MADRID (EP). La jueza del Tribunal de Equidad de Delaware Jude McCormick ha dictaminado este martes que el juicio por la marcha atrás de Elon Musk en la compra de Twitter se celebre en octubre, después de que el fundador y consejero delegado de Tesla solicitase retrasarlo al mes de febrero para poder construir una mejor defensa del caso. De este modo, McCormick ha dado la razón a la compañía, que había pedido "acelerar" el juicio, aunque finalmente no tendrá lugar en septiembre como en un principio había defendido el equipo legal de Twitter, alegando que el acuerdo para comprar la compañía debía ser antes del 24 de octubre, según la cadena CNN.
La jueza ha coincidido con el razonamiento de Twitter, que había expresado que daño "irreparalable" para la compañía aumentaba conforme pasaba más tiempo. "La junta de Twitter tiene todo el interés en resolver esto rápidamente, y tiene todo el interés en la demora: el tiempo es dinero", analizó una profesora de la Facultad de Derecho de Tulane consultada por 'The New York Times'. En este sentido, los abogados de la red social expresaron el pasado sábado que "solo necesitan cuatro días para demostrar que la persona más rica del mundo debe cumplir su acuerdo".
Por su parte, el equipo legal de Musk propuso el mes de febrero como fecha alternativa para el juicio, argumentando que la fecha límite del acuerdo "se extiende automáticamente" en caso de litigio, lo que no afectaría al proceso. Fuentes cercanas al fundador de Tesla sugirieron que los abogados querían tener una mejor oportunidad de construir su caso.
El pasado 9 de julio, el magnate trasladó a Twitter que renunciaba al contrato de compra de la red social después de no recibir respuesta por parte de la compañía al pedir información sobre el número de cuentas falsas que se encuentran en la plataforma, así como la manera de la empresa de auditar y suspender las mismas. Días más tarde, Twitter presentó ante un tribunal del estado de Delaware una demanda contra el multimillonario para obligarle a comprometerse con su oferta de compra de la empresa tras romper el acuerdo entre las partes. "Musk aparentemente cree que él, a diferencia de cualquier otra parte sujeta a la ley de contratos de Delaware, es libre de cambiar de opinión, destrozar a la empresa, interrumpir sus operaciones, destruir el valor de los accionistas", dijo la compañía, tal y como recogió la cadena NBC News.
A mediados de mayo, el magnate había decidido suspender temporalmente la compra de Twitter, pactada a finales del pasado mes de abril por unos 44.000 millones de dólares (43.620 millones de euros), a la espera de detalles que respaldaran el cálculo de la compañía de que las cuentas falsas representan menos del cinco por ciento de los usuarios.
Posteriormente, mediante una carta remitida a principios de junio por los abogados de Musk a la Comisión del Mercado de Valores (SEC) de Estados Unidos, el equipo legal del multimillonario consideraba la posición de Twitter un "incumplimiento sustancial" de sus obligaciones en virtud del acuerdo de fusión, por lo que advertían de que Elon Musk "se reserva todos los derechos resultantes, incluido su derecho a no consumar la transacción y su derecho a rescindir el acuerdo de fusión".