¿Por qué nos gustan las distopías? Mundos (post)apocalípticos y qué podemos aprender de ellos
Según la RAE, una distopía es una «representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana». Las distopías son, en sí mismas, y en líneas generales, futuros indeseables. En ellos existen sistemas totalitarios, represión y control social, crisis climáticas, feroces instintos humanos de supervivencia... Lo más espeluznante cobra sentido –y forma– en estas narraciones. Este género, común en la literatura y también en lo audiovisual, nos hace reflexionar sobre las consecuencias más desastrosas de nuestras acciones. ¿Por qué entonces nos gusta leer sobre estos temibles escenarios? Nos adentramos en una oscura carretera –al más puro estilo Cormac McCarthy– sin tener certeza alguna sobre ello.