El diputado de asuntos taurinos cree que el coso de la calle Xàtiva debe convertirse "en un verdadero ágora para la ciudad". Su licencia de actividad actual impide mayor flexibilidad que la de albergar corridas y grandes conciertos a través de licencia extraordinaria
VALÈNCIA. ¿Quiere alquilar la Plaza de Toros? Si lo que propone es apto para el recinto, el precio es único: 18.000 euros más IVA. No importa que utilice el techado del primer anillo, solo la arena del coso, parte de las gradas o todas ellas. No importa que utilice su contorno exterior para instalar casetas. El precio seguirá siendo el mismo: 18.000 euros más IVA.
Esa realidad absurda que se deriva de la gestión de la Plaza de Toros por parte de los anteriores responsables de la misma, ha empezado a virar en el último año y medio. Por un lado, con la vuelta a la actividad habitual –en temporada veraniega– de grandes conciertos. Por otro, con la ordenanza impulsada hace un año para delimitar los usos de la Plaza para distintas inquietudes con o sin ánimo de lucro. También para concretar cuándo es apta para una cesión gratuita.
Sin embargo, la piedra de toque sigue estando en su licencia de actividad. No son pocos los promotores que a lo largo de los dos últimos años han sopesado la posibilidad de hacer conciertos en la Plaza de Toros. No todos los han llevado a cabo, dado que hay que solicitar una licencia extraordinaria de actividad –algo que también sucede en espacios como Feria València, que carece de una solución uniforme– y además tomar una serie de garantías con un edificio protegido patrimonialmente.
La idoneidad de su enclave y su aforo, sin parangón en la ciudad para conciertos de seis a 8.000 espectadores, han podido en la mayoría de los casos y los promotores sí han asumido los riesgos económicos. Pero no han sido todos. El diputado de asuntos taurinos, Toni Gaspar, no solo es consciente de ello sino que ha tratado de ir cambiando el signo de la Plaza de Toros de València con sus posibilidades en esta legislatura.
Por un lado con la ya citada ordenanza, pero sobre todo con el proyecto en marcha de la tramitación de una licencia de multiactividad. "Esa licencia no servirá para grandes conciertos, porque las normativas actuales protegen ese tipo de acontecimientos por el gran volumen de gente. Sin embargo, nos permitirá funcionar con independencia para conciertos más pequeños, exposiciones, alquileres para otro tipo de usos culturales, sociales o privados", apunta a Valencia Plaza.
La intención de Gaspar es la de mantener una Plaza de Toros con un rendimiento de actividad mayor. "Para los grandes conciertos siempre habrá que contar con la supervisión de Emergencias de la Generalitat, pero desde hace un año y medio tratamos de impulsar una licencia multiactividad. No es sencillo". El miembro de la Diputación de València admite que la gestión de licencias es uno de los procesos más enquistados de la Administración.
"Hay muy pocas licencias de este tipo, pero debemos intentarlo. Los técnicos de la Diputación ya se han puesto en contacto con los del Ayuntamiento", avanza. No obstante, es la Generalitat la que puede plantear la viabilidad de lo que supondría un cambio de hábitos para la Plaza.
Más allá de las licencias extraordinarias –con las que funcionan los grandes conciertos–, el interés de la Diputación es también ampliar el abanico de precios de la plaza por su alquiler. Los ejemplos más usuales son encuentros gastronómicos, mercadillos o espacios menores para eventos privados. "La remodelación de la Plaza de Toros es reciente y hay muchos espacios que se pueden aprovechar. Queremos sectorizarlos y tener diferentes soluciones".
Gaspar entiende que de lograrse esa licencia de multiactividad durante la legislatura, algo que sería "un logro", "se enfocaría para cosas menores. Eventos de hasta 1.000 personas y similares".
Gaspar reconoce que entre las actividades que se celebraron durante muchos años, la del circo, "es muy difícil que vuelva a la Plaza". "Nosotros cumplimos con la normativa y hay un mínimo que pagar por la plaza con garantías. Para las empresas de circo es más rentable irse a un descampado de la ciudad y montar su propia carpa que pagar 50.000 euros, que sería el mínimo con el que se podría optar".
En general, al diputado de asuntos taurinos lo que le interesa es "hacer de la Plaza un ágora real para la ciudad". "No es un bien cualquiera, pero sí es un edificio público que debe ser útil para todos". La ordenanza, que debería firmarse y entrar en vigor antes de final de año –según cálculos de la Diputación–, y la posibildiad de licencia de multiactividad podrían cambiarle la cara (y sobre todo el ritmo) a la Plaza de Toros de València.