ALICANTE. El espaldarazo definitivo de la dirección del PSPV-PSOE a la exconsellera de Sanidad, Ana Barceló, para convertirse en aspirante a la Alcaldía de Alicante desató este viernes los movimientos internos para tratar de cuadrar la composición de la futura candidatura que permanecían hasta cierto punto contenidos hasta ahora. Tan es así que el sector solerista de la agrupación local, se apresuró a confirmar sus pretensiones de presentar a la exconcejal María José Adsuar como alcaldable alternativa. No es una apuesta menor, aunque tampoco mayoritaria: dicha corriente -ahora autodenominada Socialistas con Alicante- podría controlar entre el 30 y el 40% de la militancia, tras sumar a otros sectores descontentos con la ejecutiva que comanda Miguel Millana, y sigue alineada en torno al histórico dirigente Ángel Franco.
En principio, la decisión de presentar esa candidatura estaría ya tomada con la voluntad de forzar la celebración de primarias y permitir que los afiliados puedan pronunciarse de manera democrática sobre la opción que les parezca más indicada para tratar de ganar el Ayuntamiento de la capital, según precisaron sus representantes. Con todo, está por ver si el anuncio llega a sustanciarse en una candidatura (se dispone de plazo hasta el próximo día 19 para su presentación); si se reúnen los avales suficientes (el periodo de recogida se cerraría el día 27) y si, superadas esas dos fases, se llega a una votación efectiva (está prevista para el 9 de octubre, aunque la dirección autonómica pretende solicitar a Ferraz un adelanto al día 8 para no coincidir con el Dia de la Comunitat Valenciana).
Todo parece indicar que los soleristas de la ciudad -que en este caso concreto no contarían con el apoyo moral expreso del secretario provincial, Alejandro Soler- tendrían sobrada capacidad para cumplir con todos esos condicionantes previos y conseguir que se coloquen urnas internas, de modo que sea una mayoría la que se pronuncie a la hora de elegir cabeza de cartel. Además, nadie puede asegurar que no lleguen a presentarse otros candidatos distintos que todavía no han aparecido, toda vez que el porcentaje de avales requeridos para hacerlo podría resultar hasta cierto punto asequible, según fuentes consultadas.
Con todo, no es menos cierto que, en último término, la herramienta de las primarias podría acabar perdiendo su valor como instrumento de manifestación democrática para convertirse en escenario de la pugna entre las distintas familias de la agrupación por los primeros puestos de la lista electoral más allá del propio alcaldable. De hecho, fuentes consultadas indicaron que los resultados de esa previsible votación en primarias podrían utilizarse después como argumento para tratar de reivindicar la incorporación de representantes de las distintas corrientes que conviven en la agrupación en las posiciones de salida de la candidatura, con opciones de lograr acta de concejal tras los comicios municipales de mayo de 2023. De ahí el interés por medir fuerzas.
Y de ahí también que ese fuese, precisamente, el temor expresado este viernes por fuentes próximas a la dirección local consultadas por este diario, que mostraron su disconformidad por el procedimiento elegido para confirmar la apuesta por Barceló: a través de los medios de comunicación y sin haber promovido una reunión previa con la ejecutiva local en la que compartir posibles pros y contras de esa elección. En concreto, cuestiones como el grado de conocimiento o la mochila de cada una de las personas que venían sonando con mayor intensidad para convertirse en candidato: los nombres ya conocidos de Josefina Bueno, Julián López, Miguel Millana o la misma Ana Barceló que se habían llegado a incluir en un sondeo interno del que, a la postre, todavía no se han filtrado resultados.
En el caso de Barceló, tanto en el partido como en el resto de formaciones políticas se tiene claro cuáles pueden ser las fortalezas y debilidades que pueden salir a la palestra durante la campaña, en el caso de que acabe convirtiéndose en la candidata electa. Así, se daría por hecho que sería la aspirante con un mayor grado de penetración o de conocimiento entre la ciudadanía por haber desempeñado el puesto de consellera de Sanidad y haber tenido que lidiar con la pandemia de la covid con un balance relativamente positivo.
Con todo, no existiría ninguna certeza de cuál puede ser el resultado de seguir el modelo por el que se optó en las elecciones catalanas con el exministro de Sanidad, Salvador Illa, como candidato a la Generalitat: esa experiencia no salió del todo como se esperaba, ya que Illa se quedó en la oposición pese a que el PSC rentabilizó su figura y se convirtió en la fuerza más votada, aunque con los mismos escaños que ERC (33).
En todo caso, a Barceló también podría reprochársele (en realidad, ya se le ha recriminado desde el actual bipartito) que no se haya construido (ni iniciado) ninguno de los centros de salud pendientes en la ciudad de Alicante durante su etapa como consellera del ramo; que sea natural de Sax y que, de hecho, ejerciese como alcaldesa en dicho municipio hasta que fue desbancada por el PP en 2011; o que haya acumulado al menos dos sentencias condenatorias (todavía pendientes de resolución de recurso) por la falta de material de protección para los profesionales sanitarios durante la primera oleada del coronavirus o por retrasar la vacunación del personal de la sanidad privada.
