Javier Gómez, consejero delegado de Aelca VALÈNCIA. El negocio de la promoción inmobiliaria ya experimenta síntomas que van más allá de la recuperación del sector. El mercado del suelo se está calentando, hasta el punto que prolifera la recompra de parcelas entre promotoras ante la escasez de producto -como es lógico, la pesca de grandes firmas en el stock de las más pequeñas-.
El último caso en producirse ha tenido lugar en en barrio de Malilla, donde Aelca, la promotora participada al 75% por el fondo americano Värde, ha comprado un solar de 6.000 metros cuadrados a la cooperativa inmobiliaria Libra con la intermediación de la consultora CBRE, según trasladan a este diario fuentes del sector.
La operación responde a "una estrategia de tesorería", explica la cooperativa preguntada al respecto por Valencia Plaza. La firma, que invirtió en la parcela para desarrollar un complejo de 50 viviendas, ha alcanzado finalmente un acuerdo para su traspaso, del que prefiere no revelar las cantidades. De este modo, Aelca suma el barrio de Malilla a los varios proyectos que ya estaba desarrollando en la ciudad.
Según explica Miguel Palmero, arquitecto y director general de Libra, la operación permitirá a la firma afrontar con mayor holgura los cinco proyectos restantes que desarrolla en la ciudad, dos de ellos precisamente en Malilla. De hecho, la enseña inició este lunes las obras de Nuevo Parque Malilla, uno de sus dos complejos en el barrio.
Además de este complejo, Libra dispone en el lugar otro edificio de 50 viviendas denominado Nuevo Parque II, justo en la parcela 'gemela' a la vendida a Aelca. El proyecto ya está en fase de comercialización, con un 30% de las viviendas vendidas.
Fuera de Malilla, Libra impulsó en Patraix el complejo Jacinto Lavaila, de 52 viviendas; otro de 67 Viviendas de Protección Oficial en Quatre Carreres; y ultima la comercialización de otra pequeña promoción de 22 viviendas junto a las Atarazanas, en El Cabanyal-Canyamelar.
La primera compra de suelo a una promotora por parte de una gran firma respaldada por fondos de inversión fue la realizada por Neinor Homes en junio de este año, cuando la firma respaldada por el fondo Lone Star adquirió la friolera de 50.000 metros cuadrados a Urbem -suelo para la construcción de más de 400 viviendas, también en Malilla-. La compra supuso un balón de oxígeno para que la compañía valenciana superara su concurso de acreedores.
La operación se cifró en 27 millones de euros, una cantidad muy elevada, según algunos constructores valencianos. "Son más de 500 euros por metro cuadrado, eso significa que, para rentabilizar la inversión, debería vender a unos 2.200 euros por metro cuadrado en una zona que ofrece productos similares a 1.800 euros", afirman.
Juan Velayos, CEO de Neinor Homes, replica abiertamente esta tesis. "Yo discuto la crítica de que encarecemos el suelo. Yo soy muy disciplinado en mis números. El suelo que compro es para venderlo con rentabilidad. Quizá es que nadie estaba dispuesto a pagar lo que vale ese suelo y ahora ha llegado alguien que sí lo está. Nosotros actuamos con muchísima disciplina", respondió en una entrevista concedida a este diario. Pero la suspicacia del promotor tradicional va más allá, y apunta a que sus movimientos responden realmente a las expectativas que deben generar en los mercados en los que cotizan, sin atender demasiado al precio.
Más allá de las compras de Aelca a Libra y Neinor a Urbem, fuentes del sector inmobiliario apuntan, en el mismo sentido, una adquisición de suelo en Benicalap Norte por parte de la constructora Avintia y un fondo de capital madrileño a la promotora de la familia Otegui.
