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València ya no es Capital Mundial del Diseño: aciertos, errores y retos

2/01/2023 - 

VALÈNCIA. València ya no es Capital Mundial del Diseño. Fue en septiembre de 2019 cuando la World Design Organization (WDO) eligió a la ciudad frente a Bangalore (India), una candidatura que mantenía el título en Europa -2020 fue ostentado por la ciudad francesa de Lille- y que tenía un objetivo: poner el diseño en el centro de la conversación de la ciudad. Si bien los últimos años se habían realizado avances de la mano de las asociaciones del sector, especialmente por lo que respecta al sistema de contratación de campañas de las administraciones públicas, esto era solo un “caballo de Troya” para ir más allá. Tres años después de recibir la noticia València deja de ostentar el título, que tomará Tijuana y San Diego el próximo año, en un mundo bien distinto al de aquella reunión de 2019, con pandemia incluida. Un año después de desplegar el programa, es hora del necesario balance, de revisar aciertos y errores, retos y cuentas pendientes del gran evento de la València, ¿pasada? 

Una de las palabras clave para entender el proyecto es “legado”, un eje que sus organizadores pusieron en el centro para poner negro sobre blanco que este evento no era flor de un día, un mensaje repetido en distintas ocasiones por los impulsores de la candidatura. En este sentido, quizá uno de los proyectos más destacados es la creación de un Consell del Disseny, un organismo consultivo que integra el diseño en la arquitectura interna del Ayuntamiento de València. Lo hace con un listado de miembros de diferentes disciplinas y con el primer objetivo: hacer una evaluación global de los servicios de la ciudad. Si bien en un primer momento las miradas estaban puestas en la figura de Nacho Padilla, primero en Madrid y luego en Barcelona, como director creativo, finalmente se ha optado por una fórmula que salpica a todo el consistorio, un proyecto pionero en el ámbito nacional que tiene a todo el sector atento a la espera de ver en qué resultan estos primeros pasos. Por lo momento, lo que está claro es quien lo forma y qué categorías están cubiertas: Marisa Gallén (diseño gráfico) y Nacho Lavernia (diseño industrial y de producto); el codirector del Arxiu Valencià del Disseny, Xavier Giner (filosofía y docencia); la vicepresidenta de la ADCV, Yolanda Herráiz (espacios y producto); Silvana Andrés (arte y educación), Carmen Baselga (espacios e interiores), Inés Novella (arquitectura e igualdad), Kike Correcher (diseño estratégico) Maite Palomares (arquitectura y patrimonio); Irene Reig (diseño cívico); Ana Segovia (diseño de producto y dirección de arte) y Jose Manuel Vidal (paisajismo y urbanismo).

Si bien en los últimos años se han profesionalizado los mecanismos de contratación de campañas de comunicación, esto era solo el principio de una ‘conquista’ de las instituciones públicas que todavía tiene cuentas pendientes. La más sonora, la de la Generalitat Valenciana. Del consejo asesor en materia de comunicación, publicidad y creación de valor que el President de la Generalitat, Ximo Puig, anunció en 2018, durante un discurso en el festival La Lluna poco o nada se sabe y, por lo pronto, parece lejano. “Igual que el Ayuntamiento de València quizá ha tenido más a bien ver esta sensibilidad de crear un Consell del Disseny y saber estar en una pandemia reaccionando desde el diseño, Generalitat tenía más claro seguir haciendo sus procesos de llamada a profesionales en las campañas y lo ha interiorizado de otra manera”, explicaba Xavi Calvo, director de València Capital Mundial del Diseño, durante una entrevista con Culturplaza.

El diseño conquista el museo

Uno de los pilares del proyecto de la Capitalidad ha sido el ámbito expositivo, una programación que ha salpicado a los principales centros culturales de la ciudad con algunas propuestas entre lo más destacado del año. Ejemplo de ello es la exposición que Jaime Hayon protagoniza en el Centre del Carme. El diseñador afincado en València, que este año ha sido galardonado con el Premio Nacional de Diseño, ha desplegado su gran retrospectiva en la València en la que reside y tiene instalado su estudio desde hace años. El Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM) con la muestra Disseny+Salut, Fundación Bancaja con una mirada a la producción gráfica y artística de Pepe Gimeno o la red de galerías de arte contemporáneo de la ciudad también se han sumado a la ‘fiesta’ expositiva del diseño. Entre los espacios vinculados, el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) ha sido otro de los museos clave para completar el mapa artístico del diseño, con proyectos que han sido un éxito de público como Ruta gráfica, una mirada al diseño en la Ruta del bacalao a través de sus carteles. Y esa relación llega, parece, para quedarse. El propio IVAM desvelaba hace unas semanas su programación de 2023 y venía con sorpresa para el sector: entre las exposiciones proyectadas se presenta un proyecto en torno a la historia del colectivo La Nave

