Un poquito de tal, un poquito de cual

Estaba aquí, en mi sillón orejero, tomándome un ponche, repasando un poco como ha ido el año, haciendo retrospección y esas cosas.

Menuda castaña de año, nanos. El mundo ha vivido una tragedia de proporciones bíblicas, y me refiero, por supuesto, al cierre del Alhambra. Bueno, y más sitios. Desde luego últimamente ha habido más cierres que aperturas, pero yo, que soy de talante positivo, prefiero rememorar todo lo que me ha flipado.

Ahora en navidad, os propongo hacer como en aquellos capítulos de Friends, que estaban hechos de trozos de otros capítulos. Un Boom 96, un Blanco y negro mix. En mi caso, un bar que esté hecho de trozos de otros bares.

El bar supremo de 2020 tendría un terrazón al sol, y estaría al lado de un mercado. Nada de QR, ni siquiera carta, el camarero, que sería un tremendo maquinarias, ya sabría por dónde entrarte.

Si me leéis entre líneas, sería la terraza del Berlanga. 

Son las 11, ese momento durísimo, en el que no sabes si ir a tope, o moderarte. ¿Bocata de escombro con mayonesa de Los Mochuelos, o de tortilla paisana de Bar Gonzalo? Perdona, yo no he venido a este mundo a sufrir, ponme medio y medio. Tendrás Turia ¿no? Por supuesto, olivas y cacaos puestos en la mesa desde antes de llegar, desde que estoy cogiendo el abrigo en casa.

- Toma, tu bocata. ¿Quieres algó más?

- ¿Qué tenéis?

- De todo, por supuesto, esta es tú fantasía. Tenemos el foie de Jomi, las papas aliñás del Albero, y las albóndigas del Bar del Mercado del Cabañal.

- Me has hecho muy feliz, tráemelas TODAS.

No soy capaz de hacer un ranking, no sabría poner a ninguna por encima de otra. Las papas son la tapa definitiva para el verano, el foie, tal vez pegue más en invierno, y las albóndigas son para siempre.

Estoy chupándome los dedos y terminando la segunda Turia cuando camarero maquinaria cruza su mirada conmigo.

- Sé lo que necesitas.

- Claro que lo sabes, nano. Arréame una.

Entonces, mientras suena un solo guitarrero de los 80 (por ejemplo...no sé...Hot for teacher de Van Halen o algo de Motley Crüe) cae del cielo la torrija con chocolate del Rojas Clemente.

¿Ves? Ahí sí que sí. Eso sí que está por encima del bien, del mal, y del bosque y los océanos.  Podríamos combinarla con un carajiller. Café fuerte, pero tocadito de ron, así, con la muñeca blanda, juguetona, como de futbolín.

Lo que os he dado, xics, además de un grandes éxitos, es un camino.

¿Qué no cogerás tú, una mañana de estas navidades, y te harás esa ruta, tapa por tapa, y birra por birra?

Hay muchas cosas que no se pueden saber sobre el año que viene. No sé cuando volverán a haber conciertos, ni como va a ir el tema de las vacunas, ni que bares van a aguantar, ni nada, PERO, lo que sí que sé, es que si pruebas todo lo que te acabo de proponer, terminarás más feliz que cuando empezaste.

Y un poco mamao, que eso ayuda también. Ya al gym te vas en enero.

Feliz año, chavales.

Goza de amplio aparcamiento.