VALÈNCIA. Un conato de retrato generacional escuchando, como quien pone la oreja en conversación ajena, cuáles son las resonancias de los estudios de arquitectura que han hecho del replanteamiento a pequeña escala de las ciudades su sentido principal.
En la caja de opiniones se escuchan algunas frases:
-“¡No se creen que somos los arquitectos!”
-“La aparición de estudios nuevos, que no han querido seguir con las reglas de juego (...) ha demostrado que podemos mejorar la ciudad dándole al coco, sin tener que construir grandes obras faraónicas”.
-“Seguramente, la mayor diferencia que podemos encontrar entre el compromiso actual y el de momentos anteriores es el contexto. Los estudios jóvenes nos hemos encontrado con una situación económica y social en la ciudad que nos ha hecho basar muchos de nuestros valores en contraposición a la depredación del territorio y el planeamiento que piensa más en los automóviles que en las personas”.
-“Se ha descubierto una realidad tal vez silenciada: València es una ciudad formada por muchas Valencias, es una ciudad poliédrica. Tenemos la impresión de que veníamos de un modelo que entendía la ciudad como un único elemento”.
Hay unas conexiones comunes: camuflarse en el entorno para el que trabajan, la pequeña escala, la reinvención. “Hemos dejado de mirar la ciudad desde el Google Maps”, le escucho a Júlia Pineda, del colectivo Crearqció.
El Fabricante de Espheras es uno de los estudios más citados ante esta suerte de regeneración del pensamiento urbano. “Fue la evolución lógica de un grupo de compañeros de carrera que realizan los trabajos de clase juntos, trabajan para otros estudios juntos y hacen concursos juntos. Solemos decir que “oficialmente” nacimis al presentarnos a un concurso que organizaba el Colegio de Arquitectos para la reforma del Ayuntamiento de Ares del Maestrat. Quedamos segundos por detrás de un profesor de y referente, lo que nos llevó a pensar que como grupo teníamos mucha valía”.
Ese embrión acabó dando vida a un grupo de antiguos compañeros de clase con una visión conjunta: “algunas de nuestras señas de identidad ya estaban presentes. Nos gusta destacar principalmente la intención de trabajar con la identidad del lugar, comprender sus valores y necesidades para realizar propuestas enraizadas en la ciudad y su cultural”.
De otear el Google Maps a patear a pie de calle. El estudio Creaqció comparte paralelismos genéticos. “La semilla nació en la escuela de Arquitectura, más o menos en 2011. Esta semilla la plantamos en gran parte en las aulas de urbanismo de nuestros profesores Rafa Rivera y Joan Olmos, quienes nos empezaron a abrir la mirada hacia otros aspectos de construcción de ciudad y espacio público, algo que iba más allá de lo físico y llegaba a lo vivencial. Este foco de la mirada a la ciudad nos sigue acompañando. Nos motivaba salir a la ciudad y ver qué estaba pasando y cómo podíamos convivir con nuestro entorno, para ello, tuvimos que atrevernos a dejar un poco de lado la Escuela para enfrentarnos a la compleja realidad de la ciudad”.
La emancipación ante las reglas comunes. Lluís Candel y Francesc Chiner son los artífices del estudio Anou. “Como idea nacimos ya hace años, mientras estudiábamos en la Escola Tècnica Superior d’Arquitectura de València, aunque se materializó hace unos meses. Nuestra motivación para dar el paso era el poder desarrollar el ejercicio de la arquitectura como una herramienta tanto técnica como social, sin apriorismos de promotora y sin caer en el esteticismo. Entendemos que nuestra responsabilidad como arquitectos es evidenciar que cada actuación individual, incluso en una vivienda privada, repercute en todo el tejido. La suma de los espacios privados y públicos definen una ciudad. Peleamos para preservar en medida de lo posible la identidad propia de estos espacios, la de nuestra ciudad”.
Hay una percepción general sobre un pensamiento de la ciudad distinto, evolucionado, respaldado por profesionales que buscan superar los tics heredados. ¿Pero es que acaso ese pensamiento no ha estado ahí todo el tiempo?
El Fabricante de Espheras: “La cantidad de información, estudios y opiniones que tenemos a nuestro alcance hace que incluso esa percepción propia de cada uno sobre la ciudad sea cambiante por momentos y llegue a saturar o generar hastío (...) En este proceso no se debe perder nunca el norte de que el fin último de la ciudad es facilitar la vida en sociedad de las personas de la forma más eficiente y menos perjudicial para el medio ambiente”.
Anou: “Tanto la sociedad como la clase política empiezan a entender que València y toda su corona sufre de los mismos males. La movilidad urbana, el acceso a la vivienda y la contaminación de nuestro entorno. Se hace necesario abordar estos problemas desde la globalidad, si no seguiremos transformando Valencia a base de parches”.
Creaqció: “Se han destapado complejidades a las cuales se les ha de tratar de forma particular, poniendo de manifiesto la necesidad de aplicar el gran mantra: piensa global y actúa local, desmenuzando en particularidades que muestran la riqueza y complejidad de una ciudad de ciudades”.
