VALÈNCIA (EFE). La compañía tecnológica OpenAI ha anunciado este martes que ya ha empezado a entrenar un nuevo modelo de inteligencia artificial (IA) para sustituir a la cuarta y última versión de ChatGPT, su popular bot conversacional en línea.
La empresa ha explicado en su blog corporativo que espera "alcanzar el siguiente nivel de capacidades" con este nuevo modelo -que se aplicaría a 'chatbots', motores de búsqueda o asistentes digitales- en su carrera por avanzar en la llamada inteligencia artificial generativa (IAG), capaz de realizar cualquier tarea humana.
GPT-4, que fue presentada en marzo de 2023 y tiene una actualización del mes pasado, permite ya a sus chats inteligentes de conversaciones responder a preguntas, escribir correos electrónicos, analizar datos y generar imágenes, entre otras funciones.
Los expertos no se ponen de acuerdo sobre cuándo alcanzarán las empresas tecnológicas la IAG, pero el fulgurante crecimiento e innovación de compañías como OpenAI, Google, Meta o Microsoft hace pensar que ese futuro no está tan lejano.
OpenAI también ha informado de que está en proceso de crear un nuevo Comité de Seguridad y Protección para explorar cómo debe manejar los riesgos planteados por el nuevo modelo y otras tecnologías creadas por IA.
Hace menos de dos semanas, la empresa con sede en San Francisco había suprimido este departamento bautizado como Superalignment, al que preveía destinar hasta un 20 % de la "potencia de cálculo" de OpenAI durante cuatro años, generando una gran inquietud en el sector.
Además, el cofundador de OpenAI, Ilya Sutskever, y el que fuera codirector de Superalignment, Jan Leike, abandonaron la compañía pocos días antes alegando que se debería centrar mucho más en la seguridad, la vigilancia, la preparación y el impacto social que genera su actividad.
Otra polémica también alcanzó a la empresa financiada por Microsoft en los últimos días, después de que la actriz Scarlett Johansson denunciara públicamente que OpenAI utilizó ilegalmente su voz del largometraje 'Cher' para su asistente virtual Sky tras no llegar a un acuerdo por sus derechos.
De acuerdo con la actriz, la empresa finalmente aceptó "a regañadientes" suspender temporalmente la voz de Sky, que era "extrañamente parecida a la suya", reavivando la ansiedad de la industria creativa sobre la amenaza que supone la IA para sus trabajos.