FINCA DE Venta del Moro

Los ‘Vinos de Paraje’ de Casa Lo Alto ya se pueden disfrutar en su medio natural

El proyecto enológico de Casa Lo Alto preserva la biodiversidad y se abre al enoturismo para los amantes de los vinos singulares

| 21/05/2021 | 6 min, 33 seg

VENTA DEL MORO (VALÈNCIA). Los vinos de la última cosecha descansan ahora en la tranquilidad de los depósitos de hormigón y los fudres de roble de Casa Lo Alto. Serán los de 2020, una añada de calidad excelente por las magníficas condiciones meteorológicas del anterior invierno y de la primavera, que dejaron el campo con muy buen nivel hídrico. Durante la vendimia no llovió en todo el mes de octubre, con lo que la calidad de las uvas fue inmejorable, pero estos vinos aún tardarán un tiempo en salir.

Desde que Bodegas Murviedro, la filial española del grupo Schenk, adquiriera en 2017 la finca ubicada en el término de Venta del Moro, en la comarca valenciana de La Plana de Requena y Utiel, se dio inicio a una profunda transformación en la filosofía del trabajo del viñedo y la elaboración de sus vinos. Esta nueva época está basada en la protección del medio ambiente y la biodiversidad con la intención de que el carácter de cada una de las parcelas de este terruño se vea reflejado en la personalidad de cada vino.

En el transcurso de este tiempo se ha profundizado en el conocimiento de cada parcela y está previsto la realización de un proyecto de análisis del subsuelo con ultrasonidos, que se completará con la realización de calicatas en diversos puntos del terreno. Lo que ya está en marcha es un minucioso Plan de Gestión Forestal en los bosques que rodean la finca para sentar las bases de su sostenibilidad. Con ello se potenciará su efecto protector como filtro ante posibles plagas e influencias externas. En una primera fase se va a intervenir para lograr el equilibrio entre las especies vegetales autóctonas y se va a favorecer la fauna local.

En fechas recientes se ha concluido la rehabilitación de la casa originaria, una actuación renovadora y respetuosa con su arquitectura original para ofrecer un servicio de enoturismo de alta calidad. Si quieres saber por qué los vinos de Casa Lo Alto son tan particulares, puedes ir a verlo. ¿A qué esperas para vivir tu experiencia? La entrada tiene un coste por persona de 12€ y se puede realizar cualquier día de la semana, incluso sábados y domingos. La visita a Casa Lo Alto se compone de un paseo por el entorno donde se ubican los viñedos, con un recorrido por las diferentes parcelas y el bosque, durante el que  se conocerá el proceso de elaboración de los vinos en las instalaciones enológicas de la bodega y se catarán los tres Vinos de Paraje.


Para llegar a Casa Lo Alto desde la autovía A3 lo mejor es venir por Requena hacia la población de Los Isidros. Para ello, hay que tomar la Salida 291 desde Valencia dirección N-III Requena, seguir por la A-32 a Los Isidros. Nada más salir de esta población tomar el desvío de la derecha por la CV-475. Al poco de pasar la aldea de Los Cojos hay que desviarse a la derecha por la CV452, y llegarás.

Las coordenadas GPS son: Latitud 39.437899 Longitud -1.320505

La entrada tiene un coste por persona de 12€ y se puede realizar cualquier día de la semana, incluso sábados y domingos, siempre con cita previa llamando al número 962 955 998.

Un todo medioambiental

La ubicación de la casa solariega y la bodega se sitúa en lo alto de un cerro -de ahí su nombre histórico-, en el centro de los viñedos y a una altitud de 750 metros. Las diferentes orientaciones e inclinaciones de las parcelas crean las condiciones que diferencian a este singular pago vitícola desde su fundación en 1796.


El proyecto actual está basado en el cultivo ecológico, con prácticas de viticultura sostenibles con el medio ambiente, en el que las 150 hectáreas de la finca son consideradas como un todo: la vida en los cultivos de almendro y los bosques de pinos y carrascas interactúa con el viñedo. Para ello se fomenta la biodiversidad del entorno y se evita el uso de productos químicos de síntesis con la finalidad de mantener la tipicidad de un suelo activo, rico en micro fauna. “Por eso cada parcela es diferente, única” asegura el enólogoVíctor Marqués, director técnico de Lo Alto, “esa diferenciación es lo que queremos encerrar en una botella de vino”.

En lo referente a la elaboración se trabaja con un sistema de mínima intervención y con levaduras salvajes, con tal de que se expresen las características de las varietales, del viñedo y de su entorno. La idea es devolver el protagonismo a la uva y al terruño, recurriendo a formatos de crianza que aseguran una alta carga frutal y una acidez idónea para la evolución en botella.

Los “Vinos de Paraje” de Casa Lo Alto

En la actualidad Casa Lo Alto elabora tres vinos con DO Valencia que podemos definir como “de paraje”, un hábitat rural con características edáficas propias. Cada uno de ellos está hecho con una de las varietales autóctonas de la zona, perfectamente adaptadas al clima continental con ligeras influencias del mar Mediterráneo. Como dice Víctor Marqués, “En los vinos del paraje de Casa Lo Alto se aprecia una personalidad propia que los caracteriza”.

  • Manzán 2018. Es un vino tinto elaborado con uvas Bobal procedentes de tres parcelas plantadas entre 1940 y 1965. Las viñas se cultivan con formación en vaso, estructura que permite economizar agua y protege de las insolaciones. La vendimia tuvo lugar a finales de septiembre y se utilizaron diferentes porcentajes de racimos enteros, el resto de uva se encuba despalillada sin estrujar. La fermentación se inicia de forma espontánea con levaduras autóctonas. Después del prensado se transfiere a depósitos de hormigón y fudres donde finaliza la fermentación maloláctica, el vino envejece 10 meses con sus lías. Embotellado sin clarificación y filtrado por 5 micras.
  • Rocha 2018. Es un tinto de Garnacha de un único viñedo plantado en vaso en 1980. La de 2018 tuvo un año meteorológico fresco y lluvioso, en el que se ralentizó la maduración. Las uvas se cosecharon a mediados de septiembre y se utilizaron diferentes porcentajes de racimos enteros. El resto de la uva se despalilló sin estrujar. La fermentación espontánea se inició con levaduras autóctonas. Después del prensado se transfiere a depósitos de hormigón y fudres donde finaliza la fermentación maloláctica, el vino envejece 10 meses con sus lías. Sin clarificación y filtrado por 5 micras.
  • Trena 2019. Es un vino blanco elaborado con Tardana, variedad autóctona de vid con uvas de hollejo grueso y ciclo largo, muy bien aclimatada al ecosistema del interior de la provincia de Valencia a más de 700 metros sobre el nivel del mar. El terreno de la parcela El Tresnal está asentado sobre un fondo arcillo- calcáreo. La vendimia de 2019 se realizó el 15 octubre, a mano y en cajas de 15 kilos. La fermentación alcohólica fue espontánea, con levaduras silvestres en depósitos de hormigón y fudres de roble de  gran capacidad, en los que reposó con sus lías finas hasta el embotellado. Embotellado sin clarificación y con una ligera filtración.
Comenta este artículo en
next