El Fabricante de Espheras: “Intentamos no ser tan egocéntricos de pensar que ahora los estudios de arquitectura y urbanismo tienen más compromiso con la ciudad y sus retos. Creemos que siempre ha habido, y en Valencia especialmente, muchos estudios y arquitectos con valores y un compromiso fuerte con la ciudad, el antiguo cauce del río, el Saler, la albufera, la huerta, el cabanyal, etc. Una posible lectura para entender la percepción de que hoy en día existe un mayor compromiso sería la facilidad que tenemos hoy en día de comunicar a través de las redes sociales y significarnos a favor de muchas causas porque somos conscientes la necesidad de extender tus ideas para conseguir mayores apoyos”.
Crearqció: “Decir que somos la generación del compromiso es algo un poco pretencioso. La arquitectura siempre ha estado comprometida con la construcción de ciudad. Otra cosa es que este modelo de ciudad no nos represente, se haya quedado obsoleto o haya dejado de lado muchas voces de la propia ciudad. Tal vez existe una mayor sensibilidad a la pluralidad de visiones que implica una ciudad, mayor cuidado por la diferencia y mayor sutileza en las intervenciones”.
Anou: “Esta voluntad social de algunos compañeros contrasta con el empecinamiento de otros estudios de arquitectura, más interesados en la caja, el esteticismo y la pasión por el blanco nuclear”.
La forma alternativa de plantear el trabajo arquitectónico en relación con la ciudad comporta cambios laterales. Como que por ejemplo las familias de los integrantes de Crearqció sepan que en cualquier momento se les pueden presentar “siete personas más en casa… han aprendido a tener comida extra en la despensa”. Como que a los Anou, durante las actividades de participación, les digan que no se creen que son los arquitectos. “Suponemos que lo dicen por ser jóvenes y poco ortodoxos… Esperamos que nos lo sigan diciendo de aquí a 20 años”. O como que los vecinos de Villena vieran llegar a unos ‘arquitectitos’ desde València, El Fabricante de Espheras, interesados en ver la encalijá (el ritual de llenar de cal las paredes) tras enterarse por la tele. Ese acercamiento derivó en elCASC, el reconocido certamen de activación social que se ha alargado durante 5 años, y finalmente con la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado que sirvió para que el Ayuntamiento de Villena recibiese 2.8 millones de euros de cofinanciación a través de los Fondos FEDER para la mejora de su casco histórico. Con la cal empezó todo.
Sus proyectos más especiales…
Anou: “El Magatzem Agrícola de Bonrepòs i Mirambell. Rehabilitando tanto el espacio físico como su memoria popular, ya que este edificio de gran sencillez ha sido el testigo más destacable de los cambios sociales, económicos, políticos y urbanos de parte de l’Horta Nord. Lo rehabilitaremos como lo construyeron, sin alardes, con sencillez constructiva y sin perder de vista la huerta y sus acequias”.
El Fabricante de Espheras: “El Plan Director que acabamos de realizar para El Palau Comtal d’Oliva refleja de una forma bastante fiel los valores y fortalezas de nuestra cooperativa. A falta de que sea aprobado definitivamente por el Ayuntamiento, consideramos que hemos realizado un buen trabajo de socialización (...) Hemos sido capaces de coordinar perfectamente nuestra línea de trabajo dedicada a la rehabilitación del patrimonio y nuestra línea de trabajo enfocada al planeamiento y reactivación de la ciudad”.
Crearqció: “Veus de La Marina, en La Marina de València, cambiando de escala, ha sido un proyecto que nos ha permitido experimentar y profundizar en los mecanismos de construcción colectiva de relato e identidad de los espacios urbanos y aproximarnos a este trozo de ciudad que, complejo y contradictorio, es escenario de muchos de los pulsos de la ciudad contemporánea”.
Qué mejorarías tú de València…
Crearqció: “Existe un reto en la convivencia de escalas de decisión entre Ayuntamiento y Juntas de Distrito, una generación de una estructura real de representación, manifestación de necesidades y gestión de ciudad y espacio público”.
El Fabricante de Espheras: “Trabajar en la mejora de la calidad de los barrios más vulnerables. Se está empezado a trabajar en una mejora más equitativa de los barrios tradicionales con mayor arraigo o identidad, como Benimaclet, Nazaret o el Cabanyal-Canyamelar-Cap de França, pero también es necesario poner en el foco de atención otros barrios que presentan deficiencias en cuanto a servicios, calidad del espacio urbano o calidad de la edificación. En estos barrios se produce una concentración de estratos socio-económicos más débiles que con el paso del tiempo se vuelven aún más vulnerables”.
Anou: “València es una ciudad que, de manera incomprensible, presenta gran cantidad de vacíos en el tejido histórico, así como edificios abandonados a su suerte. Se hacen necesarias políticas potentes, que vigilen el acceso por parte de la población a una vivienda digna. Limitación de los precios y los alquileres turísticos, la edificación de los vacíos y rehabilitación forzosa son esenciales”.