Además, las mismas fuentes próximas a la corriente que dirige la agrupación local señalaron que hubiese sido deseable aunar esfuerzos antes de lanzar ningún nombre con el objetivo de evitar que se pudiese trasladar una imagen de división -por ejemplo, con el anuncio de candidatos alternativos, como ya ha sucedido- en un momento en el que se estaría tratando de ganar la calle con la organización de distintos encuentros vecinales en los barrios para exponer las propuestas socialistas en contraposición con la gestión del equipo de gobierno que dirige el popular Luis Barcala (o más bien, la falta de ella, según se sostiene). Sin ir más lejos, este fin de semana está prevista una nueva convocatoria en Plaza de Argel.
Eso sí, en ese mismo entorno se sostiene, que sea quien sea el candidato que resulte formalmente designado tras el cierre del proceso, la confección de la candidatura debe quedar bajo responsabilidad de la agrupación local y de su ejecutiva, de manera coordinada con el alcaldable. Así, se daría por asumido que fuese quien fuese el ungido tras esas primarias (Barceló, como parece más que previsible, o cualquier otro) tendría cierta capacidad para plantear nombres con los que confeccionar su equipo. Se trata de una opción que, según fuentes consultadas, no se dio en el caso de la lista que acompañó a Paco Sanguino en las elecciones de 2019, aunque las versiones sobre las causas de esa diferencia varían: no se le dejó, o no quiso (aunque sí habría impuesto vetos), según a quién se pregunte.
En todo caso, comienzan a evidenciarse indicios de quiénes podrían ser los posibles integrantes de esa futura candidatura. A priori, no parece descabellado que la ejecutiva local pueda promover la incorporación de varios de los actuales concejales. Al menos, se podría tratar de contar con el actual portavoz municipal y secretario general local, Miguel Millana, y con la actual portavoz adjunta, Trini Amorós, que ya trabajó codo con codo con Barceló en la Conselleria de Sanidad durante el pasado mandato. También podría contarse con el probable regreso del exregidor Carlos Giménez, quien ha venido actuando como coordinador de la acción política entre la ejecutiva y el grupo municipal.
Al margen de ello, se daría por hecho que la maniobra de los soleristas de presentar a Adsuar a las primarias podría conllevar la reivindicación de una representación proporcional en la futura candidatura, ya fuese la integración de la misma Adsuar, además de otros de sus referentes. Y, en esta línea, también podría jugar sus cartas el sector alineado en torno a la también exedil Eva Montesinos, que disputó las primarias de 2019 frente a Sanguino y José Asensi para explorar opciones de convertirse en alcaldable.
Sea como fuere, la única certeza que quedó ratificada este viernes es la predisposición de Barceló a asumir el papel que se le ha conferido. Así, en sus primeras declaraciones ante los micrófonos de Radio Alicante tras trascender la confirmación de su propuesta de candidatura, aseguró que asumía "el reto" con "ilusión". Hasta ahora, había mantenido una actitud prudente y se había limitado a dejarse querer, ante la posibilidad de que se le encomendase la tarea de intentar llegar al gobierno de Alicante.
Por lo pronto, solo parece claro el nombre de uno de sus contrincantes o de cualquier otro candidato socialista que pueda salir del proceso. Se trata del de Luis Barcala como alcaldable por el Partido Popular (PP). Su posición de primer edil le garantiza la posibilidad de repetir con el objetivo de mantener la vara de mando. En el resto de fuerzas, no hay nada asegurado.
El alcaldable de Ciudadanos (Cs) en Alicante sigue siendo una incógnita, aunque sí se ha desvelado que Fernando Giner será su cabeza de cartel en la ciudad de València. Su actual portavoz municipal, vicealcaldesa y alcaldable en 2019, Mari Carmen Sánchez, se ha mostrado abierta a repetir, si así lo decide el partido. Pero nada más, aunque se especula con opciones como las del edil de Urbanismo, Adrián Santos Pérez; el diputado autonómico Fernando Llopis; o el exsubdelegado del Gobierno bajo las siglas del PP, José Miguel Saval.
En Podem, todavía se está a la espera de que la dirección nacional del partido dicte las normas del juego con las que se regirá el proceso de primarias. En principio, se espera que el actual portavoz municipal y coordinador local, Xavier López, pueda presentarse a ese proceso interno. Y no se descarta que también lo pueda hacer su compañera de filas, Vanessa Romero, con la previsión de que pueda conseguirse una acuerdo de integración, como el que ya se concretó en 2019. No obstante, además, todavía debe dilucidarse si, en esta ocasión, puede haber confluencia con Esquerra Unida (EU), que también permanece pendiente de la definición de su propio sistema para elegir candidato.
En Compromís, también se está a la espera de que se ratifique el sistema de primarias el próximo 17 de septiembre. Por el momento, se prevé que cada una de sus tres patas (Més -el antiguo Bloc-, Iniciativa y Els Verds) celebren asamblea local a lo largo de la próxima semana para sondear posiciones. Por ahora, tanto el portavoz municipal, Natxo Bellido (Més), como el también edil Rafa Mas (Iniciativa), podrían estar meditando la posibilidad de concurrir al proceso si no hay un pacto previo por una candidatura única que evite unas primarias.
Por último, en Vox también se permanece sin noticias de la dirección nacional respecto al proceso a seguir para designar a sus candidatos. Probablemente sea el último partido en elegir a su cabeza de cartel, según se admite entre sus propias filas. Por ahora, se plantea que pueda repetir su actual portavoz municipal, Mario Ortolá, aunque todo podría acabar dependiendo del destino definitivo que tenga la actual síndica del partido en les Corts, Ana Vega.