VALÈNCIA. El cierre de oficinas bancarias en la Comunitat Valenciana lejos de reducirse va a más... y lo que queda solo con los procesos de integración del Banco Popular en Banco Santander y de BMN en Bankia. Y no solo de sucursales sino de los despidos que están a la vuelta de la esquina -amén de jubilaciones y prejubilaciones- en lo que es otra vuelta de tuerca en el desapalancamiento del sector.
Ayer el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) publicó el informe trimestral sobre las entidades de depósito en la Comunitat Valenciana correspondiente al primer trimestre del ejercicio en curso. Así, entre enero y marzo 67 oficinas bancarias han bajado la persiana en algún punto de la región hasta reducirse a las 2.865 en un nuevo mínimo de toda la serie histórica iniciada en 1991 del otrora brazo ejecutor de la política financiera del Consell. O lo que es lo mismo: un 43,4% por debajo de los 5.061 de los máximos de finales de 2008.
Un trimestre más fue la capital la que copó los mayores cierres (-28) para reducir el número de sucursales bancarias hasta las 1.487, una cifra que representa un fuerte descenso del 43,8% respecto a las 2.646 que había en la provincia de València al cierre de 2008. Una oficina menos (27) se cerró en Castellón entre enero y marzo de este año, hasta totalizar 344, lo que significa que el desapalancamiento en la provincia de La Plana roza ya el 50% respecto a las 679 sucursales que contaba a 31 de diciembre de 2008.
Por el contrario, la provincia de Alicante presentó unos números menos acusados, puesto que los cierres se limitaron a 12 oficinas en el primer trimestre -hasta las 1.034- y la caída desde los máximos de hace nueve años -cuando tenía 1.736- es del 40,4%. Cierto es que el ratio en las tres provincias de la Comunitat Valenciana sigue estando por encima del 38,1% del conjunto nacional, que a 31 de marzo pasado contaba con 28.240 sucursales bancarias frente a las 45.662 de diciembre de 2008.
Mientras tanto los depósitos del sector público y privado residente de la banca presente en la región se elevaron un 3,8% en tasa de variación anual hasta los 96.741 millones de euros. Un dato que contrasta con el descenso del 0,9% a nivel nacional, según el informe trimestral de la institución dirigida por Manuel Illueca.
Sin embargo, los datos autonómicos y nacionales siguieron idéntica senda bajista en lo que a créditos al sector público y privado residente se refiere. Así, las entidades de depósito operativas en la Comunitat Valenciana redujeron un 1% sus créditos -hasta los 119.913 millones- por debajo del 2,6% del conjunto nacional.
