Foto: ANNA FÀBREGABajo el lema 'Reset', este año se reconstruye y madura tras una edición plagada de dificultades por la pandemia
VALÈNCIA. Vuelve Russafa Escènica. Tras una edición muy difícil de llevar a causa de la pandemia, el festival retorna a la ciudad bajo el lema Reset como mensaje sobre la necesidad de reiniciarse y reconstruirse y con el objetivo, como novedad, de viajar a distintos municipios valencianos. Así, la Via Escènica quiere llevar siete piezas de corta duración a siete municipios para generar una red en la que todas las obras giren por los siete destinos.
El festival, que se celebrará entre el 23 de septiembre y el 3 de octubre, vuelve con una edición especial, quizá como todos aquellos eventos culturales que comienzan a volver a llenar el calendario. "Tenemos muchas ganas de volver a empezar", explicó el director artístico de Russafa Escènica Jerónimo Cornelles durante la presentación. La edición del año pasado tuvo que celebrarse en streaming a través de una plataforma virtual a la que en esta edición también darán uso. “Queremos democratizar la cultura. Hay mucha gente que no puede desplazarse para disfrutar del festival, así que con esta plataforma todos podrán disfrutarlo”, indica el director de producción Dídac Domènech.
Cornelles, por su parte, ha explicado que después de haber pasado las dificultades de la pasada edición, “el equipo está en un momento de madurez en el que ya no hay tragedias, sino búsqueda de soluciones. Quizás podamos haber perdido un poco de frescura, pero nos hemos reinventado en cada edición”, sentencia.
Domènech también ha opinado sobre el proceso de financiación pública del festival: “Los procesos son lentos, y eso nos limita. Si las convocatorias fueran bienales se podrían tomar más decisiones a largo plazo”.
La programación nacional y las producciones propias ya han sido presentadas. Faltan los Viveros (propuestas de corta duración entre 20 y 30 minutos) y los Bosques de compañías valencianas (propuestas de alrededor de 60 minutos de duración).
El festival comenzará el próximo 22 de septiembre en el Centre del Carme con la actuación del músico de folk urbano Vicente Navarro. El 29 de septiembre Teatre Escalante acogerá la representación en La Mutant de Lo pequeño, pieza de Cris Blanco, Jorge Dutor y Guillem Mont de Palol. El Escalante colabora con Russafa Escènica desde el pasado 2018.
El Teatre El Musical, en su tercer año consecutivo colaborando con el festival, participará en Los Invernaderos, proyecto que contribuye a la inserción laboral de estudiantes de interpretación, danza y circo y que este año estará dirigido por El Conde de Torrefiel. Según Juan Manuel Artigot, coordinador artístico del TEM, “en octubre se llevará a cabo un taller de teatro dramático”. La propuesta de este año del TEM es Ultraficción Nr.3, que se representará los días 2 y 3 de octubre.
Desde Espacio Inestable, los directores Jacobo Payarés y Maribel Bayona han destacado que “les gusta mucho colaborar con Russafa Escènica desde que comenzó a dispersar sus propuestas por la ciudad”. El día 30 de septiembre la compañía traerá la pieza de la artista Celeste González Ningún hombre me llevará a la cumbre. “Trata el concepto de sacrificio desde el lugar de los artistas trans en el tejido cultural”, explican.
Como viene siendo habitual, Fundación SGAE otorgará el Premio SGAE Russafa Escènica, por medio del cual escogerán una de las obras cortas para transformarla en otra de larga duración. La obra premiada se representará en la Sala SGAE el próximo febrero. La fundación también llevará a cabo talleres tutorizados.
Entre los Bosques de compañías nacionales se representarán propuestas como Pienso casa, digo silla de Las Detectives (Cataluña), propuesta que acoge La Rambleta. Por su parte, Carbón. Negro, de Álvaro Caboalles (Castilla y León) se podrá ver en un nuevo espacio para el festival, la sala Sanchis Guarner de la Facultat de Filologia de la Universitat de València. La propuesta familiar Sobre rodes, de Yldor Llach (Cataluña), se representará en La Beneficència. El festival terminará el domingo 3 de octubre con la actuación de Gilbertástico en las Naus de Ribes (Universitat Popular de València).
La imagen de este año ha sido creada por Concha Ros. Se trata del esbozo de una mujer que se dibuja a sí misma, como metáfora de ese ‘reset’ que ha vivido el festival y de la ruptura con esa invisibilización de las mujeres en las artes escénicas.
La 11ª edición de Russafa Escènica también está poniendo en marcha cinco talleres en materia de escritura, interpretación, artes vivas, comunicación y espacios escénicos y lumínicos. Tres de ellos se llevarán a cabo en colaboración con la Universitat de València. Estos estarán impartidos por Jaume Pérez, María García Torres, Blanca Añón y Ximo Rojo. Por su parte, Paula Llorens impartirá un curso de escritura en la Sala SGAE y El Conde de Torrefiel otro de formación en artes vivas en el Centre del Carme.
El festival ha recibido un centenar de propuestas de compañías valencianas. Actualmente todavía se encuentra en proceso de selección. Recientemente se ha presentado el proyecto Via Escènica de residencias en distintos municipios. Con este proyecto apuestan por la descentralización artística y la generación de nuevos públicos. Buscan crear una red que agilice e impulse el tejido cultural valenciano.
