tras varios años de colaboración

Russafa Escènica lamenta la 'ruptura' "sin ninguna explicación" con el Centre del Carme

25/07/2024 - 

VALÈNCIA. Russafa Escènica volverá. Lo hará con una nueva edición, la número 14, que se celebrará del 19 al 29 de septiembre bajo el lema ‘Fins ací arribarà la mar’. Lo hará, también, a pesar del contexto de “incertidumbre que vive la sociedad y la propia organización del festival”. Así lo han expresado sus impulsores en un comunicado en el que avanzan algunas de las claves de esta nueva edición, como el nuevo lema y cartel, diseñado por Ana Duro, cambios entre los que también se incluye una ruptura con la que se había convertido en una de sus principales sedes en los últimos años, el Centre del Carme.

“Sin ninguna explicación por parte de la nueva dirección ni oportunidad, a pesar de los numerosos intentos de contacto por parte del equipo del festival, ha roto una colaboración que empezó hace seis años. Y ni siquiera les han dado la oportunidad de presentar en persona el proyecto de la presente edición”, explican los organizadores del festival, que se muestran “decepcionados” por el trato recibido siendo una propuesta que “propuesta dinamiza, genera públicos y estimula la creatividad”. Preguntados por este diario, desde el Consorci de Museus han optado por no valorar el comunicado.

Si bien podríamos hablar de una cita consolidada, tras más de una década de acción, que les ha valido ser modelo para otras ciudades y ser incluidos en el ranking del ‘Observatorio de la Cultura’ de la Fundación Contemporánea, esa “incertidumbre” marca la tónica de una organización que año a año tiene que levantarse de nuevo por lo que respecta a las sedes y a la financiación. “Tenemos sentimientos contrapuestos. Por un lado, mantenemos una ilusión innata, que nos ha llevado, año tras año, a conseguir que el proyecto que nació en el barrio de Russafa hoy llegue a toda una provincia”, señala Jerónimo Cornelles, director artístico del festival.

Sin embargo, “el sistema actual de incentivos y ayudas al sector de las artes escénicas hace imposible saber con qué presupuesto vamos a contar cuando solo quedan un par de meses para la edición de 2024, que ya está totalmente cerrada”, señala Cornelles, quien considera que “en el caso del IVC es casi un problema endémico. No tenemos más remedio que asumir compromisos profesionales con creadores, trabajadores de la cultura de todo tipo... Es un riesgo personal y económico enorme porque después nos podemos encontrar con un cambio de criterios inesperado, una cancelación de la convocatoria, cualquier cosa que haga desaparecer de repente una parte importante del presupuesto”.

Fins ací arribarà la mar

En este marco se presenta una nueva edición que, aunque desvelará su programación en septiembre, ya da alguna pincelada de lo que será. Será ‘Fins ací arribarà la mar’ el lema de esta edición, una idea representada en el cartel creado por Ana Duro por unas olas al borde de una ventana donde una mujer descansa despreocupada dentro de su hogar. Esta frase ha condicionado, inspirado y dado nuevas lecturas a las 20 propuestas que están acabando de perfilarse para, del 19 al 29 de septiembre, inundar la ciudad de València con la frescura, la energía, la belleza y también la reflexión que aportan las artes escénicas, con especial incidencia en los creadores emergentes. “Frente en un mundo acostumbrado a las distopías, que ha superado una pandemia, que sufre cada día los efectos reales del cambio climático, de la polarización, de la digitalización y la IA, la sociedad parece anestesiada. Por eso la elección de una temática para la edición de este año ha sido más compleja que nunca”, reflejan sus organizadores.

“Es una imagen potente, que nos habla de que cada mañana hay que levantar persianas y telones, que la vida y la función tienen que continuar”, explica la creadora, para quien la ventana es el límite entre la seguridad que ofrece el hogar y las amenazas que pueden venir del exterior: “pero el miedo no nos impide abrirlas, salir al balcón, romper nuestros límites para mejorar y atrevernos a avanzar”. Desde la organización también destacan que la ilustración muestra una escena íntima, como ocurre en el teatro. El escenario se sustituye por una ventana y la intimidad se deja ver. “Sugiere esa fascinación que tenemos los espectadores frente a los personajes y sus vidas, historias que nos cautivan, ya sea a través de ventanales y balcones o sentados cómodamente a las butacas de un teatro”, comenta Cornelles.

Una seducción que muy pronto volverá a sentir el público de Russafa Escènica – Festival de Otoño. Del 19 al 29 de septiembre, diez obras entre 50 y 60 minutos - los llamados ‘Bosques’ - se representarán en teatros públicos como, por ejemplo, La Rambleta, El Musical o La Mutant. Pero también en salas privadas como la Russafa o Círculo. Una programación que completan otras 10 obras, esta vez cortas (30 minutos). Son los ‘Viveros’ que se podrán ver en coworkings, floristerías y todo tipo de locales del barrio de Russafa que se abren para conocer desde dentro de la creación escénica, ofreciendo funciones donde los intérpretes experimentan y cuentan las historias de sus personajes prácticamente al oído, cumpliendo con la meta de acercar al público el teatro, la danza y las propuestas multidisciplinares de las artes escénicas. Incluso en el sentido más literal de la expresión.

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