VALÈNCIA. Tres años son ya los que lleva Hovik Keuchkerian interpretando al gran dramaturgo Wajdi Mouawad, de la mano de su director Santiago Sánchez y de la companía L’om Imprebis. Un recorrido que empezó en noviembre de 2014 en Avilés y que ahora llega al Teatro Rialto de València para quedarse del 2 al 14 de noviembre. Se trata de un monólogo de una hora y media de duración. "Pero no por ser un monólogo es menos potente", ha asegurado el director adjunto de Arts Escèniques del Institut Valencià de Cultura, Roberto García.
Wadji Mouawad de orígen libanés tuvo que abandonar su ciudad natal, Beirut, con tan solo ocho años. Allí vio una escena que nunca pudo olvidar; desde lo alto de un edificio observó como un autobús repleto de refugiados palestinos era acribillado por las milicias cristianas, al comienzo de la guerra civil libanesa. Un obús en el corazón es, según palabras de Santiago Sánchez, una obra que Mouawad escribe desde lo más dentro, donde los espectadores viajan de la mano del personaje y parte de la necesidad que tiene el autor de plasmar lo que vivió ese día. Y es que como recuerda Sánchez, Wadji siempre ha expuesto que “cómo se puede seguir viviendo, después de haber visto esto”.
Hovik Keuchkerian no solo comparte con Mouawad sus versos, también él nació en Beirut y tuvo que abandonar la ciudad en 1975 debido a la guerra civil libanesa, para llegar con tres años a España. Antes de ser actor fue boxeador y campeón de España en la categoría de pesos pesados. Entre sus pinitos en el mundo audiovisual se encuentra el papel de Sandro en la serie Hispania, la leyenda (2010), el papel cinematográfico de Pedro en Alacran Enamorado (2013), donde fue nominado al Goya como mejor actor revelación y ganador del premio de la Unión de Actores de 2014, y la reciente interpretación en la película Assasin’s Cread (2014). Y con Un Obus en el corazón ha sido la primera vez que ha subido a los escenarios.
A Hovik le llegó el papel sin esperarlo y a Santiago también le pilló de imprevisto. El director leyó hace ocho años un monólogo titulado Un obus dans le cour, que casualmente nunca había sido representado en castellano ni tampoco en España. Desde ese mismo instante quedó fascinado por el texto y se encargó de llevarlo a escena. No sabía muy bien a que actor encargarle tal responsabilidad y fue un día a principios de 2014 cuando escuchando la radio, dio con una entrevista que estaban haciendo a Hovik por su candidatura a los Goya. Le atrapó lo que estaba contando y cómo lo estaba contando, así que le envió la propuesta. A los dos días, Santiago cuenta como Hovik le respondió: “Llevo dos noches en vela leyendo y releyendo. He sido campeón de boxeo. Atente a las consecuencias si haces está función con otro actor.” Y en ese mismo momento empezaron el proyecto juntos.
Un obús en del corazón habla de la perdida y del perdón, los sentimientos que Mouawad sintió con el cáncer que sufrió su madre. Hovik explica que es una obra que “crece cada día que subimos al escenario” y que define como “dura pero esperanzadora”. Para su preparación dice necesitar “un nivel de energía brutal” porque él se convierte en la historia y deja que la gente entre en ella.
Además, el artista está solo en escena algo que confiesa excitarle pero no por “miedo”, sino por el “bombardeo de imágenes tan potente que se salta el entendimiento”. Hovik recomienda que quien pueda, debe verla más veces para entenderla bien, ya que muchos espectadores se dejan llevar por sus propias vivencias; “lo que cuenta es tan real y humano que te acaba tocando”.
Basada en la primera novela autobiográfica de Wadji Mouawad, Un obús en el corazón lleva en el top 10 de la crítica durante mucho tiempo, casi el mismo que llevan exponiéndola en diferentes teatros. Ahora esta en Valencia, pero su sitio común es el Teatro Luchana donde se representa cada viernes.
Santiago Sánchez ha presentado recientemente la coproducción peruana-española de La Muyana. Una de las apuestas de esta temporada para l'Om Imprebís, que trata del proyecto de investigación que el director está desarrollando en Perú acerca de los saberes tradicionales de la selva amazónica y sus ritos y ceremonias, en colaboración con la videoartista peruano-suiza, Mariana Tschud.