Desde que València fue seleccionada, ademas, se ha convertido en foco del diseño en el Estado español, virando la mirada del sector a los profesionales valencianos. En este marco, no son pocos los creadores que han recibido el Premio Nacional del Diseño en estos años, entre los que se incluyen el otorgado a la empresa Point, una de las grandes impulsoras de la candidatura, y a la diseñadora Marisa Gallén, presidenta de la Asociación València Capital Mundial del Diseño. Diseñadores como Pepe Gimeno, Inma Bermúdez o Jaime Hayon, así como las empresas LZF Lamps y Expormim, han sumado desde entonces un Premio Nacional a su palmarés, un reconocimiento del Ministerio de Innovación a la labor desde València que también se reflejó en la propia entrega. Así, el gobierno central eligió la Ciutat de Les Arts i les Ciències como sede para la entrega de los galardones de 2020, un acto que suponía la demostración pública de apoyo del gobierno central a la designación de València como Capital Mundial, una movimiento que repitieron en 2022, en este caso en el Palacio de Congresos. 

El traspiés de la financiación

El gran talón de Aquiles del proyecto ha sido la financiación. El proyecto defendió desde sus inicios que era una iniciativa que nacía desde el ámbito profesional, aunque para salir adelante necesitaba el apoyo institucional. Así, el proyecto inicial planteaba un modelo de financiación en el que el peso de la aportación pública sería igual que el de la privada. La fotografía final, sin embargo, no ha sido así. La Capital ha contado con una inversión directa de cinco millones de euros de las arcas públicas, provenientes principalmente de Ayuntamiento y Generalitat, un presupuesto al que habría que sumar inyecciones extra para la construcción del Ágora o para distintas acciones. Esta cifra queda lejos de los 420.000 euros aportados por las empresas privadas, lo que supone un 7,7% del total.

Los problemas económicos no solo tienen que ver con el bajo interés del tejido empresarial por el evento, sino también por la forma en la que han recibido las ayudas públicas. Así, la Capital ha despedido el año de manera agridulce con el tirón de orejas de las auditorías realizadas al Ayuntamiento de València y a sus organismos. Intervención municipal, tal y como avanzó este diario, recrimina que el convenio fijó la cantidad a entregar sin especificar cuáles eras las actuaciones que debía asumir la Capitalidad, algo que “limita las posibilidades de control” sobre el cumplimiento de objetivos. En palabras del Interventor, este hecho no permite saber si las actividades se realizaron "o si el coste de las mismas superó o no al de mercado", así como saber "qué gastos eran subvencionables”. "En consecuencia, podrían haberse utilizado como gastos subvencionables cualquier nueva contratación o contrataciones al arbitrio de la asociación", reza un informe que, además, señala directamente a la gran dependencia de las ayudas públicas, algo que "refuerza la idea de que la actividad de la Asociación debería de estar sujeta a una mayor exigencia y control, y su funcionamiento debería estar sujeto a los procedimientos y limitaciones de funcionamiento del Sector público local".

Con el objetivo de continuar con el “legado” de la Capitalidad, en estos meses también se ha creado la Fundació del Disseny, un organismo que ha dado algunos pasos en este 2022 y que en 2023 le tomará el relevo. Creada para mantener la ‘llama’ del evento, la fundación se enfrenta en su configuración al mismo problema que la Capitalidad: la financiación. Así, tal y como explicó Calvo preguntado al respecto, la fundación la formará un equipo de trabajadores vinculado a la propia Capitalidad y el presupuesto inicial proviene de los remanentes del proyecto de 2022 así como de una partida de 100.000 euros del Ayuntamiento de València. Esta no es la única partida que se ha destinado desde el consistorio a la joven Fundació del Disseny, pues el pasado mes de noviembre se aprobó en Junta de Gobierno Local una subvención de 40.000 euros que tiene por objetivo la elaboración de la candidatura de adhesión de València a la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO. Pero, ¿dónde queda la aportación privada? “Nuestro modelo de financiación privada habría sido mucho más interesante si hace dos años el Centro del Diseño hubiese sido desbloqueado, porque puedes ofrecer más contraprestaciones. Ahora estamos refundando el propio modelo de financiación privada. Capital Mundial del Diseño lo que se ha asegurado es de que la fundación podía ponerse en marcha. A partir del 1 de enero 2023 entrará todo ese plan de financiación privada que necesita la fundación”.

