Algunos planes para seguir siendo felices, sin importar el espacio, y con la solidaridad que requiere el momento
VALÈNCIA. Lo que pudo ser y no fue. Lo que tendrá que ser y será. Tan solo una cosa está clara: el hedonismo no tiene fin. Porque el hedonismo es una actitud ante la vida. Es la ausencia de temor a un mañana siempre incierto. Apurar el momento, con independencia del espacio, que puede ser la calle o el hogar (seamos responsables, #yomequedoencasa).
Son días difíciles para la ciudad de València, que en lugar de estar vestida con la pólvora y los truenos, se desnuda del atuendo y se las ve con el silencio. Todo como consecuencia de las medidas de seguridad contra la propagación del coronavirus, que son necesarias, pero no por ello menos dolorosas. Al impacto en el sector hostelero, se suma la repercusión que tendrá en la economía global y el temor que se genera entre la sociedad. Desde aquí, un mensaje de calma: saldremos de esta. Vamos a pelear mano a mano, hombro a hombro, con solidaridad.
No olvidemos que de las cenizas se resurge y que toda crisis es una oportunidad. Sigamos comiendo y bebiendo. Gocemos de una gastronomía que nos hace ser como somos, que define nuestro carácter entusiasta. Pero hagámoslo con mesura y con precaución. Desde el hogar, en compañía de los seres queridos, o en la apacible soledad y reflexión. Es por ello que mantenemos esta agenda, convencidos de que es tiempo de seguir siendo felices.
Mientras tanto aprovecha para...
1) Leer. Pocas cosas son tan nutritivas para el alma. Aquí tienes algunas recomendaciones.
2) Aprender a cocinar. En lugar de apuntarte a un taller, puedes dedicarle todo el tiempo del mundo. Consulta recetas por Internet y asegúrate de comer bien, pero también rico.
3) O aprender lo que sea. Actividades manuales como pintar o tejer; formaciones en línea, que van desde los idiomas a la fotografía. Es el momento de mirar hacia dentro.
3) No renuncies al deporte ni a la meditación. Busca tu espacio en casa.
4) Escucha a los tuyos. Tanto da si los tienes cerca y puedes mantener una conversación en persona, o si se encuentran lejos y su voz se cuela a través del teléfono. Siéntelos contigo.
5) Conocer mejor a tus hijos. No tienen que ir al colegio, así que pueden pasar más tiempo a su lado. Disfrútalos, crea recuerdos positivos y colaborad en actividades poco habituales.
6) Devorar una serie. El mejor remedio para que el tiempo pase rápido. A diferencia del cine, las plataformas de Internet no retrasan sus estrenos. Y siempre podrás comentarlos.
7) Descorchar esa botella que guardabas. Un brindis por la vida.
8) Consumir de manera solidaria. No temas el desabastecimiento: podrás comprar de todo y en cualquier momento. Incluso te lo llevarán a casa. Así que muéstrate razonable.
9) Y ahorra. Que es la parte positiva de palmar las vacaciones.
10) Sé más humano que nunca. Esto lo haces por ti, pero sobre todo por los demás. Por los mayores, por los pequeños. Por los más débiles en situación de riesgo.