ALICANTE. El aeropuerto de Alicante-Elche, quinto de España por tráfico de pasajeros en 2019 con más de 15 millones de usuarios, y también el de Manises se han quedado oficialmente fuera de las 'puertas de entrada' autorizadas a nuestro país mientras dure el estado de alarma. Así lo establece una orden del Ministerio de Transportes que dirige el socialista valenciano José Luis Ábalos, publicada este viernes en el BOE, en la que se fijan los puertos y aeropuertos por donde se podrá acceder al país durante este periodo.
La orden recoge como puertas de entrada los aeropuertos de Madrid, Barcelona y Málaga en la península, así como los de Baleares y las Islas Canarias para sus respectivos archipiélagos. Ningún aeropuerto de la Comunitat Valenciana forma parte de la lista de terminales autorizadas a recibir aviones. En cuanto a la entrada por mar, sí se incluye el puerto de València junto a los de Barcelona, Bilbao, Málaga y Vigo, así como los insulares Las Palmas de Gran Canaria, Tenerife y Palma de Mallorca.
La lista de aeropuertos se basa en un acuerdo del Consejo de Ministros de 2014, cuando aún gobernaba el PP de Mariano Rajoy, en la que se establecieron los 'Puntos de Entrada con capacidad de atención a Emergencias de Salud Pública de Importancia Internacional'. Dado que dicha lista no se ha modificado desde hace seis años, el Ministerio la aplica ahora para que sean los citados puertos y aeropuertos los únicos que puedan recibir tráfico internacional en las distintas fases de la desescalada.
Esta decisión complica todavía un poco más si cabe los planes del sector turístico de la Comunitat Valenciana y especialmente de la provincia de Alicante, que ya había puesto el grito en el cielo a principios de esta semana por la orden del Ministerio de Sanidad que impone una cuarentena obligatoria de 14 días a los pasajeros internacionales que lleguen a España durante la alarma. Una medida que a juicio de los promotores complicaba notablemente la formalización de compraventas de viviendas por extranjeros en la Costa Blanca, al margen del negocio reglado, y que con el cierre de El Altet se dificulta todavía más.