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entrevisa a christian felber, promotor de la economía del bien común

"La Comunitat ya puede medir su economía con el Balance del Bien Común"

El promotor de la Economía del Bien Común insta a poner la economía al servicio de las personas con propuestas como aumentar al 10% la población activa en el sector agrario o un año sabático por cada diez de vida laboral para combatir el paro

20/10/2015 - 

VALENCIA (FOTOS: EVA MÁÑEZ). Christian Felber (Salzburgo, 1972) es el economista de cabecera del conseller de Economía, Rafael Climent. Además de profesor universitario, activista político y emprendedor social, Felber es conocido por ser el promotor y divulgador a nivel mundial del movimiento conocido como Economía del Bien Común, que promueve la reformulación del modelo económico para ponerlo al servicio de las personas y que tanto Climent como el director general de Economía, Francisco Álvarez, toman como guía de su acción de gobierno.

Entre otros postulados, Felber defiende la sustitución del Producto Interior Bruto (PIB) como unidad de medida de la riqueza por otro indicador, el Balance del Bien Común, que prima valores como la justicia social, la dignidad humana o la sostenibilidad medioambiental, entre otros. Felber, que este lunes participó en una jornada celebrada en Aldaia para analizar la relación entre este movimiento y los mercados municipales, acaba de reeditar en castellano su libro Economía del Bien Común.  

-¿Cómo lleva lo de ser el economista de cabecera del Consell?

-La Economía del Bien Común como tal nació hace 5 años, pero yo llevo décadas trabajando en ello. Lo que sucede ahora es el fruto concreto en un una localización concreta como la Comunitat. Previamente hemos estado en Muro de Alcoy -localidad de la que era alcalde Rafael Climent-, pero ahora el interés es más profundo. Para mi no es una sorpresa, sino una alegría".

-¿Le ha pedido algún consejo Rafael Climent desde que es conseller de Economía?

-No hemos tenido tiempo de hablar, no hemos tenido contacto desde entonces, pero antes, desde su etapa como alcalde de la etapa de Climent de alcalde en Muro, habíamos hablado muchas veces.

-Por lo que conoce la Comunitat, ¿cuáles son las primeras medidas que podría adoptar el Consell para avanzar hacia la Economía del Bien Común?

- Hay una larga serie de medidas concretas, desde invitar a las empresas privadas a aplicar el Balance del Bien Común, fomentarlo y recompensarlo, por ejemplo a la hora de convocar concursos públicos o con una banca ética regional. Pero también invitando a los municipios a que apliquen el Balance del Bien Común. Y no sólo en economía, también en la educación. En definitiva, se trata de implantar procesos de participación ciudadana hasta el objetivo de redactar una nueva Constitución en la autonomía para conseguir a largo plazo una democracia soberana, redactada por el pueblo soberano.

"La Comunitat podría crear el índice del bien común regional igual que el Reino de Bután mide la felicidad de sus ciudadanos"

-Se refiere a una reforma del Estatut de Autonomia...

-Podría ser un estreno, un paso intermedio, pero el objetivo es claramente que se cambie la Constitución Española y el Tratado Europeo. Sabemos que los ciudadanos tomarían las decisiones fundamentales de forma distinta a la forma en la que la han tomado los parlamentos.

-Dice que la administración valenciana debería avanzar hacia la Economía del Bien Común en los procesos de contratación pública. La vicepresidenta de la Generalitat Valenciana ha anunciado recientemente que los concursos públicos tendrán "cláusulas sociales", con más puntos para las empresas que demuestren tener planes de igualdad, paridad en los órganos de dirección o paguen "salarios justos". ¿Cómo valora esta medida y qué otras se podrían adoptar?

-Suena muy bien. Es importante que se utilicen criterios de herramientas existentes como por ejemplo el Balance del Bien Común que trata de evolucionar el balance social de la economía social y solidaria. A medio plazo, debe sólo haber un balance ético: social, ecológico, solidario, humano y democrático. Es decir, del bien común. El movimiento internacional de la EBC ofrece una herramienta holística que además es un elemento integral de un nuevo sistema económico que fomenta los valores fundamentales en todos los niveles.

-Ustedes proponen el Balance del Bien Común como fórmula alternativa para medir la riqueza frente al Producto Interior Bruto. ¿Es viable hoy en día impulsar estos cambios desde la administración? ¿Debería avanzar la Comunitat en esa línea?

-Es un ejemplo, las constituciones dicen que el objetivo de la economía debe ser el bien común y que el dinero es sólo el medio. El 70% de los alemanes, por ejemplo, apoya que así debe ser. Por lo tanto, la consecuencia debería ser medir el éxito económico en la medida en la que se consigue ese fin. Tenemos una mayoría democrática y un mandato constitucional de medir el crecimiento económico con el Balance del Bien Común. Esa es el alma de la Economía del Bien Común.

El balance principal de la economía será el del bien común, que tendrá un impacto decisivo sobre el balance financiero. La Comunitat podría crear el índice del bien común regional y medirlo independientemente para saber si la región está mejor o peor que el año pasado. Lo puede hacer de forma paralela a la medición del PIB para mostrar, igual que el Reino de Bután -estado que mide la Felicidad Nacional Bruta- , que puede crecer y medir la felicidad de sus ciudadanos. Es una propuesta que el gobierno valenciano, que está abierto a estas ideas, puede adoptar.

"CAMBIAR EL ESTATUT DE AUTONOMÍA PODRÍA SER PASO INTERMEDIO, PERO EL OBJETIVO ES CAMBIAR LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA"

-Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo ha propuesto recientemente como solución para atajar el desempleo que la jornada laboral pase a ser de tres días y que la jubilación se retrase a los 75 años ¿Cuál sería su receta para atajar el paro?

-Hacen falta varias medidas. En primer lugar, utilizar una parte de la riqueza privada excesiva para crear empleo público con sentido: desde la educación hasta el transporte público. En segundo lugar, recompensar la eficiencia ecológica en vez da la laboral y así aumentando la población activa en el sector agrario hasta un diez por cien del total. También se debería reducir la jornada laboral media hacia las 30 horas e introducir un año sabático cada diez años, lo cual aliviaría el mercado laboral un 10%. Finalmente, se debería recompensar a las empresas que contribuyan a la reducción del desempleo en base a su Balance del Bien Común.

-El Gobierno valenciano ha anunciado una Ley de Comercio Sostenible. ¿Cuál es la propuesta de la Economía del Bien Común para el comercio, mayor libertad o mayor regulación?

-El comercio no es un fin en sí mismo, sino un medio. Si contribuye a alcanzar los fines de desarrollo sostenible, pleno empleo, distribución justa, cohesión social y equidad de géneros más comercio es mejor. Si los pone en peligro, menos comercio es mejor. ¿Cómo diferenciar? Gracias al Balance del Bien Común que se debe solicitar a todas las empresas que desean acceso a un mercado. Este balance ético es la entrada en los mercados. Según el resultado, la entrada será libre, cara o imposible.

-También proponen que los productos y servicios se clasifiquen o tengan indicadores de adaptación de las empresas que los producen a los postulados de la Economía del Bien Común. ¿Cómo puede una administración promover estos cambios en empresas privadas?

-A través de todas las medidas de incentivación que ya hoy existen: impuestos, aranceles, condiciones crediticias, prioridad en la compra pública y proyectos de investigación. El objetivo debe ser que, gracias al conjunto de estas medidas, los productos y servicios éticos se hagan más económicos para los consumidores que los productos menos éticos. Sería una economía de mercado finalmente ética.

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