El Ayuntamiento y la patronal hotelera se desplazan hasta la capital para unirse en esta iniciativa de cooperación entre los diferentes destinos
Cuando estamos a punto de terminar la segunda década del siglo XXI, la ciudad de Alicante, sus agentes turísticos, hosteleros y políticos siguen dándole vueltas al modelo de ciudad, al modelo de turismo y al tipo de viajeros que quieren en sus, hoteles, calles y playas. Algo que no es nuevo, y que ya ocurría hace unos 200 años. Fue cuando la ciudad comenzó a atraer visitantes de otras partes del país. La línea férrea Madrid-Alicante inaugurada en 1858 le dio el impulso definitivo a este sector. El libro “Posadas, fondas y Hoteles” de Caridad Valdés, recorre la vida de los hospedajes alicantinos desde comienzos del XIX hasta mediados del sigo XX. Un libro que, centrado en los personajes que se convirtieron en los primeros empresarios del sector (posaderos, fondistas y primeros hoteleros) y que pusieron los cimientos del tejido hostelero de la capital
Algunos se consideran 'meninfots' por mirar hacia Madrid, otros se acomplejan de tanto mirar a Barcelona, pero no cabe duda que el 'pensat i fet' es uno de los defectos que más nos desacredita, también en política turística