46 establecimientos

Los Bares Culturales se hacen fuertes unidos como asociación

5/04/2017 - 

VALÈNCIA. El movimiento era inevitable y los autodenominados Bares Culturales de la ciudad se han constituido como asociación. Después de reaccionar ante la “ola de inspecciones” de la que informó Valencia Plaza la semana pasada, después también de iniciar una serie de contactos tanto con las instituciones públicas como con agentes privados encargados de regularizar una situación que tiene ordenanzas de referencia en Bilbao o Barcelona, estos establecimientos se han constituido como agrupación para interlocutor de manera más eficiente en el proceso de adaptación normativa que reclaman.

El conflicto surge a partir de una serie continuada de inspecciones y actas levantadas por parte de la Policía Autonómica en torno a su actividad. En el marco legislativo actual, y tal como detallan en el comunicado del nacimiento del grupo, “con la legislación actual no tenemos nada que hacer”. Por ese motivo, en su inquietud de manter su licencia de actividad como cafetería, bar o pub, pero con el habitual desarrollo de talleres, exposiciones, conciertos de pequeño formato o presentaciones de libros, entre otros, 46 establecimientos se han adscrito a esta Agrupación de Bares Culturales.

Una primera definición de su naturaleza

El primer de reuniones ha concluido con esta unión de empresarios que, en el mismo mensaje, hace una “distinción entre el ocio cultural y el ocio natural destilado de la hostelería” que es clave para entender cómo se ha llegado a la situación de conflicto: “el primero es aquel ocio dedicado a enriquecer y cultivar los conocimientos humanos mediante las artes y las ciencias con la promoción de actuaciones de música en vivo, micro-teatro, monólogos, charlas, presentaciones de libros, intercambios de idiomas, actividades infantiles, encuentros on-line, torneos de videojuegos, recitales de poesía, sesiones de micros abiertos, exposiciones, audiovisuales, debates, etc”. Se entiende que el segundo no tiene este tipo de inquietudes o no de una manera combinada y constante.

Los establecimientos se agrupan ya que quieren realizar estas actividades de manera organizada y periódica: “ la realización de estos eventos culturales supone un trabajo y organización añadidos a la propia actividad de hostelería ,y esta proliferación de espacios alternativos a los ya existentes, enriquece y facilita el acceso a la cultura de los ciudadanos haciéndola más asequible y próxima en los distintos barrios a la vez que constituye un factor generador de empleo en estos ámbitos”. No obstante, la agrupación en su primer comunicado ya recoge las sensibilidades mostradas también en este diario por el concejal de Comercio, Carlos Galiana, y los ingenieros técnicos que insertan en el proceso de la creación de una nueva normativa a los vecinos.

Los Bares Culturales ya han contactado con el Ayuntamiento para lograr sus objetivos

Para los Bares Culturales “la cultura se entiende como una muestra de civismo y respeto hacia los vecinos y su descanso, por lo que se compromete a desarrollar esta actividad cultural en horarios de actividad ordinaria de la ciudad desde las 11:00 hasta las 23:00, con una extensión de una hora más para aquellos locales con una insonorización superior a 80 dB”. Desde su punto de vista, la futura normativa que recoja sus actividades tiene relación con la reactivación “de la cultura en València” y se ven como “potenciadores” de las estructuras ya existentes, tales como “monumentos, museos, fiestas y arte urbano”.

El grupo ya ha iniciado los contactos con el Ayuntamiento de València, a través de la citada concejalía de Comercio. Aunque el proceso solo acaba de dar sus primeros pasos, la gestación de este grupo, sin relación y en paralelo a otras asociaciones hosteleras preexistentes como pudiera ser la Federación de Empresarios de Hostelería de València o Fotur, tiene como objetivo “conseguir el reconocimiento de la labor que desarrolla por parte de las administraciones pertinentes”. El plan más inmediato pasa por activar a involucrarse en “la elaboración de una legislación moderna e inclusiva para estos espacios con el objetivo de desarrollar la actividad de forma reglada”. No obstante, esperan recabar más apoyos en su idea por ofrecer un “ocio cultural de forma responsable” pero con garantías legales.


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