VALÈNCIA. Ya ha pasado el ecuador de la legislatura y las próximas elecciones municipales, previstas para 2027, se acercan cada vez más. Actualmente, en la provincia de Valencia, el PSPV-PSOE es el partido que sustenta más alcaldías, gobernando en 109 de los 266 municipios. En segunda posición se encuentra el Partido Popular (PP), con 97 alcaldes, seguido de Compromís, con 28, y otras formaciones, como Ens Uneix o candidaturas locales, que suman 24 alcaldías. Esquerra Unida tiene 4, Ciudadanos 3 y Vox 1.
Pese a la mayoría socialista en los ayuntamientos, a nivel autonómico el PP arrasó en la provincia en las elecciones de 2023. Fue la fuerza más votada, con el 33,2 % de los votos y 15 escaños (8 más que en 2019). Le siguió el PSOE, con 27,6 % y 12 escaños, Compromís con 17,2 % y 8 escaños, y Vox con 12,5 % y 5 escaños.
La victoria de los populares vino acompañada de sorpresas en municipios históricos. En Torrent, la actual alcaldesa, Amparo Folgado (PP), desbancó a Jesús Ros (PSOE), quien había gobernado durante 8 años, pero que ya tenía seis legislaturas y media a sus espaldas. Otro ejemplo es Xirivella, bastión socialista desde 1979 salvo una breve excepción; la actual alcaldesa Paqui Bartual (PP), con el apoyo de Vox, consiguió hacerse con la vara de mando. En Algemesí, tradicionalmente socialista, José Javier Sanchis (PP) arrebató la alcaldía a Marta Trenzano, y en Náquera, Vox gobierna por primera vez en la Comunitat Valenciana.
El "cinturón rojo" de Valencia: l'Horta Sud
La influencia de los partidos varía según la comarca. En l’Horta Sud, conocida como el "cinturón rojo" de València, el PSPV mantiene históricamente su hegemonía. Municipios como Quart de Poblet llevan gobernados por el partido desde 1979, mientras que en Paiporta, Sedaví, Aldaia, Alaquàs, Picassent y Mislata ha habido breves interrupciones por PP, Compromís, PCE o EUPV, aunque el PSPV ha destacado históricamente. Esta comarca es clave por su peso demográfico: concentra cerca de medio millón de habitantes dentro del área metropolitana, y su influencia es decisiva tanto en las Corts Valencianes como en la Diputación de Valencia.

- El alcalde de Sedaví, José Cabanes, junto a la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, y la secretaria general del PSPV, Diana Morant. -
- Foto: PSPV
Cambios de alcaldía
Los cambios de alcaldía también forman parte de la dinámica local. Algunos municipios reparten la vara de mando mediante acuerdos de gobernabilidad, generalmente a mitad de legislatura, o incluso por periodos más cortos. Es el caso de Montcada y Manises, donde el PSPV gobierna ahora pero cederá el mando a Compromís el próximo año.
Otros cambios recientes incluyen municipios que históricamente fueron socialistas, como Castelló de la Ribera o Llíria, que han pasado a manos de Compromís. Un caso más sonado ha sido Massamagrell, donde Paco Gómez (PSPV) asumió la alcaldía de forma sorpresiva tras la ruptura del pacto de gobierno entre PP y el partido municipalista En Marxa Massamagrell, con el apoyo de Vox.
Alcaldes continuistas
En una provincia marcada por vuelcos electorales y pactos inesperados, algunos alcaldes lograron afianzar su posición tras las elecciones municipales de 2023. Es el caso de Roger Cerdà, en Xàtiva, que encadena desde 2015 mayorías para el PSPV en una plaza históricamente socialista. En Gandia, José Manuel Prieto, también del PSPV, consolidó su liderazgo tras coger el relevo en 2021 de la ahora Ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant. Mientras tanto, en Ontinyent, Jorge Rodríguez se mantiene con su marca local, La Vall Ens Uneix, después de más de una década de gobierno estable.
En la Ribera Alta, el municipio de Alzira continúa en manos de Compromís con Alfonso Domínguez, mientras que en Cullera, Paterna y Sagunto, sus alcaldes Jordi Mayor, Juan Antonio Sagredo y Darío Moreno, todos del PSPV, prolongaron sus mandatos sin grandes sobresaltos. En l’Horta, se mantienen veteranos como los populares Juan Ramón Adsuara, en Alfafar y Paco Comes, en Massanassa, así como el incombustible Josep Almenar en Picanya, que gobierna desde 1983. También Carlos Fernández Bielsa en Mislata revalidó con holgura más de una década de hegemonía socialista. En definitiva, municipios de peso que optaron por la continuidad de sus mandatarios frente a la ola de cambios que arrasó en otros puntos de la provincia.

