'Samskara': collage para convertir el dolor en arte

VALÈNCIA. El término hindú  ‘Samskara’ hace referencia a una serie de ritos que marcan los momentos más significativos de la vida. ‘Sams’ se traduce como lo que piensas y ‘Kara’ como lo que llevas a cabo. “Cuando haces algo con plena conciencia se te graba en la mente y determina una forma de actuar, un instinto o una personalidad”. Es lo que dice Marta Gómez-Lechón, la artista que lleva treinta años dedicándose a la pintura. En sus obras siempre ha buscado la improvisación en base a lo que siente en el momento concreto. No le gusta hacer encargos. Se considera “una anarca” en ese sentido.

Su nueva exposición Samskara gira en torno a todo esto. Se podrá ver hasta el 29 de mayo en Latrini espai d’art y reúne un total cuarenta piezas. La artista trabaja con el collage. En sus obras une la pintura con pigmentos, acrílicos y recortes que va haciendo de imágenes de ciudades, viajes, decoración de interiores y música. Los fotocopia en un papel muy fino que después superpone a las capas de pintura previas.

Una técnica depurada

La artista explica que la técnica artística que ha utilizado en Samskara “es fruto de treinta años de depuración”. El proceso es complejo: “Suelo trabajar sobre base de lino, me gusta que se vea en partes del cuadro. Preparo un acrílico y pongo sobre la base una capa de aceite de linaza. Entonces mezclo los colores con blancos y hago más base. Voy superponiendo los colores con el aceite y los dejo secar un par de días. Después pego una tira de cinta aislante sobre la capa y la arranco. Luego repito todo el proceso. Eso hace que surja una textura que me gusta mucho. Me encantan las cosas decapadas, de apariencia antigua. Al final pego las imágenes que quiero para cada obra y pinto los detalles en acrílico. Por último le añado una capa de barniz”.

Gómez-Lechón aprendió esta técnica de una pintora de la carrera de Bellas Artes, a mediados de los años 90. “En esta exposición he depositado toda mi esencia. He pasado por un momento bastante doloroso, así que las obras expuestas se centran en recuerdos. Al trabajar me dejo llevar. Voy realizando ese proceso y lo que sale es lo que me inspira”, indica.

Una de las partes de la exposición está compuesta por una veintena de pequeños barcos que ha ido confeccionando durante los últimos meses con trozos de madera que fue recolectando durante sus vacaciones de verano en Jávea. “Esa es mi forma de transmitir mi creatividad. A los trozos de madera fui añadiéndoles telas. El momento por el que he pasado me ha inspirado mucho, he sacado fuerzas de todo esto”, subraya.

Toda una vida dedicándose a la pintura

Gómez-Lechón reconoce que su trayectoria le ha permitido dedicarse a la pintura en mayor medida que muchos de sus compañeros de la universidad. “De todos ellos, muy pocos o ninguno han acabado dedicándose a pintar. Escoger un camino y estar siempre a gusto con él es muy complicado. Yo he tenido parones, pero nunca lo he dejado. En ese sentido me siento afortunada”, apunta.

Marta Gómez-Lechón lleva veinticinco años haciendo exposiciones. Reconoce que nunca ha tenido contacto con medios de comunicación, pero que desde joven a tenido muy claro cuál sería su camino. Opina que, a la hora de aprender las mejores técnicas, lo mejor que pudo hacer fue especializarse en grabado tras la carrera: “Creo que ofrece mucha técnica a la hora de pintar. Decidí esta especialidad porque es la mejor para tener un bagaje amplio”.

A partir de aquello, la artista montó su propio estudio y se puso a trabajar desde un primer momento con los pigmentos, cosa que sigue haciendo hoy en día. “Mi técnica ha ido cambiando. La he depurado y he innovado, pero todo nace de allí. Construida a base de tonos y texturas, su técnica pone especial relevancia en el blanco, lo cual le permite desarrollar su imaginación de mejor forma. Siempre sin olvidar ese concepto, Samskara, de plasmar lo que uno siente en el momento concreto, y de hacerlo siendo consciente de las influencias que tiene sobre la personalidad de uno mismo.