El Gasto

Dónde comerse una paella después del Maratón

Para todos los valientes que correrán este domingo el maratón de récord de València, aquí van las recomendaciones de los maratonianos locales. Porque la recompensa de llegar a la meta tras los 42.195 metros, bien podría ser un buen arroz.

1/12/2022 - 

De los 30.000 participantes en el maratón de Valencia hay solo unos 7.500 valencianos, el resto se dividen entre 15.000 extranjeros y 7.500 corredores del resto de España. Por lo tanto, no es de extrañar que encontrar mesa para comer este domingo, sea de por sí una tarea tan complicada como la de mejorar marca. Aún más teniendo en cuenta que muchos visitantes querrán aprovechar su visita a la ciudad para comerse un arroz, ya sea paella clásica, arroz a banda, o algún arrocito meloso de esos que con la bajada de temperaturas empieza a apetecer. En los foros del Maratón hay muchas preguntas al respecto, y nos confiesa el fotógrafo y corredor Kike Taberner, que la mayoría de respuestas son un genérico “visita el Palmar”. Con el fin de arrojar un poco de luz -nunca limón-, les preguntamos a ellos y a ellas, maratonianos valencianos, pronadores, supinadores y clientes habituales de restaurantes, y escuchamos sus recomendaciones.

En poco más de tres horas tiene previsto cruzar la meta Vicente Puertes, director del programa La Cuina de Morera y habitual en la maratón. Para él no hay duda “es posible que yo mismo lo haga, después de la Maratón recomiendo ir al Restaurante l’Alter de Picassent, una paella que no falla en un entorno rodeado de naranjos es algo maravilloso. Además, me trae recuerdos de infancia de cuando acudía con mi padre allí tras pasar el día en el campo”. Un restaurante l’Alter, que además de maratonianos, visitan muchos músicos y que ha convertido sus paellas valencianas a leña en referencia.

Le preguntamos también a Fernando Miñana, que además de haber corrido maratones como el de Nueva York, estará retransmitiendo la Maratón de Valencia en À Punt televisión. Sus dos recomendaciones se salen de la paella tradicional, “los dos arroces que me comería después del maratón son el de pescado de roca y gamba roja del Gran Azul, o la paella de cocido de Lavoe. Otra maratoniana, Teresa Monterde, se quedará sin debutar en un maratón por culpa de una inoportuna lesión, y coincide con Miñana en recomendarnos el Lavoe “paellas tradicionales, innovadoras y muy finas, de esas donde solo hay una capa de arroz”. El problema para los corredores es que Lavoe cierra los domingos, así que o van el lunes, o visitan otras opciones arroceras céntricas como pueden ser Yuso, Canela o Mesón Canela (no confundir a los canelas).


La Matandeta es la recomendación de Susi Benlloch, corredora del club Sanus Vitae, que en su cuarta maratón está tan nerviosa como en la primera. “Después de la maratón me iría sin dudarlo a comer a La Matandeta, en plena Albufera. ¡Un arroz a banda, mi preferido, o el clásico de pollo, pato y conejo, están buenísimos! El lugar es muy acogedor, rodeado por la Albufera y su luz es especial. Además, si el tiempo lo permite, en la terraza se está de maravilla y el personal es muy atento y agradable. Un lugar ideal para comer a gusto, rico, desconectar y... descansar!”.

Esta vez no intentará mejorar marca Héctor Salinas, del club Redolat, que ha sido padre de una niña recientemente y, por motivos obvios, ha visto muy reducida su preparación para la maratón. Nos recomienda cuatro lugares, “Alquería del Pou -cierra domingos- o la Alquería del Brosquil, allí si hay mesa no fallas. También me encantan los arroces del Baret de la Tófona en Castellar y han mejorado mucho las paellas de Lahiver en el Saler”. Si allí no hubiera sitio, siempre está la opción más comentada, el comodín del público, visitar del Palmar. Allí se come buena paella por doquier, como en el Bon Aire o el Nou Racó, donde las buenas vistas y su trato cercano, se suman a sus arroces premiados. Otra opción ganadora es seguir corriendo hasta el paseo marítimo y acudir a un clásico como Casa Carmela, o incluso llegar hasta la Patacona a por la paella de Casa Navarro.


Con los arroces pasa como con las zapatillas de los fondistas, cada cual tiene su marca preferida. Aún así, valientes corredores, preguntad a vuestros amigos o conocidos valencianos, y también es posible que os inviten a una paella hecha en casa. Porque la paella y la maratón siguen las mismas cuatro máximas: es importante no cebarse al principio o no quedarán fuerzas para el final y “s’esclatarà”; una buena animación te ayuda a seguir adelante; cada cual la hace a su manera; y como en Valencia en ningún sitio. ¡Buen maratón, y buen domingo de paellas!