VALÈNCIA (EFE/Carla Aliño/Loli Benlloch). El 'president' de la Generalitat y candidato a la reelección por el PSPV-PSOE, Ximo Puig, afirma sobre las elecciones autonómicas del 28 de mayo, en las que habrá muchas miradas puestas en la Comunitat Valenciana, que le gusta que se mire a este territorio, pero avisa: la Comunitat no es "un trofeo de nadie".
Puig ha indicado durante Los Desayunos de la Agencia EFE en el Colegio de Abogados de València que en los comicios del último domingo de mayo, en los que optará a un tercer mandato, le gustaría tener "la mayoría más amplia posible", pero son los ciudadanos los que deciden y "nada está escrito" sobre el resultado electoral.
El dirigente socialista asegura que en estos momentos hay una valoración "muy positiva" en las encuestas de la gestión de gobierno que se ha hecho en la Comunitat Valenciana, por lo que cree que cuando se plantee la disyuntiva entre "mirar hacia delante o volver al pasado", los valencianos "van a mirar adelante, como hicieron en 2015 y 2019".
Afirma que la ciudadanía tiene "todo el derecho" a poner la nota que considere al Consell del Botànic, aunque espera que tengan en cuenta que "todos los indicadores económicos y sociales han mejorado" desde 2015, y por ejemplo las inversiones extranjeras se han multiplicado por 120, hay 400.000 personas más trabajando y el paro juvenil ha bajado 18 puntos.
"Estoy convencido de que estamos en el camino correcto para que de aquí a 2030 tengamos el posicionamiento que se merece la Comunitat", sostiene Puig, quien se niega a tener "autosatisfacción y autobombo" o a decir que se está en "un mundo feliz", pues la sociedad valenciana "puede mucho más".
Uno de los logros que reivindica es que se ha conseguido hacer de la Comunitat Valenciana "un territorio amable", sin las "radicalidades" ni el enfrentamiento que existen en otros ámbitos, y lo atribuye a que aquí cada uno tiene su opinión y sus ideas, pero hay un elemento que une: la convivencia.
"Todos somos conscientes de que el valor de la convivencia es fundamental, de que la confrontación masiva solo produce destrucción masiva", sostiene el president, quien agradece el papel de los agentes sociales y considera que si se compara esta forma de funcionar con la de otras autonomías se evidencia que a la Comunitat le ha "ido bien".
Puig insiste en que se ha intentado construir "un proyecto mayoritario en el que nadie se sienta agredido", y defiende el "valor extraordinario" de que en la Comunitat no haya en estos momentos "grandes conflictos abiertos", fruto de la existencia de un "espacio amplio" y una "moderación activa, que no significa no tener convicción", sino entender "las convicciones de los demás".
A su juicio, el "aval" para lograr un tercer gobierno del Botànic son "los hechos" de una gestión en la que "no se ha dejado de lado a nadie" y se ha gobernado "para todos" los valencianos, "piensen como piensen", pues en su opinión "no debe haber gobiernos de partido".
Reivindica que la "gestión de la diversidad" en el Consell tripartito del PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem se ha hecho "de manera bastante más razonable que en otros ámbitos", pues aunque haya opiniones diferentes, "a la hora de la verdad, a la hora de la gestión", no ha habido una situación de enfrentamiento.
Como ejemplo de ello destaca que la Generalitat ha aprobado durante ocho años consecutivos ocho presupuestos en tiempo y forma, algo que "no es fácil" y no hay "ninguna de las cuatro comunidades más importantes de España que lo haya conseguido".
En clave más de partido, espera que el Ayuntamiento de València pueda tener de alcaldesa a partir del 28 de mayo a Sandra Gómez, una mujer joven, con convicciones y capacidad de integración, pues se ha hecho un "trabajo solvente" que ha conseguido hace avanzar a la ciudad.
Finalmente, advierte al PP de que, aunque se han "empeñado" en buscar su "desprestigio personal" con temas judiciales, como las ayudas concedidas por la Generalitat a su hermano o el caso Azud, no van a encontrar un hilo del que tirar, pues la honradez y la honestidad han marcado su experiencia política y su vida personal.
La magistrada apunta a irregularidades administrativas y al desequilibrio en la distribución del dinero, pero no aprecia ilícito penal