VALÈNCIA (*). El año que termina ha tenido en el ámbito empresarial de la Comunitat Valenciana acontecimientos destacables en casi todos los sectores, especialmente en el industrial, logístico e inmobiliario. Compras y reorganizaciones societarias han marcado el paso de un 2019 en el que, como cada final de año, Valencia Plaza recopila las operaciones más relevantes, desde los apuros que han atravesado empresas como Lladró o Levantina a la incertidumbre que rodea el futuro de la planta de Ford en Almussafes, sin olvidar reorganizaciones internas de calado como la de Dulcesol o Air Nostrum.
Para firmas como Atitlán, Ribera Salud o Grupo Gimeno ha sido un periodo de crecimiento gracias a las compras, mientras que en el apartado inmobiliario sobresale la que sin duda ha sido la operación del año en València: la de ADU en los terrenos del viejo Mestalla.
Sin duda 2019 no ha sido el mejor de la compañía de porcelanas Lladró. A mitad de año, la firma, propiedad del Grupo PHI desde 2017, recibía la primera sacudida del año en su plantilla: un ERE que afectaba a 76 trabajadores de sus cuatro empresas: 34 trabajadores en Porcelanas LLadró SA (Porsa), 29 en Lladró SA, ocho en Daisa y cinco en Arte y Porcelanas. La compañía justificó esta medida para garantizar la viabilidad del proyecto ante la caída de las ventas. Un varapalo al que se sumó, justo antes de cerrar el año, la decisión de un nuevo ERTE para este próximo 2020 en sus plantas de producción, una medida que afectará a 200 empleados. Pero, además, la compañía ha sufrido a lo largo de este año una larga lista de salidas de altos cargos del proyecto.
La planta de Ford en Almussafes ha vivido un año complicado. A la caída por tercer año consecutivo de la producción, se suma la decisión de la multinacional de trasladar a EEUU la nueva generación de motores Ecoboost de 2.0 y 2.3 litros que produce en la planta valenciana y que supone el 90% de la producción. Una decisión que pone en peligro 980 empleos y supone el desmantelamiento de la planta de motores de la factoría. Además, la firma del óvalo aprobaba el cuarto Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) del año en vehículos y el quinto en motores. Un escenario que esperan revertir con el lanzamiento del nuevo modelo Kuga que alcanzará el máximo de producción a finales del primer trimestre de 2020. Por el momento, los trabajos previos han absorbido parte del empleo que quedó en el aire por el descenso de la producción y ahora habrá que esperar a la acogida de este nuevo vehículos y sus posibles efectos en la planta valenciana.
El 2019 ha sido un año de importantes cambios en Air Nostrum. Por un lado, la compañía que preside Carlos Bertomeu ha realizado un profundo proceso de reestructuración interna de la aerolínea valenciana. A las puertas de su 25 aniversario y tras haber sobrevivido a la crisis, la aerolínea ha traspasado departamentos completos a sociedades de nueva creación que prestarán servicios comunes a varias aerolíneas, entre ellas la propia Air Nostrum. Todo ello como paso previo a su fusión con la irlandesa CityJet y con el objetivo de ganar "flexibilidad".
Pero no ha sido el único movimiento relevante del año. En los últimos meses también se ha concretado uno de los pilares del plan de diversificación: su selección por parte de Adif como uno de los operadores privados llamados a competir con Renfe en el AVE, un proyecto al que acude de la mano de Trenitalia.
El Grupo Dulcesol acometía este año una profunda transformación transformándose en Vicky Foods, un nuevo 'holding' empresarial que aglutinará todas sus marcas y sociedades para asaltar los mercados internacionales, poniendo el foco en Estados Unidos y China. Pero, además, el negocio se reestructura. Así, el nuevo negocio estará formado por Dulcesol, que engloba toda su bollería, pastelería y pan; Be Plus, orientada a productos sanos y saludables y que incluirá 'smoothies', ensaladas, cremas o una nueva línea infantil; y Hermanos Juan, la gama de bollería y pan congelada destinada a la hostelería y el canal alimentación.