- Toni González, Bielsa, Darío Moreno y Sagredo en el congreso. -
- Foto: KIKE TABERNER
Mociones de censura
Las urnas de mayo marcaron un primer reparto del poder municipal, pero las mociones de censura han sido la gran prueba de fuego de la legislatura. Algunas se tradujeron en giros de guión que han alterado por completo el mapa político, mientras que otras han quedado en meros amagos sin llegar a consumarse. Si tomamos como ejemplo iniciativas que han prosperado, en Sueca se vivió la moción de censura más mediática del curso político.
El socialista Dimas Vázquez perdió la vara de mando tras una votación ajustada, que unió a Compromís, el grupo local Sueca per Davant (SxD) y la concejala popular, Carolina Torres, que rompió con la disciplina de su partido al apoyar una iniciativa que hizo recaer la vara de mando sobre los municipalistas. Julián Sáez emergió como nuevo alcalde del municipio de la Ribera Baixa en un pleno que contó con la presencia de dirigentes como Joan Baldoví. El argumento central fue la "falta de transparencia y mala gestión económica" del anterior gobierno, en un municipio donde las fracturas políticas se venían acumulando.
En Requena, la historia se repitió siete días después de la Dana, que arrasó la provincia de Valencia el 29 de octubre de 2024. El PSPV y el Partido de Requena y Aldeas (PRyA) arrebataron la alcaldía a la popular Rocío Cortés. El socialista Mario Sánchez recuperó la vara de mando gracias a una mayoría absoluta de 11 votos. Los promotores justificaron la moción en la "parálisis absoluta" del consistorio y en la incapacidad del PP para sacar adelante inversiones clave para el municipio. El relevo se produjo en pleno debate por los efectos de la riada, que agravaron la sensación de bloqueo institucional.

- Rocío Cortés (PP), ex alcaldesa de Requena.- Foto: AYTO. REQUENA
También en Chiva se impuso la inestabilidad política. La popular Amparo Fort dejó su cargo al frente del consistorio por una moción de censura que respaldaron PSPV, Compromís y los grupos locales Activa Chiva y Aduc. Así, el socialista Ernesto Navarro asumió la alcaldía sin alternancia hasta el final del mandato. Más allá de las tensiones políticas la nueva mayoría subrayó la urgencia de abordar las consecuencias de la Dana y la necesidad de coordinar políticas urbanas y de servicios básicos.
Las iniciativas políticas que no llegaron a puerto
Sin embargo, no todas las mociones han pasado del terreno de la especulación. En Torrent, la oposición tanteó la posibilidad de desbancar a la popular Amparo Folgado, después de que Guillermo Alonso del Real, ex concejal de Vox y ahora en el grupo de no adscritos, se convirtiera en una pieza clave para garantizar la estabilidad del pleno municipal. PSPV y Compromís exploraron la suma con Alonso del Real, pero el plan "se enfrió". La alcaldesa calificó la operación de "asalto al poder" y, aunque el escenario sigue abierto, no se alcanzaron los números para consumar la maniobra.

- Amparo Folgado sostiene la vara de mando aplaudida por Jesús Ros. Foto: Ajuntament Torrent -
En Paiporta, la gestión de la socialista Maribel Albalat tras las inundaciones del 29-O tensó aún más su relación con Compromís, que, en ocasiones anteriores, ha formado parte del equipo de gobierno en este ayuntamiento de l’Horta Sud. El PP tanteó una moción apoyada por Vox e, incluso, logró aprobar en pleno una petición de dimisión de Albalat. Pero Compromís optó por la abstención y no se sumó al bloque conservador. Meses después, la alcaldesa de Paiporta dimitió por motivos de salud y la vara de mando pasó al segundo de la lista, Vicent Císcar, quien firmó un pacto de gobierno con la formación valencianista el pasado mes de junio.

- La Alcaldesa de Paiporta, Maribel Albalat -
- Foto: MARGA FERRER/VP
Por último, en Vilamarxant, la legislatura arrancó con un pacto entre PP y Ciudadanos que preveía un relevo pactado en la alcaldía: dos años para el popular Héctor Troyano y, a mitad de mandato, el traspaso a Xavier Jorge, de Ciudadanos. Sin embargo, el acuerdo saltó por los aires antes de llegar a cumplirse. Troyano cesó a dos concejales de la formación naranja, incluido al propio Jorge, alegando "irregularidades administrativas" y dejó al socio de gobierno fuera del ejecutivo.
Con el pacto roto, Ciudadanos intentó armar una mayoría alternativa junto al PSPV y Acord per Vilamarxant (coalición de Compromís, EU y Podem). Sobre el papel sumaban los votos suficientes para una moción de censura, pero el acuerdo naufragó por falta de consenso sobre quién debía ser alcalde si prosperaba la iniciativa. Los socialistas se negaban a investir a Jorge, y Acord tampoco lo veía como una opción viable. No obstante, en una entrevista reciente con Valencia Plaza, Jorge reconoció que las conversaciones sobre presentar una moción de censura siguen sobre la mesa.