ALÈNCIA. El Jardín de Viveros volverá a acoger una edición del Palo Market Fest, el evento itinerante impulsado por los hermanos Mariscal que tiene a Pedrín como director. 100 artistas, 200 creadores y 30 food trucks convertirán esta zona verda de la ciudad en un mercadillo con distintos escenarios de actividad artística durante los próximos días 26, 27 y 28 de mayo. Santero y los Muchachos, Gener, Polock, AupaQuartet, Marinah (ex Ojos de Brujo) son solo algunos de los conciertos programados, con un corner de dj’s por el que pasarán ilustres como Hal 9000, Spaceman, Eduardo Guillot, Toxicosmos, TristanSmag, Paco Plaza, Depanachi o Henry Holzwarth y todo ello rodeado de 200 diseñadores con artesanías propias, representantes del mundo gastronómico local y 10 empresas de base tecnológica divulgando sus últimos productos.
Ese híbrido entre mercadillo y evento de propuesta cultural, diurno y familiar, es el que capitanea Pedrín. Palo Market Fest es su enésima reinvención como profesional tras dos quiebras de calado. La primera, tras unos agitados años 80 en las que experimentó su faceta como diseñador de moda y posicionó a la tienda Tráfico de Modas como uno de los referentes de la modernidad en la ciudad. La segunda, desde que su hermano Chavi le dio cancha en 1992 en el estudio y se convirtió en uno de los directores de proyecto además de comisario de todas sus exposiciones hasta el fin de esa empresa. En 2013, precisamente, de nuevo en una inflexión profesional, Pedrín decidió iniciar un market en los jardincillos de Palo Alto, donde se situó el estudio creativo con más trabajadores de Europa hasta hacía unos años. Y allí, mes a mes se ha considerado curator de los innumerables artesanos que venden en el lugar.
De aquella semilla surgió la idea de impulsar un evento de mayor envergadura que fuera capaz de itinerar “entre las tres grandes ciudades españolas”. Lo consiguieron hace un año en València, en un sonado regreso a casa que aglutinó a 35.000 personas en mayo de 2016. Hace apenas un mes ya han logrado hacerlo en Barcelona, aunque con un espacio e impacto menor de aquel al que aspiran. Negocian con Madrid Destino para que, finalmente, la terna se complete y el evento itinerante se consolide. Mientras, la segunda edición de la cita valenciana está lista y su responsable nos cuenta cómo encaja este nuevo periplo profesional al que ha aportado todas sus experiencias.
-Es curioso que, finalmente, fuera València la ciudad en la que pudierais estableceros de manera regular con una cita anual de un evento de estas dimensiones.
-Es que la conexión con el valenciano es maravillosa. De hecho, el público de aquí nos reclama otra fecha en el calendario. Nos gustaría hacerla, aunque no fuera en el mismo espacio.
-¿Cómo ves a València?
-La notas distinta, con otro optimismo, con entusiasmo y con gente con ganas de hacer cosas distintas. ¡Ojo!, también con muchas dificultades. Ya nada es de color de rosa para nadie. La cruel crisis que atravesamos aún no se ha resuelto y cuesta mucho esfuerzo levantarse para los que estamos activos… y no te digo para los que no lo están.
-¿Si hace cinco años te hubieran hablado de que estarías itinerando con un market de artesanos, comida callejera y actuaciones de música y danza, te hubiera apetecido la idea de enrrolarte?
-Sí. Seguro. Estamos reinventándonos. Me hubiera parecido divertido e interesante. Además, con mi experiencia… cuando eres mayor eres capaz de disfrutar mucho más de todo lo vivido y aplicarlo mejor a casos y cosas, a disciplinas. Me hago llamar ‘mercachifle’ porque me chifla esto que hacemos del market. Estoy reinventándome de esta segunda gran crisis y lo hago también siendo consciente de la generación de mis hijas. Ahora la gente joven necesita una plataforma para expresarse y yo creo que podemos poner nuestro conocimiento al servicio de que esa plataforma sea lo más potente e interesante posible.