"Igual que hay que saber llegar, hay que saber irse". Con su decisión de no presentarse a la reelección como presidente de Feria Valencia José Vicente González puso el punto y final a su dilatada trayectoria en el ámbito de la representación empresarial, siempre en puestos de relevancia. La presidencia del recinto ferial, que ocupaba desde 2015, era el último escaparate institucional que le quedaba al empresario, que ya se había ya jubilado de su empresa. Dejó Feria con la espina de no haber visto resuelto el "marrón" de la deuda, tal y como él reconoció, pero con un plan de reestructuración definido y listo para ser ejecutado. Previamente, el que también fuera presidente de la patronal provincial CEV y de la sectorial Femeval, llegó a compaginar la presidencia de Cierval con la de Feria Valencia y la vicepresidencia de la nacional CEOE.
Tempe, la compañía que fabrica y distribuye el calzado y los complementos de las marcas del grupo Inditex, incrementa su capacidad logística. Por un lado, ha terminado su nuevo almacén logístico en Elche, Tempe 3S, conectada a la nave de Tempe 3 con un túnel subterráneo cuyas obras ha finalizado también recientemente. La nueva nave en Elche Parque Empresarial ha comenzado a funcionar en pruebas en los últimos meses del año y estará a pleno rendimiento en 2020. Al mismo tiempo, la firma participada al 50% por Amancio Ortega y el ilicitano Vicente García, ha adquirido suelo en Parc Sagunt para un nuevo centro: 280.000 metros cuadrados junto a Mercadona por 31 millones de euros.
La gestora de origen vasco de instituciones de inversión colectiva (fondos de inversión, sicavs...) anunció a finales de octubre pasado la compra de su homóloga valenciana Egeria Activos. La misma fundada en 2013 de la mano del financiero valenciano Carlos Castellanos y parte del equipo que tenía en Arcalia -la división de grandes patrimonios de Bancaja- como Gonzalo Laloumet Martín y Emilio Salvador Soutullo. La integración de ambas gestoras se completará en el primer trimestre de 2020, lo que dará lugar al nacimiento de una entidad de más de 1.000 millones de euros sumando la gestión directa y los fondos supervisado de ambas.
Golf Sant Gregori, que comprende la urbanización de 2,5 millones de metros cuadrados en la costa de Burriana, ha confirmado en este 2019 su vuelta a la vida. Primero, con la aceptación por parte del pleno del Ayuntamiento del acuerdo transaccional para que la nueva promotora se hiciese cargo del proyecto. Y posteriormente, en mayo, al obtener también el aval del consistorio para devolver la condición de agente urbanizador a la compañía, con lo que se convirtió en el mayor PAI aprobado en la Comunitat Valenciana. Tras estos hitos, la firma ha ido dando pasos para el inicio de las obras, que de momento tan solo se han materializado en el desbroce y derribos de las viviendas existentes. Ahora resta la aprobación del modificado del proyecto de urbanización para que se puedan licitar las obras de un complejo que prevé 6.000 viviendas, tres hoteles y un campo de golf. Para ello se prevé una inversión, a materializar en más de una década, de alrededor de 1.000 millones.
El gigante alicantino de la piedra natural Levantina no ha tenido precisamente un 2019 tranquilo. La firma con sede en Novelda, que cambió de manos el año pasado al comprarla el fondo de inversión británico Bybrook, ha protagonizado varios cambios de CEO y de presidente en los últimos doce meses, incluidos algunos que solo han estado en su cargo seis semanas. Pero el peor momento vino en primavera, cuando los nuevos dueños pusieron en marcha un nuevo ERE, que redujo la plantilla en 234 personas y cerró dos plantas, una de ellas en Novelda. Tras arduas negociaciones, el expediente salió adelante con el visto bueno de los sindicatos y fue ratificado por la plantilla, tras rebajarse el impacto y mejorar las condiciones económicas a los afectados. Ahora, la empresa que posee la mayoría de las canteras del Monte Coto, único yacimiento de la variedad crema marfil, ha puesto en marcha un plan de negocio que pretende revalorizar su materia prima y elevar la rentabilidad del negocio.
