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Colectivo ‘La Nostra’: la huella digital “bollera” que se genera desde València

1/09/2024 - 

VALÈNCIA. La falta de referentes en el colectivo lésbico es una realidad latente aunque, por suerte, año tras año nuevos nombres se van añadiendo a las listas. Autoras como Sara Torres, directoras como Zaida Carmona, artistas como Carla Berrocal y decenas de nombres van generando nuevos contenidos para ampliar el conocimiento en la comunidad sobre ser disidente, y para hablar del orgullo lejos del miedo. Sus creaciones se dirigen a quienes son como ellas y buscan un resguardo en las artes y en las letras. 

Ese sentimiento de colectividad no solo está en los libros, el arte y las películas, también se encuentra en quienes leen, escuchan y miran. Con el objetivo de poner en valor y celebrar esto, Paula Benavent y Clara Duchel crean el colectivo La Nostra, en el que buscan generar un espacio donde recopilar archivo cultural lésbico y asociarse a través de sus vivencias y expresiones de género entendiendo “lo lésbico” como algo identitario.

El colectivo nace al ver la falta de organización -y de encuentro no mixto- entre "personas sáficas desde València". Es por ello que buscan crear un espacio al que sea seguro acudir en caso de necesitar ayuda o simplemente para resguardarse entre iguales: “En otras ciudades como Madrid y Barcelona se organizan mucho desde lo lésbico y lo bisexual, pero en València no vemos que pase igual”, apunta Benavent: “Queremos que poco a poco se vaya incluyendo el mayor número de gente interesada y generar un espacio organizado en nuestra propia ciudad, en el que estar seguras todas y abrir también un espacio de ocio y reflexión”. Lo hacen desde un colectivo que tiene todos los "apellidos" importantes, en La Nostra son: transincluyentes, intergeneracionales, anticapitalistas, antirracistas e interseccionales, y se posicionan en contra del genocidio sobre Palestina. 

Se presentan con el Lesbofanzine La Nostra, con el que ponen la primera piedra para generar archivo propio del colectivo. En la presentación del proyecto, con un cinefórum de But I’m a Cheerleader, dieron el fanzine a las personas que acudieron y lo aprovecharon para explicar el motivo del proyecto. Esta publicación baila entre lo teórico y lo lúdico y habla de lo que les interesa consumir como lesbianas: “Es una especie de revista en la que hay contenido de teoría y textos académicos y mientras te puedes encontrar una sopa de letras de películas típicas de bolleras”, explica Duchel, “sabíamos que queríamos trabajar con un vocabulario y formato accesible para cualquiera”. 

Accesibilidad es también la palabra que define a la web del colectivo, desde la que se puede acceder desde el archivo de Barbara Hammer en abierto hasta un listado de películas lésbicas cuidadosamente seleccionadas por ambas integrantes: “Pensamos en lo difícil que puede llegar a ser buscar buenos referentes en cualquier sitio, somos conscientes de que hay mucha falta de referentes lésbicos y que hace que sus contenidos sean menos accesibles. Es por eso que hacemos un archivo de cultivo propio en el que destacamos todo lo que siempre nos ha costado encontrar”. 

Para hacer esta información accesible y de manera lúdica, las películas se clasifican con estrellas, se contempla en qué plataformas se pueden ver y además se señala si las dirige una mujer o una persona no binaria, por su contra, un señor (cis): “Queremos darle nuestro toque a esta clasificación, cuando hablamos con amigas podemos contar que una peli lésbica está muy bien, pero que está dirigida por un señor y eso se ve reflejado en nuestra manera de ordenar el contenido”, destaca Duchel, quien apunta que también cuentan con una sección de libros digitalizados de libre acceso, siguiendo la filosofía de "dejar todo a mano".

Con un lenguaje muy actual, y con un archivo que no para de crecer, el sueño es que las secciones se vayan ampliando poco a poco. Benavent explica que de momento quieren organizar más encuentros, similares al cinefórum que hicieron seguido de la proyección de But I’m a cheerleader. Encuentros en los que debatir sobre su lesbianidad y con los que poco a poco ir conformando una comunidad e ir trabajando en generar el archivo con el que siempre han soñado. 

Por la rama más política ya se han asociado con otres compañeres, como en el caso de la manifestación del lesbicidio que sucedió en Argentina el pasado mes de mayo, por la que organizaron una marcha en honor de las asesinadas: “Buscamos generar algo que nos una a nivel identitario, generar una red de cuidados y estar en un entorno de familia”, explica Benavent, a lo que Duchel añade que la idea del colectivo es que pueda dar el salto a lo asambleario a través de la autogestión y gracias a quenes les rodean.

Foto: MAR SOLDADO

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