-¿Cómo ha ido el primer gran evento en Barcelona?
-No tan bien como esperábamos. Barcelona y Madrid son ciudades con una oferta cultural amplísima y nuestro evento depende mucho del espacio público. Nosotros también estamos mucho con el tema de que la cultura llegue a más barrios y con los nuevos hábitos de consumo y, en este caso, el espacio con el que finalmente pudimos contar no nos ayudó.
-¿Crees que el proyecto necesita tiempo para entenderse?
-Claro. Es que la apuesta no es obvia y lo diferente cuesta. Nosotros estamos empeñados en esta visión de evento que mezcla el market con una programación a un precio muy ajustado. Costará un poquito de entender, pero en Barcelona, además, tenemos el market mensual, así que necesitábamos exagerarlo para distanciarlo un poquito. Hemos tenido danza contemporánea de La Veronal, Cordersos y Za!... todo sin subvenciones, para dar cabida a la creatividad y al talento emergente.
-¿Qué es Palo Alto Market Fest?
-Tal y como yo lo veo, es un espacio de futuro donde se mezcla la multidisciplinariedad y la celebración. Es un espacio que mira al futuro y lo hace celebrando. Celebrando que estamos vivos y tenemos alegría por vivir, que estamos hartos de la pornografía de tanto chorizo y que necesitamos ver cómo a la gente le brillan los ojos por hacer lo que hace. Gente que sonríe porque ve esa artesanía contemporánea, esos nuevos creadores que sacan adelante colecciones e ideas propias y no algo que lo encuentras igual en una tienda en Barcelona, Estambul o València. Porque, mucho cuidado: no te alegres tanto cuando encuentres algo muy barato porque alguien lo debe estar pagando por ti.
-¿Habéis escuchado las demandas de los expositores después de la primera edición?
-Les hemos escuchado mucho más. El equilibrio financiero de este evento es muy complicado y, viniendo de donde vengo, nosotros invertimos mucho en que cada detalle esté cuidado. Desde el aspecto legal, que por supuesto, a los aspectos técnicos, sanitarios, de limpieza, montaje, desmontaje y calidad de la producción de luz y sonido. Es una barbaridad y es caro si lo quieres hacer bien. Este año ha habido muchísima más contribución en ideas de la gente que expone en València. Y cada vez será más.
-¿Para cuándo Madrid?
-La idea es llegar a Madrid y estamos en ello, negociando con Madrid Destino. Como mínimo, queremos entrar en rotación con el evento en las tres ciudades.
-¿Rotarán los expositores?
-Puede que alguno, pero la idea no es esa. La idea es promocionar el producto local. Puedes hacerlo con artistas y propuestas locales porque son ciudades cosmopolitas que tienen mucho que ofrecer.
-Y, de nuevo, en Viveros. ¿En València sí estáis contentos con la ubicación?
-Es un lujo y lo agradecemos mucho. Ojalá Barcelona tuviera un pulmón verde como Viveros y el río, porque tenemos una contaminación… lo necesita. Nosotros estudiamos qué ‘trozo’ de Viveros funcionará mejor, cuál tendrá un recorrido y una visita más interesante. Al final, todo lo que hacemos es seleccionar expositores y un recorrido para dejar todo en su sitio y ver cómo surge la cosa. Propiciar esa magia. En el caso de València, con tanto talento local: artesanos, expositores creativos, restaurantes que cuidan mucho lo que hacen, músicos, una exposición de cinco jóvenes fotógrafos enamorados de la ciudad y una decena de startups que muestran su trabajo desde VIT Emprende.
Natalia Lacunza, Nadia Rose y Gabriela Richardson encabezan la edición más femenina y ecléctica de Palo Market Fest, que vuelve los días 17, 18 y 19 de junio a los Jardines de Viveros. Gracias al apoyo de la emblemática marca de aperitivo Aperol Spritz, patrocinador principal del evento, la música brillará en el festival con más colores que nunca.