plato de la semana

Caracoles a la brasa en Casa Elías

Fuego, brasas, cariño, terruño, verdad y unos caracoles memorables en El Xinorlet

| 01/04/2022 | 1 min, 35 seg

Me apuesto una cena en Estimar a todo trapo a que ni un solo comensal (o sea, ni uno) de los que disfrutaban como gorrinos en el comedor de Luis Rodríguez en Casa Elías tenía la más remota idea de quién narices es Rasmus Munk y que justo a esa hora andaba dando una charla en un congreso de alta gastronomía llamado Madrid Fusión (que tampoco conocen) y mucho menos que lo que pretende este notas en su restaurante (se llama Alchemist y está en København, Dinamarca) es dar asco, provocar náuseas, que te hagas preguntas y toda esa vaina provocadora tan de libro de coaching de aeropuerto: “crear experiencias que nos lleven al límite y nos saquen de nuestra zona de confort”.

Pero es que yo no quiero que me saquen de mi zona de confort, querido Rasmus, yo lo que quiero es comer bien, beber mejor, una sonrisa cálida al llegar, ratitos buenos y esas cosas tan alejadas de tu proyecto de “cocina holística”. Yo quiero saborear el terruño, la liturgia del fuego, ser feliz en torno a una mesa, esas cosas frugales. Y ya te digo yo que de eso sí saben un rato todos aquellos comensales sin pajolera idea de cocina holística pero con muchísima de intuir dónde se come como Dios, por eso siempre vuelven a Elías —mitiquísima su paella a leña de conejo (arroz, conejo, caracoles, aceite, tomate, sal, clavo, pimienta y agua), sus alcachofas a la brasa o esos caracoles al fuego que son todo lo que espero de un plato: esencialidad, pureza, verdad, humildad, sabor. Tremendo.

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