cese de los anteriores directores adjuntos del Institut Valencià de Cultura e inicio de un nuevo proceso de selección, fue en febrero cuando se seleccionó a María Fuster, María José Mora y Joan Cerveró como los encargados del área Audiovisual, de Artes Escénicas y Música respectivamente. Hoy en día solo Mora continúa en el cargo.
Esta primera parte de la legislatura, en un primer momento con el área de Cultura liderada por Vicente Barrera, ha estado marcada por el goteo de ceses y salidas de gran parte de los gestores culturales, pasando por el primer y segundo escalón del IVC, el Consorci de Museus o el IVAM.
La Comunitat Valenciana ha pasado a ser telón de fondo en la grabación de la tercera temporada de la serie de televisión The Walking Dead: Daryl Dixon, uno de los spin-off surgidos de la serie estadounidense The Walkind Dead.
Manuel Celso Puñonrostro reúne en un libro su colección personal de bolsas de discos. Un curioso catálogo, editado por La Fonoteca, que viene acompañado de textos firmados por músicos, periodistas, dibujantes y escritores vinculados a la escena musical nacional, desde Miqui Puig hasta Eric Giménez, baterista de Los Planetas.
Aunque es difícil valorar el alcance de las pérdidas en los locales de ensayo afectados por la Dana, no es exagerado estimar que más de doscientos grupos de música valencianos pueden haber perdido parte de su equipo, cuando no todo.
El dibujante Jordan Crane tiene un problema, muchas veces sufre paranoias relacionadas con el miedo a perder a sus seres queridos. De este problema recurrente surge su última novela gráfica, elaborada durante veinte años, y que solo consiste en diferentes capas de consciencia: los recuerdos, los miedos y lo que leemos.
Que Oasis vuelva no me molesta lo más mínimo porque ya me importaban un bledo a lo largo de toda su primera encarnación. Por lo visto, el público quiere revivir sus días de juventud y euforia una y otra vez, literalmente a cualquier precio.