Política ligera, política excéntrica, política pintoresca, política electoral, es decir política espectáculo. Da la sensación de que el bucle electoral nos ofrece esta suerte de acontecimientos sin solución de continuidad. Los modernos hablan de política líquida, pero en román paladino, más parece política de la vida misma y la condición humana. Pasamos del “solo sí es sí” a las cuitas de “sumar” y Podemos, haciendo parada en la moción de censura inaudita de Vox con Ramón Tamames y ahora como si no fuera poco, llegamos a Ana Obregón con un debate de altos vuelos bioéticos, morales, religiosos, sociales y por supuesto políticos