El Grupo Atitlan, compañía valenciana propiedad de Roberto Centeno y Aritza Rodero, ha cogido carrerilla en 2019 con sus inversiones, que van desde el sector inmobiliario a cadenas de restauración. Entre las grandes operaciones de este año destacan la compra por cerca de 30 millones de euros de la Galería Jorge Juan, un gran espacio comercial ubicado en pleno centro de València, o la adquisición de la cadena The Black Turtle, una franquicia de hamburgueserías valenciana para la que cuentan con el apoyo de Antonio Pérez, fundador de Panaria. La reorganización del grupo en cuatro áreas de negocio también ha supuesto una declaración de intenciones a nivel de inversión, con divisiones de Inmobiliaria; Industrial y Servicios; Financiera, y Sector Primario. Ahora, también han creado un holding para el sector fotovoltaico. Habrá que estar pendiente de los movimientos de los próximos años, para los que ya anunciaron la disposición de 1.000 millones para invertir.
Grupo Gimeno anunció en la segunda mitad del pasado mes de julio el acuerdo estratégico alcanzado para entrar en el accionariado de Obremo y sus empresas asociadas. Con ello el conglomerado castellonense ha dado en este 2019 un nuevo paso hacia la diversificación, ya que Obremo, que factura alrededor de 85 millones de euros, es una empresa especializada en la prestación de servicios integrales, ingeniería, instalaciones, comercialización y mantenimiento de agua, telecomunicaciones, gas, energías renovables, infraestructuras y electricidad. La entrada del grupo castellonense no ha generado ningún cambio en la actual gestión de Obremo, que cuenta con 1.100 trabajadores y opera en gran parte del territorio nacional, en especial en el arco mediterráneo, Baleares, Aragón y Madrid.
El azulejo dejó este verano otra compra en uno de los movimientos de concentración tan habitual en el sector. Victoria PLC, que en los dos últimos años se ha hecho con una parte importante del pastel cerámico castellonense, primero con la adquisición de Keraben y posteriormente con la de Saloni, ha dado otro paso para continuar ganando cuota, aunque en este caso más modesta... y curiosa. El grupo de origen inglés se ha hecho con la unidad de negocio de Íbero y para ello ha fijado unos ratios económicos, que la próxima primavera determinarán el montante total de la operación, que en todo caso nunca superará los 15 millones de euros. Victoria no se ha hecho con la planta de producción, sino que ha comprado la red de distribución y la marca, muy apreciada en cuanto al porcelánico, de Íbero, e integrará los procesos de fabricación en sus dos factorías, las ya citadas de Keraben y Saloni.
Ribera Salud está estableciendo posiciones ante la finalización paulatina de concesiones sanitarias en la Comunitat Valenciana. Ya finalizó el pasado año la del departamento de Alzira y en 2021 terminará la concesión de Torrevieja. A éstas le seguirán Dénia en 2024 -si no dan pasos desde el Consell para la recuperación- y Elche en 2025. Ante la necesidad de continuar su actividad, la compañía liderada con Alberto de Rosa se ha lanzado con nuevos proyectos fuera de la región, como el recientemente anunciado en el municipio extremeño de Talavera de la Reina, donde serán los encargados de gestionar el hospital municipal o la compra del Hospital Povisa en Vigo. También han creado la división Futurs para desarrollar y comercializar tecnología sanitaria.
