Muhammara de pimiento con nueces en Kukla

Yo pensaba que nunca habría nada en el universo que me hiciese ponerle los cuernos al hummus, del que me alimento en cantidades que rayan el límite de lo patológico. Pero no hay nada inmutable, y después de probar la muhammara de Kukla, creo que nada volverá a ser como antes. 

La mahmmara o muhammara (rojo en árabe) es una pasta de pimientos y nueces muy popular en países como Siria, Líbano o Turquía, que hasta ahora no había probado. Es uno de los platos de la nueva carta de primavera con la que este restaurante especializado en cocina de Oriente Medio refuerza su compromiso con los productos de esta estación. 

En Guía Hedonista hace tiempo que nos quedamos prendados de la cocina de Ayelet y Ronen y no es la primera vez que uno de sus propuestas se cuela en plato de la semana. Ya lo hicieron sus falafel o su shakshuka. Son platos sencillos, sabrosos que a base de verduras y especias nos hacen viajar hasta la otra orilla del Mediterráneo. En el caso de la muhammara, consiguen una armonía de sabores que elimina cualquier temor de que el colonizador pimiento invada el plato. Es un vicio partir el pan, untar y rebañar en la cazuela y comer con los dedos. Me encanta esa forma ancestral y salvaje de llevarse la comida a la boca.

El resto de platos que acaban de presentar para formar parte de la carta de los próximos meses sigue la estela de la muhammara: los keftes de prasa o las borekas de queso y espinacas son una maravilla.  Tenían razón mis compañeras, la cocina de Kukla se fundamenta en verduras y hortalizas, pero si nadie te advierte puedes olvidarte que estás en un restaurante vegetariano.

La muhammara es tan adictivo y se te queda tan dentro como lo último de Rosalía.  Motomami, motomami.