Cuidado, el sol ya está saliendo
Mañana es color esperanza. Abruma, ilusiona, amamanta. Mañana es luz, desenfreno, angustia, incertidumbre, desconcierto. Mañana es soñar con un mañana. Mañana es pasajero, inminente, mañana es tranquilo y demente. El mañana es consecuente, es el día del día siguiente.
Mañana plantaré un jardín respetando las flores silvestres, sintiendo la biodiversidad de la vida y su ambiente. Mañana volveré a rechazar el monocultivo existente, fuente de ganancias de señoritos ingentes. Aquellos que no pisaron el campo, que trataron con desdén a los agricultores decentes.
Ya no estás y es mi dolor
no rozarte: mi condena
Volveré a la naturaleza
con memoria y cercanía
cada día
Mañana saldrá el sol, como cada mañana. Mañana cantarán y silbarán, aunque tú ya no estés. Mañana soplará el viento y el aire templará tus razones. Las raíces seguirán su destino, la savia canalizará sus heridas.
Cuando solo me espere la palabra
bailaré con ella en la distancia
Mañana son las flores, mar abierto. El sol ya está saliendo. Mañana trataré de gobernar lo impredecible, solo lo que el ojo ve y el cuerpo espera. Alérgico, maniático, prudente. Aquello que toleras únicamente.
Cuando ya no venga a verme
cuando se vaya y ya se quede
¡entrégame todos tus meses!
La responsabilidad de saber desde chico la encomienda, la sucesión en un mundo lleno de barreras. Todas serán derribadas. No existe un final, no hay límite, todo es un pequeño principio. Y no hay edades que lo detengan. No hay personas.
Mañana haré esto
mañana haré lo otro…
mejor lo hago mañana.