VALÈNCIA. Okuda San Miguel es un joven nacido en Santander, licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid es un artista que ha recorrido medio mundo dejando huella en muchos edificios, murales, paredes... En definitiva, sus estructuras geométricas y estampados multicolores han llegado y van a seguir llegando a todos los rincones del mundo. Calles y galerías de India, Mali, Mozambique, Estados Unidos, Japón, Chile, Brasil, Perú, Sudáfrica, México y Europa ya disfrutan de su street art. Un proyecto en marcha que va de la mano de Okuda junto a Pepe Latorra y Gabriel Sanz es la creación y elaboración de la Falla Municipal grande 2018.
- ¿Consideras que el street art está valorado como se merece?
- En el entorno del arte creo que hay muchas ferias que sí; hay artistas de street art que están en casi todas las ferias de arte contemporáneo. En España creo sin embargo que no. Por ejemplo, este ha sido mi primer año en ArtMadrid… OsGemeos estuvieron hace años en Arco, pero no se han vuelto a hacer eco de este movimiento para nada. Y creo que es importante, es el último paso dado por la historia del arte. Es una cosa real, está pasando.
Por cada 10 proyectos fuera hago uno aquí. Por otro lado, mediáticamente sí me siento valorado
- Viajas mucho y has pintado en infinidad de lugares del mundo pero en España no hay muchos trabajos que lleven tu firma en comparación al extranjero, ¿sientes que tu trabajo está valorado en España?
- Más fuera, de ahí que esté constantemente en proyectos fuera de España. Pongamos que por cada 10 proyectos fuera hago uno aquí. He de decir que, por otro lado, mediáticamente sí que me siento valorado.
- En tus obras y proyectos artísticos predominan las imágenes de caras humanas y animales, ¿a qué se debe? ¿Y por qué las formas geométricas?
- Los retratos humanos expresan un sentimiento multirracial, y con la representación de los animales trato de poner a estos a un mismo nivel que los humanos, ya que es de esa manera como creo que se crea cierto equilibrio en el planeta.
- Y en cuanto a los colores que caracterizan tus dibujos, ¿por qué utilizas esas gamas de colores tan vistosas?
- Porque cada uno de esos colores simbolizan la multiculturalidad, mis retratos y personajes adquieren esta geometría multicolor para representar todas las razas.
- Casi 20 años de trayectoria a tus espaldas, muchísimos kilómetros recorridos y un sin fin de lugares con tu arte. Echando la vista atrás, ¿cómo ha evolucionado tu trabajo desde que empezaste hasta la actualidad?
- Ha sido una evolución cocida a fuego lento, de casi 20 años. Comencé pintando letras en la calle y poco a poco me fui enamorando del surrealismo y del arte en general, y adquiriendo una identidad muy personal donde se dan la mano el surrealismo, el pop art y el street art.
- Muchos puntos del mundo tienen tu sello repleto de colores y formas geométricas. Has pintado en muchos países, ¿tienes en mente alguno que te falta y que estés pensando ya en plasmar tu arte?
- Me faltan muchos y sigue en mí la emoción por conocer nuevos países. Seguro que el que más me sorprende es alguno al que aún no tengo en mente ir. Que tenga ganas ya de ir… Indonesia, Costa Rica, Filipinas…volver a Japón a hacer algo más grande, lo mismo Brasil …Grecia…
Un punto de inflexión en mi carrera fue Kaos Temple, la iglesia de Llanera. Ha sido el único proyecto que ha nacido enteramente de mí.
- Entre los incontables trabajo que has ido realizando en estos casi 20 años, ¿hay algún proyecto artístico que hayas realizado y que tenga especial significado para ti?- Hay uno que ha sido un punto de inflexión en mi carrera: Kaos Temple, la iglesia de Llanera. Ha sido el único proyecto que ha nacido enteramente de mí… También importantes han sido las otras iglesias; la de Marruecos tiene un significado especial al ser un país musulmán, dejando claro que el arte no entiende de fronteras, elimina barreras culturales y religiosas; la Iglesia del Cannabis como símbolo del mundo contemporáneo… Y el castillo que recientemente he realizado en Francia, muy especial al ser sobre un soporte que me ha sorprendido mucho.
