VALENCIA. Es una historia conocida. Cuando el médico escocés David Livingstone fue dado por perdido durante una de sus misiones por África, el periódico New York Herald puso en marcha una expedición de socorro para encontrarlo. El periodista y explorador Henry Stanley fue el encargado de encabezar tal misión. En 1987, cuando Stanley por fin encontró al científico en la ciudad tanzana de Ujiji, pronunció unas palabras que pasarían a la historia: “Doctor Livingstone, supongo”. Esta famosa anécdota es la que da nombre a la exposición Doctor Carsí, supose que inauguró el Museo de Etnología este miércoles y que se podrá visitar en la Sala II de este centro hasta el próximo 3 de abril.
La muestra reúne una serie de elementos que recopiló Mariano Carsí, natural de Alfafara del Patriarica, quien después de especializarse en medicina tropical en Bélgica, se trasladó en 1958 a la República Democrática del Congo, en el corazón del continente africano, donde trabajó en hospitales y compañías mineras hasta su regreso a Europa en 2001, ya como jubilado. Durante su estancia en este país, el Dr. Carsí recopiló una serie de objetos de diversa índole, sin mayor interés que el de tener testimonios de su larga aventura. En total, la colección consta de unas 800 piezas que, tras la muerte de Carsí, su mujer María Londero donó al Museo de Etnología en 2010. Cinco años de trabajo han dado como resultado esta exposición de producción propia que ahora se exhibe al público.
Aunque en la muestra se ven reflejados algunos episodios históricos relacionados con el proceso de descolonización que vivía el país en aquellos años (Carsí presenció los disturbios de la guerra de independencia y otras revueltas), su comisario Robert Martínez destaca que “no se trata de una exposición sobre la historia del Congo, ni sobre arte africano, ni sobre la acción humanitaria en el tercer mundo” sino que su valor “no es artístico ni económico, recae en lo personal, ya que deja ver la estratigrafía de una vida”. Una biografía sobre la cual, según el director del Museo de Etnología Francesc Tamarit, se podría “escribir una novela y después hacer una película”.
La colección de Carsí, en palabras de Martínez, “acumulaba con cierto desorden objetos con valores muy desiguales” en un modo que se asemeja al de los gabinetes de curiosidades privados que fueron el germen de los primeros museos. Doctor Carsí, supose se estructura en tres partes. La primera refleja la trayectoria personal del médico y los diferentes episodios históricos que vivió en primera persona, con recortes de prensa y documentos de archivo. La segunda reproduce de manera fiel la disposición de algunas piezas tal como Mariano Carsí las albergaba en su residencia.
La tercera, por último, recoge una muestra de obras plásticas con motivos africanos. Londero destaca la presencia de objetos relacionados con la obstetricia y la ginecología, campos en los que el doctor se especializó. La viuda recuerda cómo el médico ayudó a un gran número de mujeres con problemas de infertilidad (muy mal vista en algunos países africanos), de modo que muchas madres les pusieron a sus hijos el nombre de Carsí.
La exposición se complementa con una interesante propuesta gráfica, dirigida por el ilustrador Andrés Marín, alrededor de los materiales y documentos de la colección: series de imágenes y decoraciones africanas que ofrecen un gran número de posibilidades. Fruto de este trabajo es la creación de un coleccionable de cromos, orientado especialmente al público infantil, que el usuario podrá adquirir cuando realice la visita.