Cada vez más compañías de los sectores que más contaminan se están comprometiendo a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero
MADRID. Los cortes de electricidad que ha sufrido Texas en las últimas semanas han centrado aún más la atención en los planes del Gobierno estadounidense para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Mientras, numerosas empresas ya están modificando discretamente sus prácticas para alinearlas con el Acuerdo de París contra el cambio climático en el marco de la iniciativa SBTi (Science Based Targets initiative). Lanzada en 2015, la SBTi requiere que las empresas adheridas se comprometan a monitorizar y publicar sus avances en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Hasta ahora, se han unido a la SBTi unas 1200 empresas de 60 países y 50 sectores, como muestra nuestro Gráfico de la Semana. Del total, aproximadamente la mitad han fijado sus propios objetivos basados en datos científicos, que han sido aprobados por la SBTi. Resulta destacable que la pandemia de la covid-19 no ha frenado el interés de las empresas: las nuevas adhesiones a la SBTi crecen a un ritmo de 31 empresas al mes desde finales de 2019, más del doble que durante el periodo 2015-2019.
Además, muchas signatarias no solo se han propuesto reducir las emisiones que generan sus propias operaciones, sino también las de sus cadenas de suministro (lo que se conoce como objetivos de alcance 3). En su informe más reciente, la red SBTi revela que el 94% de las empresas han adoptado objetivos de alcance 3. Algunos estudios estiman que la cadena de suministro de una empresa genera, en promedio, 5,5 veces más emisiones que las operaciones de la empresa.
En lo que se refiere a sus propias operaciones, las empresas signatarias de la SBTi han reducido sus emisiones, en promedio, un 6,4% al año desde que establecieron sus objetivos, porcentaje que supera con creces la reducción anual del 4,2% que sería necesaria para cumplir con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5 ºC. Además, la adhesión a la SBTi está aumentando entre los sectores más contaminantes y para los que resulta más difícil reducir sus emisiones, como el del cemento y el hormigón.
Se espera que, cuando algunas empresas den el primer paso, el resto se anime a seguirlas. Por ejemplo, los avances en el sector del cemento y el hormigón, que genera altos niveles de emisiones, podría fomentar el compromiso por parte de otros sectores muy contaminantes como el del acero, el transporte marítimo o el de metales y minas, donde los avances han sido decepcionantes hasta la fecha.
La gran pregunta es cuánta participación hace falta para provocar un efecto dominó. Según la SBTi, el 20% podría suponer un punto de inflexión. Curiosamente, en 16 países de la OCDE, más del 20% de las empresas de mayor impacto en términos de emisiones y de capitalización de mercado ya han adoptado objetivos SBTi. Por sectores, los compromisos han alcanzado una masa crítica en 14 sectores, entre los que se incluyen bienes duraderos, hostelería, ropa y alimentación y bebidas. 2021 podría ser el año en el que se acelere esta tendencia.
Equipo de Análisis de DWS