Cinco años después de su nacimiento, la empresa fundada en Elche por cuatro compañeros de universidad sigue siendo la startup por antonomasia de la provincia de Alicante, aunque a estas alturas se parece poco a sí misma. Hawkers se ha hecho mayor: el control de la estrategia cada vez mayor por parte de su máximo accionista, el inversor venezolano Alejandro Betancourt, y la progresiva salida de la mayor parte del equipo fundacional ha dado como resultado la conversión de Hawkers en una marca 'adulta'. Betancourt ha encargado la conversión de Hawkers en una marca de moda al uso a Nacho Puig, responsable de las tiendas de New Balance en España. Y la firma ilicitana ha pasado del concepto 'low cost online' a su nuevo claim: el lujo accesible (accesible luxury). La apertura cada vez de más tiendas físicas y la mejora de la calidad del producto, con el consiguiente aumento del precio medio, completan la transformación de una empresa que espera volver a números negros el próximo ejercicio, tras varios años en pérdidas.
El aeropuerto de Castellón tiene, desde horas antes de que acabase el pasado 31 de octubre, gestión totalmente pública. La marcha de la concesionaria de la infraestructura, Edeis, que utilizó la cláusula del contrato que le permitía romperlo de forma unilateral después de solicitar más dinero como compensación por la gestión, ha motivado que sea Aerocas, participada en la práctica al 100% por la Generalitat, la compañía que se encargue directamente de su día a día. Este cambio culmina un proceso de más de un año y medio, de negociaciones primero, y de colaboración después, entre el Gobierno regional y la compañía francesa para el traspaso de poderes. Edeis se marcha habiendo cobrado, en cinco años, 22 millones de los 25 que el Consell anterior estableció para compensar la gestión a lo largo de dos décadas, pero también sin haber logrado beneficios ni fijado la vía de negocio del aeródromo castellonense. Por su parte, la Generalitat de PSPV, Compromís y Podem fija con la gestión pública un modo de negocio para el recinto más de acuerdo con su concepción económica de la Administración. De momento, las primeras cuentas apuntan hacia un ahorro en la gestión que habrá que confirmar.
La compra estrella del año ha llegado en la recta final del mismo: a mediados de diciembre, en una comunicación a las instituciones regulatorias, Ferro Spain desveló la compra de su negocio por parte de Esmalglass. La operación, que supone la fusión de dos de los gigantes de la industria de las fritas, esmaltes y pigmentos cerámicos, ha motivado que dos fieros competidores por un mercado fuertemente internacionalizado hayan pasado a dominar el sector en España, en el que, si las instituciones dan finalmente su visto bueno, pasarán a facturar dos de cada tres euros. No en vano, Ferro Spain había ampliado recientemente músculo con la adquisición en los últimos dos años de las firmas Quimicer y Endeka. El coste de la operación se ha calculado en 412,6 millones de euros, aunque estos pueden llegar a ser 440 a expensas del resultado del último balance económico.
Sin duda la operación inmobiliaria que más ha dado que hablar este 2019 en València es la que la gestora de cooperativas ADU Mediterráneo promueve en los terrenos del viejo Mestalla, una superficie de 97.225 metros cuadrados, de los cuales 55.769 metros cuadrados irán destinados a residencial y 41.456 metros cuadrados, a suelo de uso comercial. Tras aceptar el Valencia CF la oferta de ADU, el calendario fijado marca el 31 de marzo como el día para sellar el acuerdo de compraventa. Pero antes, la gestora deberá contar con el número de cooperativistas suficientes para que sea viable, así como la garantía de que la mercantil Edificios Mestalla SL cuenta con los 25 millones necesarios para hacerse con el suelo terciario.
La 'macroperación' urbanística está cifrada en 400 millones entre la demolición del viejo estadio y la urbanización de la zona que contempla cinco edificios de viviendas de 22 alturas en los que se han proyectado un total de 414 viviendas, cifra que, sin embargo, no es definitiva y dependerá del número de cooperativistas final.
*Información elaborada por Xavi Moret, Estefanía Pastor, Begoña Torres, David Martínez, Ángel Báez, Ramón Olivares y Luis A. Torralba.