El futuro Centro del Diseño, en el aire

La Capital deja dos grandes preguntas por responder para 2023: ¿qué pasará con el Ágora y el Centro del Diseño? Vayamos por partes. El primero se trata de un pabellón efímero instalado en verano en la plaza del Ayuntamiento, un proyecto que costó medio millón de euros a las arcas públicas y que ha servido de plató en los últimos seis meses para gran parte de la programación de la Capitalidad, así como acoger distintas acciones del gobierno municipal o empresas que lo han utilizado como marco de sus acciones. Tanto es así que, de hecho, aproximadamente un tercio de las actividades del año han tenido lugar en este espacio. En él se han llevado a cabo gran parte de las acciones así como presentaciones de algunas de sus grandes apuestas de programación, como el World Design Street Festival -una marca paraguas que logró coordinar a las principales citas del diseño en València, como Feria Hàbitat o Open House- o el Festival Flama Fest, una ecléctica programación que también ha incluido presentaciones de eventos como el Festival Sonido de Valencia Remember Les Arts, Mediterránea Gastrónoma 2022 o el balance del proyecto Ciutat de places con la vicealcaldesa Sandra Gómez. 

La fiebre por llenar el Ágora y por incluir bajo el paraguas de la Capitalidad un buen número de actividades provocó también algún momento confuso, como la presentación de algunos de los proyectos de la Capitalidad sin tener la programación cerrada al 100%. Con todo, el Ágora se ha convertido en el gran escenario de la Capitalidad y en el punto de conexión con la ciudadanía de a pie, una estructura que tendrá vida más allá de 2022. Aunque se presentó como una estructura efímera, el alcalde de València, Joan Ribó, anunció que a final de año se trasladaría a La Marina de manera definitiva. Sin embargo, sigue ocupando la plaza. Y es que, todavía no se ha decidido cuál será el destino definitivo, que está entre “dos o tres ubicaciones posibles”, algo que tendrán que solventar más pronto que tarde, pues la estructura deberá retirarse antes de unas Fallas que tienen preferencia en la plaza del Ayuntamiento. 

Otro de los grandes proyectos de legado era el impulso del Centro del Diseño, un espacio que sería casa de la Fundació del Disseny y donde se pondría la piedra de un museo del sector de la mano del Arxiu Valencià del Disseny. Si bien desde La Marina se confirmó que el proyecto contaría con la base de Iberdrola para situarse, los cambios en la gestión han dejado el proyecto en el aire y parado. El conflicto reside en que la Capitalidad demanda una cesión del espacio, mientras que Autoridad Portuaria entiende que se debe pagar un alquiler, un conflicto de intereses que ha llevado a que acabe el año de Capitalidad y no se haya presentado novedad del que estaba destinado a ser uno de los grandes proyectos del año. “Se ha intentado que hubiese una cesión del espacio para la Fundación del Diseño. A día de hoy no ha llegado a ocurrir, no hace falta que hable de todos los movimientos que hay, sigue todo parado”, relataba hace unos días Xavi Calvo. 

El Arxiu, una apuesta de futuro

Uno de los grandes éxitos tiene que ver con la Capitalidad, aunque surte en este caso de la colaboración entre la Universitat de València y la Escola d’Art i Superior de Disseny de València (EASD València). El mencionado Arxiu Valencià del Disseny es uno de los proyecto más interesantes que quedan de estos años, un organismo que nació con el objetivo de proteger el patrimonio valenciano del diseño, condenado a la dispersión o desaparición sin ninguna entidad que se encargará de su conservación y estudio. Hasta ahora. El Arxiu se ha puesto en marcha con una primera fase de trabajo menos visible pero necesaria, el ‘fichaje’ de las colecciones que dan forma a la historia del diseño valenciano, unos fondos que ya suman obra de profesionales como JJ Belda, Paco Bascuñán, Xavier Bordils o Rosalía Torrent. Esa es la primera fase, a la que se suma la de investigación y difusión, que se ah traducido en distintas investigaciones y hasta exposiciones derivadas del trabajo del Arxiu. 

Impacto de 27 millones de euros

Con el objetivo de revisar lo que ha supuesto el proyecto, desde la Capitalidad se encargó a Econcult, el Área de Investigación en Economía de la Cultura y el Turismo de la Universitat de València, la realización de un estudio de impacto que ha dado los primeros datos vinculados al mismo. Así, de acuerdo con el informe, se estima que el 30% de los participantes en los eventos se ha desplazado a València con ese fin, siendo uno de cada diez extranjero y habiendo pernoctado en la ciudad dos terceras partes de los mismos. El informe refleja que València ha recibido bastantes más visitantes en comparación con la media de la evolución del turismo urbano promedio de otras ciudades como Alicante, Barcelona, Málaga, Madrid y Sevilla. En concreto, se atribuyen a la celebración de València Capital Mundial del Diseño un tercio de los visitantes nacionales e internacionales: unos 27 mil visitantes nacionales y 30 mil extranjeros (de un total de 178.000). Esto, de acuerdo con el estudio, se ha traducido en un gasto anual de más de 27 millones de euros, distribuidos en 6,6 millones en gasto en alojamiento, 7,7 millones en bares y restaurantes y 13 millones en actividades culturales y otros gastos en destino.

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