El barrio está inmerso en un proceso participativo para dar salida al solar de la Ermita, convertido en un barrizal y que prepara su rehabilitación para 2016
VALENCIA. Tras años de reivindicación vecinal, el barrio de Orriols contará con una plaza en el conocido como solar de la ermita, convertido en un barrizal y en zona de aparcamiento de coches por la desidia de la administración. La plaza, eso sí, tienes los días contados pues se trata de un proyecto de arquitectura efímera puesto en marcha como parte del proyecto participativo #sembraOrriols. La construcción se llevará a cabo el próximo sábado 23 de abril y servirá para visualizar aquellas ideas y peticiones de los vecinos meses antes de que se ejecute la rehabilitación real del espacio.
Los colectivos Contexto Arquitectura y Carpe Vía coordinan esta iniciativa que ahora finaliza con una etapa de diseño colaborativo financiada por el Ayuntamiento de Valencia mediante la que los vecinos de Orriols podrán decidir el futuro del solar de la ermita de San Jerónimo. Este proyecto pionero, del que participan las concejalías de Parques y Jardines y el área de Participación Ciudadana, permitirá que el diseño de este punto de encuentro se ejecute este mismo 2016 y se haga acorde con la voluntad de los futuros usuarios.
De esta manera, el próximo 23 de abril se construirá una plaza efímera a escala 1:1, un prototipo pop-up que permitirá a los colectivos implicados en el proyecto comprobar su funcionamiento. Para ello éstos contarán con el apoyo de alumnos creativos que participarán de este diseño mediante el 'Workshop Pop-Up Square' que se celebrará entre hoy y mañana martes en la Universitat Politècnica de València. La convocatoria está dirigida a estudiantes y profesionales del ámbito de la arquitectura, las Bellas Artes, el Diseño o cualquier otra disciplina relacionada con el diseño urbano colaborativo.
La iniciativa se divide en tres sesiones, dos preparatorias y una de ejecución del proyecto. De esta forma, hoy tendrá lugar el primer taller tutorizado, al que le precederá una conferencia del arquitecto Domenico di Siena, fundador de URBANOHUMANO, firma enfocada al desarrollo de proyectos e investigaciones de Innovación Cívica. El martes se celebrará el segundo taller, también vinculado a una charla, en esta ocasión la del sociólogo urbano Andrés Walliser. El resultado estas dos jornadas se podrá ver el sábado cuando se desarrolle el taller de construcción tutorizado, al que le seguirá el testeo de la solución propuesta junto a los vecinos y demás agentes implicados en el proceso.
Bajo la marca #transformaOrriols se presentará un prototipo que servirá de punto de partida para los trabajos que se pondrán en el último trimestre del año, un proceso que viene precedido de una campaña a la que el Ayuntamiento de Valencia se sumó en enero. El plan se financia a través de las concejalías de Medio Ambiente y Participación Ciudadana, lideradas por Pilar Soriano y Jordi Peris respectivamente, que han dotado con 500.000 euros el proceso y ejecución de la rehabilitación del solar de la ermita de San Jerónimo.
"Con este proceso, que acabará en el mes de mayo, se conjugará la calidad técnica con la experiencia y necesidades de las personas que serán las futuras usuarias. Todo con el objetivo de traducir las reivindicaciones ciudadanas en propuestas viables", explicó Peris durante las jornadas #ImaginaOrriols, que dieron por iniciada hace apenas una semana la segunda fase para la trasformación del espacio, ubicado entre las calles Arquitecto Rodríguez, Historiador Chabret y Duque de Mandas.
La construcción de una plaza en el solar, que en los últimos años se ha usado como aparcamiento improvisado, dará respuesta a una reivindicación histórica de los vecinos del barrio que, tras años de quejas por el mal estado del espacio, iniciaron en 2014 el proyecto #sembraOrriols de la mano de los dos equipos de arquitectos que hoy siguen coordinando el proceso. Dese entonces se vienen realizando diferentes actividades en el solar con el fin de poner en valor el lugar y dirigir la atención sobre el mismo.
Hace un año se celebró un festival diurno en el que los vecinos pudieron trasladar sus propuestas a través de mensajes escritos en flores de papel que acabaron formando el jardín de una maqueta del lugar. La jornada estuvo animada por batukadas, juegos tradicionales o talleres infantiles en un solar que, además, también ha sido el escenario para la celebración de las jornadas sobre arquitectura 'Ciudad sensible'.
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