- Recorriendo algunos de tus proyectos podemos ver que has pintado en iglesias, museos, calles, murales… ¿Qué soporte te falta por pintar en tu carrera y aún no lo has hecho?
- No soy consciente de lo que me falta pero me gustaría seguir transformando edificios clásicos sin vida, como el castillo. O alguna intervención efímera en un palacio tipo Versalles, muy lleno de ornamentación frente a mi estilo es lo que llamaría mucho la atención… Monumentos soviéticos abandonados, una iglesia en forma de pollo en Indonesia que parecer ser está también abandonada… Pero hay uno que tengo en mente, en Berlín, una especie de esfera hecha a triángulos en una fábrica abandonada.
- Hablando de futuros proyectos y destinos, ¿se puede decir que tu street art está vinculado con el sitio que pintas de panera directa?
- Más que con el sitio, con la forma sobre la que pinto. Mi trabajo depende mucho de eso, me dejo guiar mucho por su arquitectura. Recurriendo de nuevo al castillo, fueron sus ventanas las que me obligaron a pintar esas calaveras.
- En mayo supimos que tu participarías en la creación de la Falla municipal de València junto a Pepe Latorre y Gabriel Sanz, ¿en qué temática estará basada la falla?
- La Falla se basará en ese equilibrio universal que mencionaba al principio, entre humanos y naturaleza, en un mundo finalmente convertido en hucha, en el que todo funciona por dinero.
- En cuanto a la temática de la Falla municipal de València ¿qué puedes contar sobre este proyecto en general que tienes entre manos con Latorre y Sanz?
- Además de ese sentido, la Falla también recoge elementos retrospectivos de mi carrera. Ahora mismo estamos en pleno proceso, queda un largo trecho junto a ellos por delante que encaro con muchas ganas.
Me encanta mantenerme al margen de todas las cuestiones políticas, aunque sí pediría más respeto hacia el arte
- El boceto de la Falla fue filtrado en el mes de mayo, ¿qué piensas al respecto?
- Me encanta mantenerme al margen de todas las cuestiones políticas, aunque sí pediría más respeto hacia el arte, la creación por parte, tanto de instituciones en el sentido amplio, como de los medios de comunicación, a veces más interesados en este tipo de cuestiones.
- Después de tantas polémicas que arrastran todos años las fallas municipales de València, ¿existe presión al ser uno de los artistas que se encarga de esta falla 2018?
- Para nada, al mantenerme al margen de todo ello. Estoy contento de poder vivirlo por dentro, y me voy a quedar solo con la parte positiva, disfrutar y hacerlo lo mejor posible desde el corazón.
- A lo mejor resulta extraño vincular a un artista internacional de tu talla y que se dedica al street art con un proyecto lleno de tantas tradiciones como una Falla, ¿por qué te decidiste a embarcarse en este proyecto cultural repleto de tradiciones?
- Mi arte suele ser de gran formato y en espacio público, como Fallas. Además, está su carácter efímero; es decir, ambas –tradición y Street art- tienen sus puntos en común, no están tan alejadas. Y por último, el que se trate de un evento tan conocido. Tres buenas razones para decidirme.
Nuevos proyectos: el diseño de una líneas de joyas con la marca Suarez y de unas gafas de sol
- Dos décadas dedicadas a este mundo artístico y lo que te queda pero ¿cuáles son proyectos futuros?
- Muchos… El diseño de una líneas de joyas con la marca Suarez y de unas gafas de sol de Flamingo. En cuanto a intervenciones públicas, ya tenemos todo cerrado de aquí a finales de año en países como Estados Unidos, Tahití, Canadá… También ya cerrando exposiciones para el año que viene… En fin, muchas cosas. Os podéis enterar de todo a través de mi Instagram.