VALÈNCIA (EFE). La tasa interanual de la inflación en el conjunto de la OCDE continuó en enero su aumento ininterrumpido desde hace más de un año para llegar al 7,2 %, que constituye el máximo desde febrero de 1991.
El principal motivo de esa evolución fue de nuevo la energía, que se encareció entre enero de 2021 y enero de este año un 26,2 %, cinco décimas más que la subida anual constatada en diciembre, explicó este jueves en un comunicado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
No obstante, los alimentos también contribuyeron de forma muy significativa al repunte inflacionista en enero, con un incremento del 7,5 %, ocho décimas más.
La OCDE también destacó que las cifras de Turquía elevaron la media de la organización, con una inflación desbocada hasta el 48,7 % en enero, frente al 36,1 % en diciembre.
Si se excluyera a ese país, el alza interanual de la organización habría sido del 5,8 % en el primer mes de este año, después del 5,5 % en diciembre.
España, un poco a contracorriente, vio cómo su inflación se ralentizó en enero al 6,2 % en términos armonizados, frente al 6,6 % en diciembre. La razón es un menor tirón de la energía, del 33 % entre enero de 2021 y enero de 2022, cuando se había llegado a una subida del 40,2 % en el conjunto de 2021.
Algo similar ocurrió en México, con un alza de precios más moderado en enero (7,1 %) que en diciembre (7,4 %) también por una moderación de la energía.
Estados Unidos sí que siguió la pauta general, con una aceleración de la inflación hasta el 7,5 % en enero, cinco décimas más que el mes precedente.
Eso mismo sucedió en Chile, donde la inflación subió en un mes cinco décimas hasta el 7,7 % pese a una ralentización de los precios de la energía (del 19,6 % en diciembre al 18,4 % en enero).
En Colombia, hubo un ascenso de la inflación muy marcado, al pasar del 5,6 % en el último mes del pasado año al 6,9 % en el siguiente.